Sony lleva unos años pasándolo mal. Como nos han contado nuestros compañeros de Xataka, la compañía japonesa ha dado pérdidas netas durante seis de los siete últimos ejercicios fiscales. Y este resultado es una herida profunda en las arcas de la empresa que es necesario «sanar» lo antes posible. Y para lograrlo están dispuestos a tomar medidas drásticas.
Kazuo Hirai, el director general de Sony, ha confirmado que se están planteando seriamente la posibilidad de segregar las divisiones problemáticas en unidades de negocio independientes para evitar que representen un lastre para las que van bien. No descarta, incluso, la posibilidad de salir de mercados tan conflictivos como son los de los smartphones y las teles. Eso sí, afortunadamente los profesionales y aficionados a la fotografía podemos estar tranquilos: su división de sensores de imagen va «viento en popa».
Las últimas cifras de la filial de Sony que se encarga de diseñar y fabricar los sensores de imagen aún no son públicas (posiblemente las conoceremos cuando cierren el próximo año fiscal), pero todos podemos intuir que les va bien. La calidad de los captadores integrados en sus últimas cámaras es muy alta (a mí me parece especialmente sorprendente el de la A7S), y, además, Sony tiene clientes en este mercado tan interesantes para la marca como Nikon, Hasselblad o Phase One, entre otros.
En definitiva, aunque lleve unos años pasándolo mal, su negocio de sensores de imagen goza de buena salud, así que aún tiene cuerda para rato. Todos a los que nos gustan los captadores de Sony, entre los que me incluyo, no tenemos de qué preocuparnos.
Vía | DP Review
Más información | Sony
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