Ya sabíamos que el calor y la temperatura influye en la generación de ruido del sensor, pero de ahí a pensar "Voy a meter la cámara en el congelador 15 minutos a ver que pasa" hay un trecho.
Pero si, hay gente con el valor suficiente como para coger su réflex, una Sony A350, y hacer estos expermientos para comprobar como varia el ISO 3200 de la cámara antes y después de pasar por el congelador.
Loco o no, parece que el experimento dio sus frutos:
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Pero la supuesta prueba tiene algo de truco. Se hizo una exposición previa de 45 minutos, por lo que el sensor tendría una temperatura considerable para el primer disparo antes de meterla en el congelador. La segunda toma es con la cámara recién salida de este.
Que conste que todo esto es lo que asegura un usuario de un foro y no es una afirmación que hagamos nosotros. No hay ninguna prueba más que las que os hemos traido de que sea cierto, por lo que si estáis deseando repetir la prueba, pensároslo dos veces antes de hacerlo, hay muchas opciones de que os quedéis sin cámara.
Vía | Crunchgear
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