El autorretrato es todo un arte. Y ahora, gracias a los smartphones e internet, está muy de moda. Y no siempre para bien. Por eso, para conseguir que esos autorretratos rápidos que nos hacemos, bien como experimento creativo, bien para elevar el ego al estilo de las celebrities, vamos a ver cinco consejos fáciles que nos serán muy útiles.
Los selfies, como se ha puesto de moda denominarlos, en realidad requieren de un poco de paciencia, práctica y creatividad. Así que vamos a ver los pasos esenciales para obtener mejores resultados.
1. Cuidar la luz y el fondo.
El error habitual es no fijarse demasiado y, claro, los resultados no son los óptimos. Así que acerquémonos a una ventana u otra fuente de luz (si es natural mejor), y siempre nos colocaremos de lado o en diagonal, para darle más profundidad al rostro. Si la luz es muy potente, podemos usar una cortina para tamizarla. Y, además, cuidemos que el fondo sea neutro y mejor si no estamos muy cerca.
2. Usar un trípode o soporte.
Es obvio que para estar más cómodos y poder situarnos adecuadamente lo ideal es que nuestra cámara o smartphone esté fijado con un trípode, con algún soporte o bien apoyado en una superficie estable. Así nos podremos situar cómodamente y estar más relajados que con la cámara en la mano.
3. Dispara en ráfaga y con temporizador.
Para evitar que la captura nos pille con los ojos cerrados o parpadeando, mejor activamos el modo ráfaga y disparamos varias tomas seguidas, así nos aseguramos que logramos el gesto y momento más oportuno. Asimismo, para poder disparar utilizaremos el temporizador (con una cuenta atrás que nos permita situarnos sin prisa) o bien con un disparador remoto.
4. Ensayar las expresiones y la postura.
Puede sonar un poco egocéntrico, pero si queremos lograr un buen retrato, practiquemos ante el espejo la expresión que queremos mostrar. Cerrando un poco los ojos, girando ligeramente el cuello, elevando la barbilla, arqueando las cejas... eso ya depende de lo que queramos transmitir o el tipo de autorretrato que busquemos. Pero si cuidamos este aspecto, con ensayo previo, seguro que acertaremos.
5. Ojo al enfoque.
En un retrato el enfoque es lo más crítico, así que optemos por el enfoque manual o si usamos un smartphone podemos bloquear la exposición y el enfoque previamente en un punto y situarnos en él antes de disparar. Así nos aseguraremos que nuestro rostro y, principalmente, nuestros ojos, están bien enfocados. Aunque ya depende de la creatividad y lo que queramos expresar, lo habitual es que usemos una apertura pequeña para disponer de una profundidad de campo suficiente para asegurarnos que nos colocamos dentro de foco.
Como veis son consejos simples y fáciles. Muy obvios pero que cuando nos hacemos un autorretrato rápido e improvisado no siempre tenemos en cuenta. Y mejor cuidarlo siempre que arrepentirse por un resultado que no esté a la altura.
Foto | Expo, por Daniel Zedda
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