15 trucos y/o consejos para mejorar nuestras fotografías de paisajes otoñales

Las hojas caídas de los árboles empiezan a aparecer por todas partes; señal inequívoca de que el otoño se nos ha echado encima. Una estación muy apreciada por los fotógrafos, sobre todo por los de paisaje, que ya está aquí para ofrecernos nuevas oportunidades fotográficas. Y para ello, nada mejor que echar un vistazo a unos consejos prácticos para sacarle el máximo partido a las fotografías otoñales.

Sí, es cierto que al adentrarnos en el otoño también resulta habitual que muchos días sean grises y lluviosos, pero esto para nada tiene porqué ser óbice para quedarnos en casa, sobre todo si lo nuestro es la fotografía.

Por ejemplo, en otoño hay ciudades que cobran especial encanto y es el momento ideal para visitar algunos de los muchos bosques españoles en los que observar cómo la naturaleza muta ante nuestros ojos. Las posibilidades para los fotógrafos son enormes, aunque es cierto que la climatología es adversa y nos obliga a protegernos, tanto nosotros como nuestro equipo.

Estar preparados para todo

Lo primero es lo que que toca a nosotros, por eso debemos ir preparados para aguantar un mal día de agua y viento, así que lo fundamental es llevar ropa de abrigo que sea fuerte e impermeable. Lo más recomendable es que seamos capaces de aguantar bajo la lluvia sin que nos calemos, al menos durante cierto tiempo, y soportar sin resfriarnos las grandes diferencias de temperatura que suelen producirse en esta época.

En cuanto a nuestro equipo, hay que protegerlo adecuadamente para lo cual debemos llevar algún tipo de protección para nuestra bolsa o mochila como un cubre-mochilas del estilo de los que se usan en senderismo.

Por supuesto una cámara sellada contra las inclemencias del tiempo sería ideal para poder aguantar bajo una hipotética lluvia sin problema (y ojo, no olvidemos que también lo sea el objetivo), pero si no es posible siempre podemos echar mano de una bolsa impermeable que se ajuste a nuestro modelo o incluso de remedios caseros que nos servirán en la medida de lo posible.

Por lo demás, es muy interesante incluir en la mochila un filtro polarizador, para realzar los colores y el azul del cielo, y degradados neutros para poder jugar con la luz. Tampoco nos olvidemos de un trípode que nos será muy útil en situaciones donde haya poca luminosidad.

Recordemos que en otoño las horas de luz se acortan, así que no estará de más ir preparados. Y es que todas las estaciones del año tienen sus cosas, pero el otoño es sin duda una muy especial. Así que, si estás deseando coger la cámara y salir a captar la atmósfera de esta época tan cambiante, te vendrán bien unos consejos prácticos para mejorar tus resultados:

Aprovecha las mejores horas

No deja de ser una máxima que sirve para cualquier época del año pero sin duda hay que recordar que las mejores horas para hacer fotos, sobre todo hablando de paisajes, son el amanecer y el atardecer. En otoño, la luz en estas horas tiene un tono dorado que aumenta el atractivo de los paisajes e incrementa los tonos cálidos de, por ejemplo, las típicas hojas caídas. Además, en los bosques, los rayos del sol suelen incidir por entre los árboles con un ángulo que ofrece una iluminación muy interesante para los contraluces.

Saca partido de las sombras

Como consecuencia de lo anterior, es la época en la que las sombras se alargan produciendo efectos muy atractivos que, combinados con el típico color cálido que asociamos al otoño, nos puede llevar a obtener interesantes resultados de forma sencilla.

Haz uso del flash

En días muy grises, el flash de relleno puede ser un buen aliado para resaltar los colores apagados de los elementos de la foto. Igualmente, podemos sacar partido de la luz artificial que nos brinda este recurso para rellenar las sombras que se producen por la incidencia angular del sol típica de esta época. Eso sí, siempre hay que procurar usarlo con medida y difuminarlo, haciendo pruebas con la compensación de exposición del flash para evitar la típica imagen plana o quemada.

Juega con el bokeh

El otoño es un momento ideal para sacar partido de técnicas como el bokeh. Esto permite aprovechar el contraste de colores típico de esta época y ofrece muchas posibilidades para fotografiar detalles (como las típicas hojas) desenfocando el resto de la imagen aprovechando un objetivo que ofrezca un bonito bokeh.

Aprovecha los contrastes de color

Los colores, preferentemente los tonos más cálidos, son predominantes en las fotos de otoño pero lejos de limitarnos a ellos debemos tratar de no ser repetitivos y de jugar con el contraste o con las diferencias de tonalidades. Para encontrarlos, lo mejor es buscar zonas con variedades distintas de árboles y arbustos. Ya sabes que cada especie varía el color de sus hojas y las muda en momentos diferentes, con lo que si hay distintas variedades nos aseguramos el contraste de colores.

Saca partido de las texturas

No te olvides tampoco de los elementos típicos del paisaje otoñal: las texturas de las hojas y ramas caídas, las setas que aparecen por todas partes, las gotas de agua que humedecen el ambiente… Elementos como las texturas, las líneas y los patrones nos permitirán crear composiciones que resulten en excelentes fotos y nos servirán para mejorar nuestras habilidades de composición.

Ojo con las mediciones

A la hora de medir la luz, hay que tener cuidado ya que es una época de fuertes contrastes. Por ejemplo, si en la escena hay nubes de tormenta, hay que procurar medir la luz en esa zona para evitar que salga quemada pero a la vez conociendo hasta qué punto podremos recuperar las zonas subexpuestas (por supuesto disparar en RAW). Igualmente, la luz solar filtrada entre la vegetación puede estropearnos una foto por lo que hay que ser precavidos. En general, lo ideal es tomarnos tiempo para fijarnos en el histograma y tender al derecheo.

Busca el mejor encuadre

Otro consejo que por supuesto es importante en todas las estaciones del año pero que no podemos dejar de reseñar. En este caso os recomendamos explorar distintas perspectivas buscando encuadres singulares que ofrezcan resultados más sugerentes. En otoño, los picados y contrapicados se hacen más patentes que nunca por aquello de las hojas caídas y los árboles que se tiñen de hermosos colores. Tampoco desdeñes echar mano de la presencia humana tal y como te contamos aquí.

Atrévete con la clave baja

En otoño las horas de sol se acortan y muchos días ni siquiera llegamos a verlo porque las nubes nos lo tapan. Por eso, es habitual que tengamos que trabajar con poca luz así que puede ser un buen momento para explorar el terreno de la clave baja. Las nuevas hornadas de cámaras cada vez hacen mejores fotos con ISO alto e incorporan mejores estabilizadores de imagen así que ¿por qué no?

No todo es paisaje

En otoño no es difícil encontrar fondos muy difuminados ideales para concentrarse en los detalles o sacar partido de los retratos. Por eso no debemos limitarnos a los paisajes ni pensar que no es un buen momento para lograr un retrato que, como el del ejemplo que os ponemos, puede tener mucho que ver con esta época del año.

Aprovecha los reflejos

En ciudad, los cristales de ventanas y escaparates o los charcos producidos por la típica lluvia otoñal son fuentes de reflejos eminentemente atractivos. En el campo o el bosque, los reflejos suelen estar íntimamente relacionados con el agua (charcos, lagos, fuentes…) y también dan mucho juego en los paisajes otoñales actuando como un espejo que puede reflejar las intensas tonalidades propias de estas fechas.

Saca partido de las gotas de lluvia

Sobre las hojas, en un cristal o una barandilla, la lluvia puede ser un recurso más que potencie nuestras fotos de otoño. En las ciudades, la lluvia hace que el asfalto cobre protagonismo e incluso puede convertirse en el motivo de una imagen si nos gusta la fotografía callejera y nos dedicamos a captar la expresión de la gente ante la amenaza de la lluvia.

Prueba con el efecto seda

También relacionado con el agua, el otoño es ideal para captar esas imágenes siempre espectacular de ríos y/o cascadas con efecto seda. Como la luz en otoño ya no es tan abundante puede que podáis conseguirlas sin necesidad de elementos añadidos aunque siempre es recomendable llevar encima, como comentábamos al principio, un filtro de densidad neutra.

Aprovecha el filtro polarizador

Igualmente, el otro filtro que es conveniente llevar en la bolsa un filtro polarizador. Este elemento que nos permitirá mejorar el tono y los colores de la escena, potenciar el azul del cielo y resaltar las nubes otoñales, tal y como te contamos en este artículo.

Intenta ser original

Por último, y aunque lógicamente es lo más difícil, hay que procurar buscar la originalidad. Paisajes otoñales hemos visto miles y, aunque no dejan de tener su atractivo, si nos limitamos a lo que hace todo el mundo pasaremos desapercibidos. Así, tenemos que ser exigentes con nosotros mismos y tratar de experimentar y encontrar nuevos ángulos, encuadres, elementos y/o perspectivas que aporten algo de originalidad.

Así que ahora sí que estamos preparados para salir a la calle y recorrer la ciudad, los parques, los bosques y empaparnos de otoño, de su luz tan especial y de las posibilidades fotográficas que nos brinda esta estación tan especial.

Foto de portada | Johannes Plenio