Sony acaba de presentar el nuevo miembro de la línea de cámaras RX Cyber-shot, la Sony DSC RX10 III, sucesora de la DSC-RX10 II, hasta ahora la cámara bridge más avanzada de la firma nipona. Una equipo que, nos aseguran, está pensado tanto para fotógrafos como para videógrafos debido a su capacidad de grabar vídeo en 4K y que ofrece como principal novedad, un nuevo objetivo todoterreno de gran luminosidad. Veamos qué otras novedades nos ofrece respecto a su predecesora.
El sensor no rompe con su predecesora siendo de 20,1 megapíxeles con arquitectura «apilada» y un tamaño de 1 pulgada aunque tenemos novedades en su procesador, Bionz X, que nos proporciona una mejor calidad de imagen respecto a su predecesora. Para los videógrafos, esta nueva revisión sigue permitiéndonos realizar vídeo en slow motion hasta los 1000 fotogramas por segundo.
Sin grandes novedades en su corazón
Tenemos disponible un ISO que va de 64 a 12.800, asegurándonos desde Sony un bajo ruido en las sensibilidades más altas. Esto se debe a la estructura apilada del sensor que coloca el circuito de procesamiento de señal de alta velocidad en una capa diferente de la zona de píxel. El obturador sigue siendo igual de espectacular que el de su predecesor, capaz de exponer durante solo 1/32.000 segundos y con una velocidad de disparo de 14 imágenes por segundo. Si lo deseamos, podemos además configurar el obturador para que dispare en modo silencioso.
Nuevo objetivo Zeiss 24-600mm F/2.4-4
Sin duda, lo más interesante de la nueva Sony RX10 III es, su nuevo y potente objetivo. Se trata de un zoom Zeiss Vario-Sonnar T* con un rango focal 24-600mm, ampliando notablemente a su generación anterior. También destaca, no solo por su alcance, ya que posee notables características en su óptica, la luminosidad del mismo (2.4-4.0) nos permite enfrentarnos a situaciones de luz complejas (interiores, acción o conciertos, por ejemplo) de las que salir más que airosos y hasta poder disfrutar de un bello bokeh en su apertura mayor.
El diafragma del objetivo se mueve entre 2.4 y 16 y, además cuenta con la tecnología Steadyshot que nos permite gran estabilización de imagen en la práctica totalidad de situaciones, incluida la toma de imágenes con el objetivo en focal larga y disparando a pulso.
Sony sigue apostando por el vídeo
El corazón de la RX10 III graba vídeo en calidad 4K en formato XAVC S, algo muy interesante ya que captura aproximadamente 1,7 veces más información de la que se requiere para la producción de películas en 4K. Con este sobremuestreo, se realzan los detalles de la imagen y se minimiza el efecto moaré y el temido efecto sierra. Además contamos con la posibilidad de grabar hasta a 1.000 fps algo que sin duda, los amantes del deporte y la fotografía de acción van a agradecer.
Por otro lado, cuenta con un asistente LSI que permite al procesador BIONZ X reducir significativamente el fenómeno de obturación de rodadura que a menudo pueden distorsionar los movimientos rápidos.
Mejorando lo que ya es bueno
El sistema de autofoco es el mismo que el del modelo anterior, que sigue siendo muy interesante y es que desde que apretamos el disparador hasta que tenemos nuestra imagen, el objetivo consigue foco a una velocidad de 0,09 segundos.
Entre las novedades en el cuerpo contamos con un triple anillo para enfoque, el zoom y la abertura, cada uno operable a un lado de la lente y que aseguran son bastantes suaves.
Asimismo, se ha incluido un nuevo botón de retención del enfoque que nos permitiría bloquear la distancia de enfoque cuando lo deseemos, aunque podemos darle otros usos configurándolo en el menú de la cámara.
Precio y disponibilidad
A finales de abril tendremos con nosotros la nueva RX10 III a un precio aproximado de 1600 euros.
Más info | Sony
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