Hay personas que tienen un talento innato para esto de la fotografía. Sin realmente proponérselo son capaces de conseguir instantáneas que nos llamen la atención por un motivo u otro. Sus ojos captan lo mismo que nosotros pero no lo interpretan de la misma manera.
Es por ello que los simpluchos mortales, que somos la mayoría (y entre los cuales me incluyo), a veces necesitamos un esfuerzo mental mayor para conseguir resultados similares. Hoy, para aquellos que necesiten parar y decirse a ellos mismos "hey, cúrratelo y haz algo original" ya que no les sale de manera natural y espontánea, os proponemos un ejercicio, cambiar la perspectiva.
Para que cunda, debes estar interesado en el ejercicio y dedicarle unas horas o algunas decenas de fotos. No vale leerlo, pensar que la idea no está mal y luego archivarlo en una carpeta perdida de nuestro cerebro, ¿ok? Si me haces caso, además de alimentar mi fantasía de dominar a todos los terricolas, lo más probable es que integres esta idea en tu repertorio fotográfico y que se convierta en un habilidad más natural y espontánea.
La idea es simple pero poderosa. Estamos altamente influenciados por costumbres o rutinas a la hora de hacer determinadas fotografías, entre las cuales está la perspectiva desde la que disparamos las fotografías.
Tan fácil como adoptar un punto de vista diferente cuando hagamos una fotografía. Veamos ejemplos:
¡A menguar!
En estos ejemplos el fotógrafo o fotógrafa ha cambiado el punto de vista de la fotografía cambiando de altura la cámara, de manera que lo que se ve en ésta es completamente distinto a lo que solemos ver. Apreciamos detalles en los que antes no habíamos reparado y le damos una dimensión a los objetos mayor de lo que en realidad son. Si somos lo suficientemente avispados para ver patrones de formas desde la nueva perspectiva (como en este ejemplo, foto de Kai), estamos cerca de tomar una gran foto.
¡Caramba! Un retratazo con todas las de la ley pero desde el suelo. A priori inimaginable. ¿Resultado? Perfecto. Capta una serie de detalles que seguramente no se hubieran captado desde la altura de los ojos del retratado, e incluso se permite el lujo de añadir el ¿sol? en la composición.Y por si no fuera poco, también cuenta el momento capturado, durante la calada al cigarrillo. La foto es de his wife (no es que escriba en spanglish, es el nick en flickr).
Otro ejemplo, en este caso de aussiegall, la foto que preside este post. Las fotografías de flores son una constante. ¿Cómo añadirle originalidad? Muy fácil, desde debajo de éstas. Además de la perspectiva, se trata de un excelente trabajo con la iluminación.
Una última fotografía, preciosa, de MegElizabeth. Su título lo dice todo, A bug's-eye view (una vista de gusano).
¡Mira abajo!
Quizás sea el más complicado de todos ellos, ya lo normal será que requiera estar en un lugar elevado. En esta foto, estando a lo alto de un edificio de NY, ¿se te hubiera ocurrido buscar una fotografía mirando hacia abajo? A lo mejor sí, pero apuntando a los coches si dispones de un tele. Pero los motivos fotográficos pueden estar en todas las direcciones posibles y aquí hay uno, la bici (aunque de algún modo considero que es una foto del edificio de en frente...). Buen ojo el de J.A.L.E.X., y muchas gracias a la persona que dejó allí la bicicleta, que parece algo abandonada...
Pero este es mi ejemplo favorito. Los retratos son mi perdición. De acuerdo que la pose le da fuerza, pero un retrato desde esa posición no es común y la foto gana muchos enteros. Además fijaros en que rompe otra regla de los retratos, la de enfocar a los ojos y no por ello es una mala foto, justo lo contrario. Es una obra de Concentrated Passion.
Esperad. ¿He dicho retratos? Otro más, en este caso de TeeRish, muy original y bien trabajado (fijaros en el disparador remoto de la mano derecha de la chica, resulta que es un autorretrato).
¡Mira arriba!
Seguramente la parte del mundo que más nos pasa inadvertida. Es habitual en la fotografía arquitectónica, como la primera foto que os mostramos. En los casos en los que se añade cielo, hay que ir con mucho cuidado con la exposición, pero aprovechar las formas para crear interesantes composiciones. Seguro que este edificio es de lo más soso y feo, pero desde esta perspectiva resulta maravilloso. La fotografía es de extranoise.
Las excursiones a los bosques para hacer fotos son buenas oportunidades para probar cambios de perspectiva. ¿Has probado a fotografiar las ramas de los árboles que tapan en ese mismo instante tu cabeza? Los resultados pueden ser muy interesantes...
No olvidéis que la originalidad, la creatividad puede convertir algo muy sencillo y que se tiene muy a mano en una fotografía para recordar. ¡A practicar!
Ver 5 comentarios