Probablemente has visto a algunos fotógrafos profesionales que utilizan simultáneamente dos cámaras y quizá te has preguntado las razones de ello. Evidentemente hacer esto supone cargar con un peso importante, a poco que pesen las cámaras que utilicen; pero si lo hacen es por algo. Vamos a ver en qué situaciones y para qué generos es recomendable llevar dos cuerpos de cámara, además de algún consejo para un mejor uso.
Las razones para llevarlas pueden ser variadas, pero hay dos principales. La primera algo que cualquiera puede entender: por si falla una de las cámaras. Esto no suele ocurrir con frecuencia pero nadie está libre de que le ocurra. La otra fundamental es para poder cambiar rápidamente de un objetivo a otro mientras se hacen fotos en algún tipo evento donde la rapidez es fundamental. Además puede haber otras razones, pero vamos a verlas con más detalle:
Por si la cámara falla
Las cámaras no suelen estropearse (si hacemos un buen mantenimiento) pero por si acaso es muy buena idea llevar un segundo cuerpo de respaldo por si el principal nos dejara tirados. Algo que es recomendable para muchos pero prácticamente obligatorio en géneros como las bodas, los deportes o la foto de conciertos.
Para un fotógrafo de bodas el segundo cuerpo se antoja esencial.
Porque, imaginemos que estamos haciendo una sesión de bodas con una única cámara que, por lo que sea, deja de funcionar... ¿de qué nos sirve entonces haber planificado el evento días antes, ir cargados de baterías y tarjetas de memoria de repuesto si la cámara nos falla y deja de hacer fotos?
Es fácil entender que vamos a necesitar un segundo cuerpo sí o sí, aunque lo llevemos en la mochila y no lleguemos a utilizarlo. De esta manera, por cierto, podemos paliar en parte el problema de peso que supone llevar dos cuerpos... Otra cosa es que queramos aprovecharlo para montarle distintos objetivos, en cuyo caso ya estaremos en el siguiente epígrafe.
Para llevar ópticas diferentes
En determinadas disciplinas, como los conciertos o la foto deportiva, los fotógrafos suelen utilizar dos cuerpos para enfrentarse a situaciones en las que necesitan tener una amplia cobertura de distancias focales con gran rapidez. Montar objetivos distintos en cada cuerpo de cámara es la mejor manera de asegurarse de no perder ni una instantánea, mucho más rápido (y silencioso) que tener que estar cambiando de objetivo en una misma cámara.
Normalmente lo que hacen es llevar un objetivo angular o un zoom estándar en una de las cámaras, y un teleobjetivo en la otra, de forma que tengan cubierto un amplio espectro de distancias focales. En el vídeo de arriba de Adorama TV, el fotógrafo David Bergman especializado en conciertos cuenta su experiencia y cómo suele combinar las lentes que utiliza.
Lo habitual es usar un objetivo zoom estándar partiendo de unos 24 mm y llegando a entre 70 y 100 mm; esto se combinaría con un teleobjetivo zoom que puede ir desde los 70 mm a los 200-400. Normalmente estas ópticas suelen ser relativamente rápidas (usualmente ƒ2.8), quedando descartados los zoom todoterreno que suelen ser muy poco luminosos y dar menos calidad.
Foto de Waterford_Man
Aún así, David reconoce que con las cámaras más modernas ya no se necesita disparar siempre a máxima apertura, con lo que puede usar objetivos de apertura ƒ5.6. También da un pequeño truco: al cambiar de cámara se asegura de apagarla para que no se le muevan los ajustes. En cualquier caso, con la combinación de dos cámaras con estas lentes comentadas se pueden hacer tomas generales para mostrar al público asistente, y simplemente cambiando de cámara pasar a hacer primeros planos de los músicos.
Para llevar este equipo y evitar el dolor de espalda utiliza un arnés como éste, que es de cuero y tiene un precio bastante alto (se puede comprar en su web por más de 200 dólares). Por supuesto hay otras opciones, desde los arneses de BlackRapid que son bastante conocidos (y tampoco son baratos), hasta opciones muy económicas como esta de Amazon.
Otras razones
Curiosamente, hace años (en la era analógica) una de las principales razones para llevar dos cuerpos era la de tener película de distinta sensibilidad en cada una de ellas. Algo superado en estos tiempos digitales pero que se puede aplicar de alguna manera: y es que llevar dos tipos de cámara distintos para propósitos diferentes (por ejemplo una principalmente para foto y otra para vídeo) puede ser otra buena razón para duplicar el equipo.
Foto de KA Sports Photos
Por último, al no cambiar tanto de objetivos estaremos preservando el sensor de polvo y suciedad; en este sentido también si llevamos dos cuerpos de cámara y los usamos de una forma más o menos equivalente, estaremos haciendo un menor uso de ellas (gastando menos el obturador) y, por tanto, cuidándolas más.
¿Qué os parece? ¿Pensáis que utilizar dos cuerpos de cámara es algo sólo para profesionales o puede ser también recomedable para aficionados? ¿Conocéis algún truco para que llevar dos cuerpos no sea tan pesado?
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