El de Polaroid es un nombre que mencionado en círculos fotográficos despierta respeto y admiración. Aquella máquina que hace unos años imprimía al instante las fotografías que se tomaban con ella hace un guiño a las nuevas tecnologías, la de los smartphones, y lleva su sello hasta los terminales de Android. Estaba ya disponible para iOS.
El mercado de las aplicaciones fotográficas en smartphones está sobresaturado, en gran parte por aplicaciones cuyos cometidos se solapan. Instagram, EyeEm, Polamatic... ¿Estará la apuesta de Polaroid a la altura de las circunstancias?
Polamatic, una apuesta estética
Básicamente es eso, al menos a día de hoy y a la espera de que evolucione de otra manera. La interfaz de la aplicación es muy sencilla y con un acabado que recuerda ligeramente al esmero que se pone en las apps tradicionalmente diseñadas para iOS.
Un botón para tomar la fotografía, un contador de imágenes en la galería de la aplicación y otro para acceder a la citada galería es todo lo que encontraremos en la interfaz principal. Cuenta con 20 filtros prefabricados, la opción de añadir texto a las fotografías seleccionando entre 24 fuentes y la opción de la que más presume Polaroid: 36 marcos de Polaroid, escaneados en alta calidad de fotografías originales para conseguir la mayor fidelidad posible.
Problemas y limitaciones, un lastre demasiado pesado
Polaroid parece haber pecado de novata con esta aplicación o, más bien, con esta versión de su aplicación. No ha sabido comprender la idiosincrasia de Android, un sistema operativo peculiar que baila de versión o tiene una u otra cámara en cada teléfono. La primera versión ha sido publicada con graves errores o limitaciones que parecen no haber afectado a todos pero que yo he experimentado en mi prueba.
Para empezar, solo tenemos disponible la cámara de la aplicación y ésta es muy limitada. Solo podemos cambiar de cámara (delantera o trasera), añadir una rejilla que ayude a componer o apagar y encender el flash, nada más. No podremos enfocar ni disparar pulsando sobre la pantalla donde lo único que podremos hacer es zoom con una doble pulsación rápida. La desventaja es clara con respecto a Instagram o EyeEm porque estas dos, al menos, te permiten usar cualquier cámara que tengas instalada además de la original.
Una vez tomamos la fotografía la aplicación se puede llevar hasta casi medio minuto para almacenarla y abrir el menú de edición. Ojo con la orientación al tomar la fotografía porque si disparamos con el teléfono en vertical la fotografía se mostrará girada y no podrás hacer nada por corregirlo en el menú de recorte. No queda otra opción que disparar con el teléfono en horizontal.
Presume Polamatic de que la resolución de salida de las fotografías es de 2282x2771 pixels. Bien... la realidad es que para la visualización en terminales móviles resoluciones menores son igualmente válidas y no provocan un deterioro notable de la imagen si la vemos al 100% como ocurre en este caso.
Las fotografías almacenadas en la galería de la aplicación pueden compartirse con multitud de aplicaciones de terceros como Instagram, Twitter, Facebook o Flickr pero lo hace, otra vez, de mala manera. En Android estamos acostumbrados a poder compartir desde un botón a cualquier otra aplicación del teléfono, aquí parece que solo podemos compartir a las opciones incluidas (me faltaría, solo por decir una obvia, Dropbox) pulsando sobre un tosco menú.
Si comparamos Polamatic con Instagram o EyeEm, la aplicación de Polaroid no sale nada bien parada, especialmente cuando las otras dos con más y mejores funciones son gratuitas y ésta cuesta 0.76 euros. No me cabe la menor duda de que con el tiempo se solventarán los problemas y puede que hasta mejoren funcionalidades (hoy mismo ha recibido una actualización con la que no he experimentado ninguna mejora) pero mientras tanto Polamatic no tiene sitio en mi smartphone.
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