Samyang AF 35 mm f2.8 FE y AF 14 mm f2.8 FE, análisis: dos objetivos angulares que conquistan por el precio

Durante unas semanas hemos podido probar en Xataka Foto dos de los objetivos de Samyang (Rokinon en los EEUU) que más están dando que hablar. El AF 35 mm f2.8 FE y el AF 14 mm f2.8 FE. Lo que más llama la atención es su precio de venta al público. Así que los hemos probado para saber si nos encontramos ante una de las mejores opciones que podemos comprar, en relación calidad/precio, del mercado fotográfico.

Los dos objetivos los hemos probado en una Sony A7 III, una de las cámaras más importantes de los últimos años. ¿Estos objetivos son capaces de sacar toda la calidad posible de esta cámara? La inversión hace que sean muy tentadores para la mayoría de los fotógrafos. ¿Lo barato sale caro? ¿Merece la pena comprárselos? Por supuesto, depende de cada uno. Depende de nuestras necesidades.

Estamos hablando de dos objetivos angulares con autoenfoque de Samyang, una compañía de Corea de Sur que lleva unos años fabricando objetivos que están llamando la atención. Son protagonistas de un cambio importante en el que las marcas de terceros (Sigma, Tamrom, Samyang...) han dejado de ser considerados de calidad media a codearse con las primeras marcas y en algunos casos superarlos en calidad de imagen a un precio notablemente inferior.

En este caso estamos hablando de un 35 mm por menos de 299€ y un 14 mm por 669€, aunque es posible conseguirlos por un precio mucho más bajo. Son objetivos con montura E de Sony (FE) compatibles con las cámaras con sensores FF y APS-C (aunque la distancia focal en estas cámaras, por supuesto, cambiaría).

Hablaremos de cada uno de ellos en su momento, pero cabe destacar que son objetivos muy ligeros y pequeños. No destacan precisamente por su construcción, sobre todo si nos fijamos en el AF 35 mm f2.8 FE, en el que triunfa el plástico y los acabados justos. El AF 14 mm f2.8 FE está mejor construido e inspira más confianza.

No estamos ante los reyes de la nitidez. Ofrecen resultados similares a los de otros objetivos de marcas más reconocidas y precios más altos. Como siempre, depende de las necesidades y del bolsillo de los usuarios.

AF 35 mm f2.8 FE, el objetivo perfecto para el reportaje

De entrada puede haber muchos prejuicios contra este objetivo. Es muy barato, es de plástico, es poco luminoso... Y los que piensen así tienen razón. Pero que sea económico no es motivo para desecharlo. La luminosidad es baja mas en un objetivo de 35 mm no es un factor determinante. Y sí, su construcción en plástico es lo peor que tiene. En este sentido no inspira ninguna confianza.

Lo he probado a conciencia. Lo he llevado encima todo el día con la cámara al hombro. En la ciudad, dentro de una mochila de diario y en una bolsa fotográfica. He viajado con él por carreteras de tercera. Y he subido a montañas con medio metro de nieve. Ha sufrido el sol, el frío y la lluvia. Y para mi sorpresa no ha tenido problema alguno de condensación o fallos de funcionamiento.

Este objetivo tiene siete lentes en seis grupos. Dos son ASP y una HR, con revestimientos UMC. Las siglas, como siempre, nos pueden despistar. Y es difícil encontrar en el catálogo de la marca a qué se refieren. Después de muchas búsquedas hemos descubierto que quiere decir que tiene dos lentes asféricas para minimizar aberraciones y la dispersión innecesaria de luz; y una de alta refracción con recubrimiento para evitar las aberraciones de color.

Lo primero que sorprende es lo compacto que es. Desde que lo sacas de la caja no deja de recordarte (en todos los sentidos) al SONNAR® T* FE 35 MM F2.8 ZA, con el que comparte absolutamente todo salvo el precio (tres veces más caro), la calidad de los materiales y la disposición de las lentes. Sería bueno hacer un análisis en un futuro.

La construcción no es puntera. Y en cierta manera es lógico por semejante precio. El exceso de plástico de dudosa calidad es lo único negativo de este objetivo de Samyang. La tapa y el minúsculo parasol parecen de juguete. Nos predispone a ser más cuidadosos con él. Como ya he comentado, a lo largo de los días no he tenido ningún problema en este sentido. Pero el aspecto no es una buena carta de presentación.

Eso sí, la montura es metálica con todos los contactos para comunicarse sin problema con la cámara. Es una buena noticia que asegura una buena resistencia al tiempo. Pero durante la prueba siempre he tenido miedo a perder la tapa trasera a la hora de guardarlo en la mochila.

Es tan pequeño que parece que no tiene sentido sujetarlo. El anillo de enfoque manual estriado es muy suave, quizás demasiado para los que estamos acostumbrados a objetivos más punteros. Personalmente me ha recordado al tacto de un Canon EF 35 mm f2.

Rendimiento y calidad de imagen

¿Realmente merece la pena su compra? ¿Tiene sentido tener una Sony A7 y montarle semejante objetivo? Cada uno tendrá su respuesta. Y es lógico. Todos quieren un serie G para estas máquinas. Una Sony A7 con este objetivo es un equipo sumamente compacto, ligero y discreto. Lo que mucha gente busca para la fotografía de calle o para el reportaje. No llama la atención.

Pero desde luego lo mejor de este objetivo es su calidad de imagen... si partimos de su precio. No es luminoso, pero nada que no pueda resolver aumentar el ISO un paso. Y tampoco buscamos con un 35 mm un desenfoque bello...

El viñeteado es evidente a f2,8. Desaparece practicamente cerrando un paso para comportarse correctamente a partir de f5,6. Nada grave que no se pueda resolver con la Corrección de lente de Adobe. La distorsión en barrilete es bastante marcada en las esquinas pero solo lo podemos notar en fotografías arquitectónicas. La difracción, esa pérdida de nitidez al cerrar el diafragma, hace acto de presencia, de forma evidente, a f22.

Solo queda por señalar la pérdida de nitidez del centro a las esquinas. En este caso sí que se puede decir que no hay pérdidas significativas. Y no más de las esperables. Como siempre todo depende de cada usuario y del grado de exigencia. Para fotografía de viajes y de reportaje los resultados son totalmente válidos.

Las lentes asféricas y el multirrevestimiento contienen bastante los efectos del flare, y no se pierde contraste en exceso aunque coloquemos el objetivo frente al sol. Todo está en su justa medida.

Quizás el tema más preocupante es la resolución. Aunque no es su cometido, utilicé el objetivo para reproducir unos grabados en una biblioteca. Con su mesa de reproducción. Si observáis las imágenes al 100% les falta un punto de calidad que se podría suplir con un buen trabajo en el laboratorio.

No es un objetivo para fanáticos de la nitidez. Es un objetivo de batalla, un objetivo que cumple su cometido como todos los de gama media de las primeras marcas, pero más barato. No estará nunca en la lista de los mejores pero será de los primeros si valoramos solo la relación calidad/precio. Y por las pruebas que se pueden ver en la red su respuesta es muy similar al Sony que hemos nombrado, el SONNAR® T* FE 35 MM F2.8 ZA. Pero el exceso de plástico puede ser una losa demasiado pesada para decidirse por su compra.

AF 14 mm f2.8 FE, el objetivo económico para la fotografía de paisaje

El segundo objetivo que hemos probado es el AF 14 mm f2.8 FE. Una distancia focal que cada vez está más de moda para la fotografía de paisaje. normalmente es un peso pesado de la mochila y uno de los objetivos más caros que podemos comprar. Para el formato completo un 14 mm se comporta prácticamente como un ojo de pez a no ser que sea rectilinear, como este que tenemos entre manos.

Es una construcción extrema que exagera una barbaridad la perspectiva según el punto de vista que estemos. Los objetos en primer plano serán enormes respecto a los del plano del fondo. Y la distorsión hará acto de presencia en cuanto movamos más de lo adecuado el plano de la cámara. Siempre deberíamos trabajar con trípode si montamos en la cámara uno de estos objetivos.

En este caso el AF 14 mm f2.8 FE vuelve a destacar por su precio. Un 14 mm con autoenfoque por solo 669€. Perfecto para todos los que quieren experimentar con la distancia focal de moda y no pueden gastar los 2400€ del Nikon, los 1950€ del Canon o los 1450€ del Sigma. Las características son las siguientes:

De nuevo sorprende por su ajustado tamaño. Y en este caso llama la atención la construcción y sus materiales. Es mucho más firme que el 35 mm que hemos visto. Desde que lo sacas de la caja te inspira confianza con el parasol fijado al cuerpo protegiendo a la lente que sobresale por su curvatura. Y ese anillo estriado de enfoque manual de 26 mm demasiado suave a la hora de utilizarlo.

Junto con la Sony A7 III es un conjunto equilibrado y sin problema alguno de cabeceo por el desplazamiento de las lentes. Como no cambia de longitud a la hora de enfocar siempre lo podemos sujetar de la misma forma. Aunque vuelvo a insistir en la necesidad de trabajar siempre con trípode.

Algo muy llamativo es que desde el propio manual, el fabricante recomienda 'desactivar la Función de corrección de aberración del objetivo' para lograr el mejor funcionamiento posible. Es algo que podemos hacer para lograr un mejor resultado. Y algo que llama poderosamente la atención, sobre todo porque cuesta encontrarlo dentro de los manuales que podemos encontrar en la red.

Rendimiento y calidad de imagen del AF 14 mm f2.8 FE

No nos encontramos ante el mejor objetivo de 14 mm posible. Pero para muchos fotógrafos no es un objetivo principal. Solo se utilizará en contadas ocasiones. Y bajo esta perspectiva puede ser un gran aliado y se podrán superar ciertos problemas.

En mi caso no he podido utilizar esta unidad con el enfoque continuo. Daba una y otra vez error. No me quedó más remedio que disparar con el enfoque manual o apostar con el AF-S para poder disfrutar de las ventajas del autoenfoque.

No es un objetivo que destaque precisamente por su nitidez, como suele ocurrir con todos los 14 mm del mercado. El rendimiento es justo y es necesario configurar la cámara para lograr un resultado mejor, como hemos adelantado antes. Parece que tiene una profundidad de campo infinita pero exige trabajar con diversas técnicas de toma y revelado para conseguir resultados sorprendentes. No vale con hacer un único disparo.

Es un angular extremo, y todos los problemas aumentan: viñeteado, aberraciones, pérdida de nitidez en las esquinas. Con una buena técnica se pueden conseguir grandes resultados pero no permite ni un error a la hora de preparar la toma. También tengo que señalar ciertos problemas de enfoque... lo mejor es hacer la fotografía y confirmar siempre al 100% de aumento su precisión. No suele fallar pero recomiendo ser precavido.

A pesar de todo es un objetivo recomendable si quieres probarlo de vez en cuando. Vuelvo a insistir que con una buena configuración los resultados mejorarán mucho: trípode robusto, bien equilibrado, la cámara bien ajustada y un buen diafragma (como siempre en torno a f8).

Con estas directrices el AF 14 mm f2.8 FE sube bastantes enteros y se convierte en un objetivo que podemos tener en cuenta. Eso sí, si planeas hacer grandes ampliaciones no es el mejor objetivo que podemos recomendar.

A modo de conclusión

No podemos dejar de pensar en el precio de estos dos objetivos angulares de Samyang. Como hemos visto a lo largo del artículo sus resultados son buenos pero no alcanzan la excelencia. Son buenos objetivos pero no son capaces de sacar todo el potencial de las últimas Sony del mercado.

Si no tenemos necesidad de hacer grandes ampliaciones, solo vamos a publicar en las redes y no vamos a ver las imágenes al detalle, son objetivos perfectos. Todas sus carencias se pueden cubrir con un buen trabajo de revelado. Pero no los recomiendo si quieres pasar a papel las fotografías o quieres conseguir esos resultados fine art que tanto gustan ahora y siempre.

El precio es su mejor baza. Y pueden cumplir perfectamente su cometido pero de nuevo se demuestra que es difícil encontrar un objetivo bueno, bonito y barato. Algunos hay en el mercado, como los clásicos 50 mm f1,8 de toda la vida. Pero estos Samyang no son objetivos profesionales. Si buscáis un buen resultado y un precio imbatible son vuestros angulares. Mas no busquéis con ellos la nitidez extrema.

Los objetivos han sido cedidos para el análisis por parte de Robisa. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.