La fotografía de paisaje es sin duda una de las disciplinas más populares, al alcance de la mano de cualquiera, incluidos por supuesto los principiantes. Sin embargo, es habitual que prestemos más atención a ciertos aspectos (muy importantes, pero no los únicos) como la técnica y el equipo necesario, y menos a otros asuntos que también tienen importancia en el resultado final.
Hablamos de ciertos usos y costumbres que pueden ayudarnos (tengamos el nivel que tengamos) a conseguir mejores fotos paisajísticas y que normalmente no le damos la importancia que merecen. Incluso, si somos principiantes, puede que no las conozcamos y, por tanto, nos perdamos cosas que nos pueden ser útiles.
Por ello, nos proponemos ofreceros una serie de consejos prácticos que pueden ayudarnos a convertirnos en mejores fotógrafos de naturaleza. Vamos con ello sin más dilación.
Investiga las localizaciones
Es un consejo que hemos dado muchas veces refiriéndonos también a otros géneros, pero sin duda es el primero que teníamos que apuntar por su importancia. Está bien eso de salir al campo a ver lo que se puede encontrar, pero si queremos subir de nivel deberíamos investigar con antelación los lugares que vamos a visitar.
En primer lugar la idea es saber con certeza cómo llegar al lugar, pero lo realmente importante es saber qué posibilidades fotográficas vamos a tener allí. Por supuesto, para esto Internet es una gran fuente de información, en este caso sobre todo por las redes sociales como Pinterest e Instagram. Gracias a estos recursos podemos tener de antemano una idea bastante precisa de lo que podemos encontrar en una localización y cuáles son las fotos que podríamos obtener.
Así, es útil realizar una recopilación previa de imágenes tomadas en un lugar que nos guste, fijarnos bien en los encuadres y en la luz de cada toma (según la hora del día). Pero, cuidado, el objetivo no será llegar allí y tratar de “copiar” lo que hemos visto y nos gustó (aunque también podemos hacerlo) sino tratar de hacer algo distinto y original, ya sea visitándolo a una hora distinta a la que hemos visto en las imágenes (quizá de noche) o probando con perspectivas diferentes para obtener encuadres distintos.
No pierdas de vista el clima
Vigilar el pronóstico del tiempo es algo crucial en fotografía de naturaleza ya que las condiciones climatológicas son algo que afecta dramáticamente a nuestras fotos. Esto no significa que sólo haya que salir con buen tiempo, porque con condiciones “desfavorables” (por decirlo de algún modo) también se consiguen buenas fotos.
De hecho, la lluvia y las tormentas, la nieve o la niebla brindan la oportunidad de ver paisajes que pueden ser mucho más interesantes, por dramáticos, que si simplemente hace sol. Además, por si fuera poco, podría darse el caso de que nos encontremos solos en medio de una localización turística porque los visitantes decidan irse a otro lado.
Así que hay que estar a atentos al pronóstico del tiempo, utilizar aplicaciones específicas para informarnos de las previsiones, la hora en la que sale y se pone el sol (y la luna) y, en el caso de que vayamos a fotografiar una escena marina, cuándo se van a producir las mareas.
Carga con lo justo
Este es otro consejo que hemos dado mil veces (sobre todo para viajar), porque es evidente que cuanto menos equipo carguemos menos nos fatigaremos y más lejos podremos llegar (y quizá encontrar cosas inexploradas). Y es algo que no se suele poner en práctica cuando uno es principiante, porque suele costar decidirse por qué es lo realmente importante que llevar.
Sin embargo, hay que hacer un esfuerzo (la experiencia también ayuda, claro) por meter en la mochila lo justo para ir ligero. Esto puede pasar por utilizar un sistema de cámara liviano, como podría ser uno sin espejo, pero también (y sobre todo) por llevar con nosotros sólo los objetivos y accesorios que realmente vamos a usar, como contamos en este artículo.
Utiliza un GPS
Si somos de los que nos gusta “perdernos” por la naturaleza, podríamos llegar a perdernos en sentido literal, y no ser capaces de encontrar el camino de vuelta a casa. Para estos casos, es muy útil usar algún tipo de GPS con el que ir orientándonos por el camino y ser capaces de deshacer el camino andado.
Para esta labor nos podría servir un teléfono inteligente, que como sabréis suele incorporar esta funcionalidad, pero esto normalmente requiere cobertura para conectarse a Internet (algo no siempre disponible). Por ello, lo ideal sería utilizar un GPS portátil, aunque sólo si lo utilizamos a menudo y, por tanto, vamos a rentabilizar la inversión.
No olvides tu comodidad
Por último, aunque hayamos hablado de llevar lo justo (en el terreno del equipo), no debemos olvidarnos de algunas cosas básicas relacionadas con nuestra propia comodidad. De ello hablamos en este artículo sobre esos otros elementos que llevar en la mochila, pero os hacemos un resumen de lo que sería interesante:
- Una gamuza y elementos de limpieza
- Lápiz y papel
- Protección para la lluvia
- Brújula
- Guantes (en invierno)/ Protector solar y sombrero o gorra (en verano)
- Algo de comida
- Pañuelo o toalla
- Linterna
- Algún tipo de herramienta (como una navaja suiza)
- Smartphone con aplicaciones específicas.
Y con esto hemos acabado esperando que esto os ayude a mejorar vuestras salidas y, con ello, a hacer mejores fotos de paisaje. Sobre todo os debería servir para tener más claro dónde ir, cuándo y cómo llegar y también a hacer más fácil el tiempo que paséis al aire libre. ¿A qué esperáis para ponerlo en práctica?
Foto de portada | Thomas Schweighofer
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