Seguimos ofreciendo nuestras impresiones respecto a las nuevas cámaras presentadas en Photokina y que hemos tenido la oportunidad de conocer, y ahora le toca el turno a la nueva Sony A99 II, una de las sorpresas de la feria por lo inesperado de su presentación.
Y no es que fuera una novedad absoluta, ya que hace dos años, en los albores de Photokina 2014 (ya sabéis que la Feria alemana se celebra año sí, año no), ya se habló de la posible presentación de este modelo. Sin embargo no fue así, de tal modo que casi nadie esperaba ya que la cámara viera la luz y todos los rumores apuntaban a la desaparición de esta gama cuyo último modelo, la A77 II, tiene ya dos años.
Un momento de la presentación de la Sony A99 II en Photokina 2016.
Como ya os hemos contado, las principales características de la Sony A99 II son un sensor Exmor R CMOS retroiluminado de formato completo con 42 megapíxeles, procesador BIONZ X y una ráfaga de hasta 12 frames por segundo. Pero la mayor novedad es seguramente un nuevo motor de enfoque denominado 4D Focus que funciona a base de un sistema de detección de fase hibrido con 79 puntos híbridos de alta precisión dispuestos en cruz y otros 399 puntos dispuestos en el plano focal.
Un cuerpo muy contundente
En nuestra toma de contacto con la A99 II nos encontramos con un cuerpo rotundo, grande y bastante pesado. Una contundencia que es mayor de lo que podría parecer a simple vista en las fotos aunque no deja de ser similar a su antecesora, la Sony A99.
Lo que ocurre es que, en estos dos años que han transcurrido, la tendencia ha sido a que las cámaras que pasaran por nuestras manos fueran siendo cada vez más pequeñas (hablamos sobre todo de las sin espejo o de las compactas avanzadas, cada vez más populares) lo que quizá nos haya hecho notar más la diferencia de tamaño.
A pesar de ello, está claro que estamos hablando de una réflex de formato completo dirigida a los profesionales y, por tanto, con un tamaño dentro de la línea habitual del segmento y equivalente a la que podría ser su más directa competidora, la Canon EOS 5D Mark IV.
En las manos, hay que reconocer que la ergonomía es muy buena y al tacto ofrece buenas sensaciones. La disposición de botones y controles es casi idéntica al modelo al que sustituye, la A99, y como aquel cuenta con el sistema de espejo translúcido característico de la gama y que hace que, a pesar de ser una réflex, incorpore un visor electrónico.
Este podría ser el mismo de su antecesora mejorado puesto que la resolución no cambia (2,4 megapíxeles), pero lo cierto es que en nuestra breve prueba nos pareció que estaba a la altura de lo esperado con un buen refresco y una resolución adecuada.
Una inofensiva metralleta
En la presentación, el ejecutivo encargado de describirla supo crear una gran expectación y nos mostró cómo sonaba la ráfaga de la cámara a través del sistema de megafonía. Lo cierto es que en ese momento se nos ocurrió esa frase, la de una metralleta, por la rapidez de disparo que ofrece la cámara.
No en vano hablamos de una ráfaga de hasta 12 disparos por segundo que son posibles no sólo gracias a la capacidad de sus principales componentes (sensor, procesador y sistema de enfoque) sino también a las posibilidades peculiares de este tipo de cámaras SLT (Single-Lens Translucent) que incluyen un espejo semitransparente que no necesita moverse.
Por supuesto, esta velocidad (que pudimos probar personalmente en el stand de Sony) implica que podamos congelar el movimiento rápido de los sujetos gracias al nuevo sistema de enfoque. Esto es algo que hasta que no podamos hacer una prueba de campo no podremos comprobar, ya que en el stand lo más que pudimos fue fotografiar a una modelo dispuesta para la ocasión.
En cualquier caso, habrá que esperar a que dispongamos de una unidad de prueba pero lo cierto es que la cámara tiene buena pinta y ofrece excelentes argumentos para convencer a fotógrafos deportivos o de eventos varios que necesiten velocidad de enfoque y ráfaga.
Lástima, una vez más, que el precio de partida sea alto. Y es que 3600 euros puede ser una cifra elevada o no, según con qué lo comparemos, pero lo que está claro es que está muy por encima de lo que costaba la A99 en su lanzamiento.
La cámara en un corte transversal expuesta en una vidriera del stand de Sony.
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