Para los que aún no conozcan la sensación del momento, Facebook es una comunidad online, una red social donde puedes mantener el contacto con los amigos con que has vivido, compartes o has compartido estudios/trabajo, conocido en viajes, etc. De hecho yo lo descubrí gracias a una antigua compañera de Facultad. En el mundo anglosajón hace tiempo que es famoso, y ahora comienza a serlo para los castellanoparlantes. Pero por desgracia aún no hay una versión en castellano.
Te animo a que ingreses en la comuidad y a buscar tus compañeros de clase o de trabajo, pero ten cuidado que puede ser adictivo. Y es que una de las cosas que lo hacen adictivo son las aplicaciones, una especie de plugins, algunas de utilidad y otras hechas para pasar el rato. Hay aplicaciones para agregar tus fotos de flickr, de jpgmagazine o de photobucket. También puedes agregar Picnik a tu Facebook, una utilidad que te permite editar online tus fotografías.
Pero además de cientos de aplicaciones relacionadas con la fotografía, lo importante es que Facebook nos ofrece la posibilidad de crear nuestras propias galerías y subir fotos. No penséis que es una especie de flickr, no. Las imágenes subidas a Facebook se redimensionan automáticamente para ocupar poco espacio, por lo que no podemos usarlo si lo que queremos es mostrar nuestro trabajo en su máximo esplendor. La utilidad de estas galerías es mostrarlas a los amigos, con la posibilidad de etiquetarlas con el nombre de ellos si aparecen en las fotografías, y enviarselas. Es una buena herramienta para tener online la colección de fotos con los colegas, pero no es un lugar para expresarte como fotógrafo. Para los que ya sólo usamos flickr para exponer nuestro mejor trabajo, Facebook se presenta como una buena opción para dar salida a las fotos de la última fiesta con los amigos.
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