Noticias de Nikon D5100 en Xataka Foto
Este post, muy recurrente ahora que tenemos las vacaciones encima, pretendo que pueda aportar consejos desde mi propia experiencia realizando fotografías nocturnas en la playa. Si bien es cierto que no soy una experta en paisajes playeros, de esos que gustan de usar filtros de densidad neutra y polarizadores en las horas del día más propicias como amaneceres y atardeceres, puesto que la espectacularidad está garantizada, sí puedo decir que con las tomas en la noche me defiendo un poco más y de ahí que quiera compartir una serie de recomendaciones.
Fundamentalmente para este post vamos a tener que viajar a dos localizaciones muy dispares, pero al mismo tiempo atractivas para llevar a cabo nocturnas en la playa. Por un lado la cascada de El Bolao a la cual se puede acceder desde Cóbreces en Cantabria, y por otro, mucho más al sur, la playa del Faro de Tarifa. En ambas las posibilidades fotográficas pueden llegar a ser espectaculares si sabemos sacar partido del lugar, cosa que sobre todo con la primera localización es más bien un sacrilegio no sacárselo.
Inspeccionar la zona a la luz del día
Lo principal a la hora de elegir una localización playera es conocer el terreno a la luz del día. Ello nos dará una mejor panorámica de lo que tenemos alrededor que nos permitirá ir con la ideas muy concretas sobre los encuadres que haremos por la noche. Si bien es cierto que estuve inspeccionando la Cascada de El Bolao por la mañana, por aquello de su delicado acceso para evitar despeñarnos por la noche, a la playa del faro de Tarifa llegamos con el ocaso, lo que nos permitió elegir un lugar para colocarnos un tanto alejados de los demás visitantes, y también aprovechar para tomar fotografías del anochecer.
Llevar el equipo adecuado
Las linternas pueden hacer que demos textura a las rocas pintando con luz
Para la fotografía nocturna es imprescindible ir abrigado, con ropa impermeable para evitar la humedad lo máximo posible y el equipo adecuado fotográficamente hablando. Para ello el uso de trípode, de calidad no vaya a ser que una ráfaga de viento nos eche por tierra (o por arena) la cámara, un disparador conectado a la réflex o inalámbrico según en el que tengamos (es mucho más eficaz el que va directo a la cámara por ello de evitar interferencias con otros dispositivos si somos varios los que vamos a hacer nocturnas), también una linterna, por supuesto frontal, y un par de linternas pequeñas o grandes (una cálida y otra fría) si queremos para iluminar/pintar rocas u otros elementos.
Después si optamos por hacer lightpainting ya sería otro cantar y en Xataka Foto os explicamos cómo. Llevar una sillita o una manta para hacer más llevadera la noche e incluso un termo con café son siempre de agradecer (no lo toméis a broma). Y como siempre no olvidéis llevar las baterías cargadas, las tarjetas de memoria preparadas y las pilas para el mando y las linternas no vaya a ser que nos quedemos sin fotos a media noche.
Preparar la cámara
Usando un gran angular, que siempre nos ayuda más en este tipo de fotografías, es imprescindible jugar con los tiempos de exposición en modo BULB así como con la ISO. Para mi modesta cámara Nikon D5100, que creo aguanta muy bien las ISO, en noche totalmente despejada sin luna, estamos hablando de hacer las fotos a 3200 ISO sin apenas ruido. Pero como digo dependerá mucho de la luz que tengamos alrededor y del tiempo que queramos dejar expuesta la foto para congelar las estrellas o por el contrario intentar hacer el trazo.
Nótese la curvatura del horizonte y la luna, que a pesar que nos da de frente, la exposición larga hace que las estrellas salgan en movimiento. Faro de Tarifa, Cádiz.
En Tarifa, recuerdo que fue una noche de luna, por lo que la contaminación lumínica se acrecentaba no sólo por el faro sino también por una población cercana. Mientras que en Cóbreces, la luna empezó a aparecer tímidamente entre nubes a eso de la una de la noche y el pueblo cercano apenas nos afectaba en la toma. Lo interesante es hacer fotografías en noches sin luna, aunque en ciertos paisajes, como todo, nos puede dar juego.
Trabajando siempre con RAW y jugando también con el balance de blancos, haremos la fotografía a nuestro gusto dependiendo del tono que queramos darle. En mi caso siempre tiendo a imágenes más frías. En Xataka Foto escribimos un post sobre ello, por lo que podéis consultarlo para elegir el modo que mejor se adapte a vuestra idea.
Preparar la toma
En la playa, si miramos al mar, parece que es más difícil encontrar el punto de enfoque, para ello existen tablas que nos dan la información sobre la hiperfocal que debemos usar dependiendo de nuestra cámara. Podemos usar a un colega que se ponga a la distancia que nos marque la tabla (de espaldas al mar, no hace falta que le hagamos meterse en el agua) y con ello enfocarle, sabremos que desde ese punto hacia el infinito todo saldrá enfocado. Y mucho cuidado con la nivelación para que el horizonte nos salga recto. Para ello hay niveles que se acoplan a la cámara o incluso algunos trípodes también lo incorporan. Si os gustan rectos, en mi caso no le doy tanta importancia.
Conseguir efecto seda en la nocturna resulta siempre espectacular
El encuadre que vayamos a tomar es importante. En Tarifa recuerdo haber empezado con tomas del mar, dejándolo obviamente con su correspondiente efecto seda por la larga exposición e intentando capturar las estrellas. Pero después cambié desplazando el trípode unos centímetros para sacar el faro y parte de la zona de playa. Por el contrario, en Cóbreces, las posibilidades eran infinitas mirase donde mirase. Pude mirar hacia la cascada, sacando estelas de estrellas y el agua con un maravillo efecto así como el pintoresco molino derruido y, si miraba al otro lado, pude sacar el acantilado centrándome en la grandiosidad de lugar.
Jugar con diferentes alturas del trípode, con los balances de blanco, con los tiempos de exposición así con las linternas dibujando los elementos del lugar para dar texturas, es algo que debemos ir practicando a lo largo de la noche a no ser que tengamos la idea de foto muy clara en la cabeza ya desde que visitamos el lugar por la mañana.
No estamos solos en el mundo
Una luz improvisada de una linterna le dio misterio. Las nubes en movimiento siempre quedan muy estéticas y complementan.
Como en todos los lugares, debemos contemplar la idea de que aparezca alguien en escena para incordiarnos la foto. En la playa de Tarifa no sólo había pescadores sino que también había varias personas acampando, con lo que sus linternas y movimientos fastidiaron alguna que otra fotografía. En Cóbreces apareció una pareja a eso de la una y media, cosa que por un lado nos asustó y por otro he de reconocer que para una de las tomas me vino de lujo que iluminasen, sin saber que igual me estaban molestando, la fachada interna del molino. Paciencia, educación y sobre todo conciencia de que no estamos solos.
Recogida de material
Una vez tomadas las fotografías y dispuestos a marcharnos, es importantes que demos un repaso con la linterna para evitar dejarnos algo en el lugar. Limpiar la cámara de la humedad que nos haya dado el ambiente, así como el trípode, que deberemos cuidar que no nos queden restos de agua si lo habíamos introducido en el mar o río así como de arena para evitar que interfiera posteriormente en su buen funcionamiento y no se oxide. Debemos dejar el lugar limpio teniendo muy presente que estamos en un medio natural que hay que cuidar. Y después ponerle mucho cuidado a la vuelta con el coche, si se nos ha hecho tarde y tenemos sueño, lo mejor es echar una cabezadita y evitar males mayores.
En resumen
Una buena planificación anterior a la llegada al lugar y a la toma. El equipo adecuado. Las ganas por pasar la noche fotografiando. La intención de buscar la originalidad con los encuadres. La paciencia y la pasión que le pongamos, serán claves para obtener unas fotografías nocturnas en la playa decentes con las que fardar después con los amigos.
En Xataka Foto Cómo empezar en la fotografía nocturna