Si hay una persona que nos puede enseñar fotografía callejera a través de su obra, ese es Bruce Davidson. Maestro entre maestros de la street photography más genuina, un repaso a sus experiencias fotográficas nos puede dar las claves sobre cómo empezar en este género extrapolando nuestra mirada desde EEUU hasta nuestro entorno más cercano o hasta aquel al que queramos acercarnos.
Fotografía callejera no es sólo coger la cámara y utilizar una tarde para cazar robados en la Gran Vía. Este género supone una serie de compromisos que impliquen un proyecto de largo recorrido.
Por ello el post escrito en el blog de Eric Kim sobre street photography nos da una serie de pautas, para que gracias a la genialidad de Bruce Davidson, podamos introducirnos en ese apasionante ejercicio que supone uno de los géneros más respetados de la fotografía.
En el post se nos cuentan 15 lecciones, comenzando por uno de los principios básicos dentro de la fotografía de Bruce Davidson, ser parte de la comunidad en la cual queramos adentrarnos para fotografiarles.
En este sentido dejamos a un lado la caza furtiva y el debate que ello genera para entrar en contacto con los sujetos y convertir nuestro acto de fotografiar en algo más natural. Esto en cierto modo nos lleva a una fotografía callejera mucho más documental desde un punto de vista subjetivo dependiendo del grado en el cual nos involucremos.
Otro consejo que nos dan es llevar una tablet o parte de nuestro portfolio para mostrarlo en el momento que queramos acercarnos al sujeto, de esa forma le diremos en qué y cómo estamos trabajando así como nos daremos el contacto para mandarle una copia posteriormente si acepta que le hagamos una fotografía.
Ver el mundo desde la perspectiva del sujeto puede ser un consejo razonable, así como no dudar a la hora de hacer la fotografía, después habrá tiempo de borrar la imagen o de lidiar con las circunstancias si fuese necesario.
La timidez puede ser un handicap en este tipo de género fotográfico, aunque en un principio nos asuste el hecho de tener que pedir permiso a los fotografiados, la práctica hará que ese miedo se vaya disolviendo hasta convertirse en algo natural. Davidson también sugiere intentar que un sujeto nos lleve a otro dentro de la comunidad, es una forma de acercarse a ellos desde un estado mayor de confianza.
Lo que hablábamos al comienzo sobre los proyectos largos, no debemos tener miedo tampoco a pensar en el tiempo que podrá llevarnos, lo cual dependerá del momento en que veamos ha quedado finalizado o por el contrario es un trabajo en constante evolución.
Se habla también sobre la captura de ánimo en las fotografías de Bruce Davidson, quien comentaba que no capturaba historias sino estados de ánimo, lo cual podía llevarle después a crear una serie sobre ese estado de ánimo en concreto. En este sentido se nos lanza una pregunta: ¿qué importa si una fotografía es técnicamente perfecta pero no tiene alma?
Conclusión
Con esta pregunta cerramos el post aunque lo dejemos abierto en la reflexión, no sin antes invitaros a que echéis un vistazo al post donde se ponen de manifiesto muchos más consejos así como textos del propio Bruce Davidson contando su experiencia.
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