Samsung NX100, toma de contacto

Desde Corea del Sur Samsung ha llegado a Colonia, donde se desarrolla Photokina 2010, con una fuerte ambición: conquistar el mercado de las cámaras híbridas (también denominadas EVIL). Para ello, aprovechando un marco idóneo como esta feria, se ha presentado la Samsung NX100, una cámara híbrida, que sin ser la primera del fabricante, sí que es la que está llamada a liderar su presencia en el mercado, y en la que han puesto todo el empeño y poderío de este gigante de la electrónica.

En Photokina estuvimos presentes en dicha presentación, donde quedaba patente la fe que desde Samsung tienen depositada en este modelo que se sitúa en el mercado de las híbridas con suficientes argumentos como para competir duramente. La fusión entre las funcionalidades y sencillez de una compacta y la calidad de imagen y la posibilidad de intercambiar objetivos de las réflex es el nuevo terreno donde se están produciendo mayores y más veloces avances. Y Samsung trae la NX100 con algunas innovaciones que la colocan en un lugar destacado en este incipiente y estimulante escenario.

Samsung NX100 y su cuidado diseño: el primer atractivo

A pesar de su desembarco de Samsung en las cámaras sin espejo con objetivos intercambiables se produjo con la NX10, parece que pocos meses después, esta nueva Samsung NX100 sea la primera en llegar. Y especialmente queda patente en el cuidado puesto a la hora de aterrizar, con un cuidado diseño, mucho más atractivo, original y reducido que la mencionada NX10. Y esta renovación trae como consecuencia una cámara que posee unas dimensiones muy comedidas y un cuerpo delgado con acabado curvilíneo que le da un toque de elegancia. Sin duda, es una cámara que atraerá a más público.

En las manos, la NX100 demuestra gran ligereza, incluso con el nuevo objetivo 20-50 mm que es realmente compacto. Su aspecto, con acabados en el clásico color negro y un más atrevido color blanco (aunque también hay una versión en gris que no llegará al mercado español, según nos han confirmado) y unas líneas sencillas transmite buena sensación: es cómoda, manejable y con unos botones de acceso cómodos y claros. Una buena traslación de sencillez que se incorpora desde su espíritu de “compacta”.

Y una mención destacada merece la excelente interfaz de la NX100. Siguiendo la línea habitual en Samsung, el manejo de los menús en pantalla es cómodo y posee un acabado visual muy atractivo (con su característico color azul brillante). Sin embargo, como es lógico por el cúmulo de prestaciones, al principio cuesta bastante adaptarse a los atajos para llegar a las principales funciones. Aunque, una vez superados gracias al dial de la parte posterior se accede con rapidez.

i-Function: manejo de parámetros desde el mismo objetivo

Pero desde Samsung han querido apostar por la innovación para acompañar a su diseño como verdadero reclamo. Por ello, incorporan una curiosa opción, denominada “i-Function” en el propio objetivo. No es otra cosa que un botón (que por cierto obliga a darle algo más de trabajo al pulgar de la mano izquierda) que sirve de atajo para poder manejar los principales parámetros a la hora de realizar las capturas. Así, podemos elegir la velocidad de obturación, apertura, sensibilidad ISO simplemente pulsando este botón y girando el anillo del objetivo.

La idea principal de esta nueva funcionalidad no es otra que facilitar el acceso a los parámetros principales que con el tiempo de uso y la práctica, podríamos realizar estos ajustes sin tener que mirar con detalle la pantalla (ya que no incorpora visor de serie). De momento esta función se incorpora en los dos objetivos que han llegado de la mano de la NX100, como son el mencionado zoom 20-50 mm y el pancake 20 mm (que no pudimos llegar a probar y hubiese sido interesante comprobar su manejo en unas dimensiones tan mínimas).

Por supuesto, la pantalla AMOLED de 3 pulgadas es otro de sus atractivos, aunque no se trate de ninguna novedad, siempre se agradece la agradable visualización que posee. Y por otra parte, ni el cuerpo (por su delgadez) ni el objetivo (quizás debido a la incorporación del “i-Function”) están estabilizados, aunque sí que han aumentado el rango de sensibilidad ISO con respecto a la NX10.

En cuanto a los resultados de las imágenes, teniendo en cuenta que en el stand de Photokina no existen ni muchas opciones para hacer pruebas ni demasiado tiempo para testearla con profundidad, al menos sí pudimos comprobar que se comporta dentro lo que esperábamos. También podemos añadir que la velocidad de enfoque es aceptable, con las limitaciones que impone el enfoque por contraste y el sonido del obturador discreto. Sin embargo, aunque se ha reducido algo la demora entre la captura y la grabación en la tarjeta de memoria con respecto a la anterior NX10, sí que evidencia lentitud en este proceso (cuando disparamos en RAW, no tanto en JPEG), especialmente cuando se trata de disparo en ráfaga. Pero aunque no es una cámara enfocada a lograr velocidad en sus ráfagas, sí que apreciamos un mayor margen de mejora en este sentido.

Conclusiones

La Samsung NX100 viene acompañada de múltiples accesorios, desde un flash y un visor electrónico externos a una unidad GPS, entre lo más destacado. Y el precio de salida anunciado, en torno a los 599 euros con el 20-50 mm y 699 euros con el pancake 20 mm, parece bastante razonable y sin duda competitivo. Aunque el mercado ya posee interesantes opciones, desde las Micro Cuatro Tercios de Olympus y Panasonic, a las NEX de Sony, desde Samsung van de lleno con todo su potencial para encontrar un hueco destacado, y mirando muy de cerca a los aficionados que busquen una cámara innovadora, completa, fácil de usar, múltiples posibilidades creativas y con unos resultados que superen a las abundantes compactas. Y no cabe duda de que Samsung ha sabido redirigir su camino iniciado con la NX10 y han puesto empeño y buen hacer para convertirse en un líder de ventas.

Para otra ocasión, con más pausa y con una NX100 entre las manos, quedará el análisis sobre sus resultados y la valoración sobre sus capturas tanto en imagen como en vídeo, que por supuesto no podía faltar en una cámara tan completa y atractiva como ésta.

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