No andábamos muy desencaminados el el otro día cuando os hablábamos de una posible cámara sin espejo de Ricoh. Según los rumores, se iba a llamar GZ1. No ha sido así, pues la han bautizado como GXR. Lo que nadie se esperaba es que se haya convertido en la primera cámara del mundo (para usuarios no profesionales) que se venda con partes intercambiables; como ya ocurre con las Mamiya.
Aunque las cámaras profesionales, como las Mamiya permitan intercambiar sus objetivos y sensores, la Ricoh GXR se convierte en la cámara más pequeña y barata del mercado en ofrecernos esta interesante opción. Con esto tenemos una cámara ampliable, que si con el paso de los años se nos queda corta, podemos ampliarla; como si de un PC se tratara.
La GXR tiene un cuerpo de magnesio en color negro; bastante feo por cierto, y muy poco ergonómico en términos de usabilidad.
La cámara se compone de una brillante pantalla LCD de 3” con una resolución de 640×480 pixels. Aparte lleva un sensor, objetivo y procesador de imagen intercambiables; que pueden intercambiarse por otros mejores.
El cuerpo de la cámara se vende por separado a un precio de 465 euros, y luego podemos ampliarlo con varios kits que Ricoh irá lanzando.
Todos los cuerpos tienen en común un estabilizador de imagen, que nos salvará de tomar fotos movidas en ambientes de poca luz.
Como extra, trae una tapa retráctil (que estaba disponible en la Ricoh LC-2 como opción), que se abre cuando asoma el objetivo, y se cierra cuando este se esconde. Con esto nos evitamos preocuparnos por ella y perderla.
La GXR puede usar el flash externo GR Digital III, gracias a su zapata incorporada, que funciona por TTL (Through The Lens), por lo que el flash integrado también se puede aprovechar de esta función.
Si queremos, podemos usar un visor electrónico (de resolución VGA) que se conecta en la zapata del flash y nos permite girarlo hasta 90º. Tiene un 100% de cobertura y nos muestra la misma información que veríamos en la pantalla. Muy interesante sin duda. Se vende por separado por 250 euros.
De momento tenemos dos kits:
Kit básico, 330 euros
En el kit básico nos encontramos con un sensor CCD de 1/1.7” de 10 mpx y soporte de grabación de vídeo en tamaño VGA. El corazón de todo esto es el procesador Smooth Imaging Engine IV que promete una gran calidad de imagen con una relación señal-ruido bastante contenida.
El objetivo 24-72 mm f/2.5-4.4 de 3 aumentos y lentes de baja dispersión, nos ofrece un buen equilibrio entre tamaño y calidad.
Kit avanzado, 667 euros
El kit avanzado se compone de un sensor CMOS APS-C de 12.3 mpx de muchísima mayor calidad que el sensor básico, lo que es bastante importante. Meter el sensor APS-C en una cámara réflex en un cuerpo tan compacto es realmente impresionante. Además trae soporte para la grabación de vídeo en HD. El procesador de imagen es el GR Engine III, que promete una elevada calidad en resoluciones altas, un ruido muy bajo y la captación de colores muy natural.
El objetivo macro de 50mm f/2.5 tiene una lente muy luminosa que evita la aparición de aberraciones cromáticas y cualquier signo de viñeteo. A pesar de su tamaño compacto, es también un objetivo macro.
Vía | Photo Rumors
Fotos | DP Review
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