Aperture es la aplicación de Apple pensada para fotógrafos profesionales. En ella no sólo podemos mantener nuestras imágenes perfectamente catalogadas sino que además también las podremos tratar ajustando diferentes aspectos como el color, exposición, etc... Muchos son los usuarios que tras iniciarse en la fotografía y conocer iPhoto dan el salto a Aperture, más aún con su bajada de precio a 69,99 euros. Pero luego, cuando ven a otros fotógrafos o buscan información en internet ven que Lightroom es prácticamente la aplicación más usada. ¿Y ahora? ¿Cómo exporto mi biblioteca de Aperture a Lightroom?
Cómo pasar de Aperture a Lightroom
Cuando pasamos de iPhoto a Aperture el proceso es muy sencillo. Sólo tenemos que ir al menú Importar de Aperture y seleccionar la biblioteca de iPhoto. La aplicación se encarga del resto y en pocos minutos, en función del número de fotos, tendremos todo en Aperture conservando ajustes, metadatos, etc...
Hacer lo mismo con Lightroom no es igual de sencillo pero no por eso imposible. Aunque sí debemos tener en cuenta que habrá algunos detalles que no podremos importar. A continuación os mostraremos cómo hacerlo pero antes, como en toda acción que implique tratar con datos, es conveniente realizar una copia de seguridad.
Para ello podéis, si usáis Time Machine, realizar un última copia antes de comenzar. Así, en caso de algún problema o error siempre podremos recuperar la biblioteca. Si no usáis Time Machine directamente guardar la biblioteca de Aperture en una unidad externa o duplicarla en vuestro ordenador.
Preparando las biblioteca de Aperture
Si habéis investigado un poco el funcionamiento de ambas aplicaciones habréis podido notar algunas diferencias. La más llamativa es como realizan la gestión de las imágenes. Lightroom sólo trabaja con carpetas mientras que Aperture puede crear una biblioteca en la que almacena todas las imágenes (originales y modificadas) o solamente enlaces a los archivos originales que tenemos organizados de forma manual en carpetas.
Si nuestra opción era que Aperture guardara en su biblioteca las imágenes que añadíamos ahora tendremos que preparar esa biblioteca para que Lightroom sea capaz de importar los archivos. Para ello vamos al menú File y ahí hacemos clic en Relocate Originals. De esta forma, los archivos originales los colocaremos donde más no interese para luego proceder a la importación.
Es importante que a la hora de relocalizar estos archivos indiquemos a Aperture cómo debe crear las nuevas carpetas, según el nombre del proyecto al que pertenece la imagen o si lo hace según la fecha de la foto. También podremos crear un formato personalizado.
Luego sólo tenemos que abrir Lightroom e importar las carpetas creadas. Si en Aperture usamos la opción de mantener la ubicación actual de las imágenes, en lugar de añadirla a la biblioteca de Aperture, podremos hacer uso de ambas aplicaciones de forma conjunta. Ya que todas las modificaciones que hagamos a las imágenes se almacenan por separado sin afectar al original.
Exportanto palabras clave y otros metadatos
Si decidimos olvidarnos definitivamente de Aperture pero queremos llevar a Lightroom el máximo de información podremos hacerlo. Para comenzar tenemos que saber que los ajustes no se pueden exportar. Por tanto, si hemos realizado ajustes de color, exposición, etc... la única opción es exportar la foto con los ajustes ya realiazdos. Es decir, perdiendo la original y quedándonos con el revelado.
Para hacerlo vamos a File y ahí selecionamos Export Versions. Es importante que elijamos el formato con más calidad posible ya que los originales no estarán, jpeg o tiff.
Si queremos mantener palabras claves así como otros metadatos podremos hacerlo. Para ello, previamente a la acción de exportar versiones o directamente relocalizar originales iremos al menú Metadata. Ahí seleccionamos Write IPTC to Originals.
Consideraciones finales
Cuando las bibliotecas de imágenes no son muy grandes no cuesta mucho realizar este proceso, e incluso hacerlo manualmente. Pero si tienen un volumen considerable es importante que pensemos bien qué y cómo lo vamos a hacer. En algunos casos no está mal mantener ambas aplicaciones y comenzar desde cero con Lightroom.
Así, si necesitamos modificar o volver a imprimir alguna imagen que tengamos en Aperture podremos hacerlo. Si por el contrario tenemos la certeza de no necesitarlo más, una buena opción es exportar versiones, con los metadatos previamente escritos en los originales. Luego podremos crear un nuevo catálogo de Lightroom e importarlas.
Pero recordad, siempre haciendo una copia de seguridad antes por lo que pudiera pasar. Más vale prevenir y consumir gigas de capacidad a curar y no poder recuperar los archivos. ¿Os animáis? ¿Cómo habéis realizado el cambio entre aplicaciones?
En Xataka Foto | Curso de Lightroom 4
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