Pentax K-3 II, todos los detalles acerca del nuevo «buque insignia» DSLR de la familia K (actualizado con precios)

Ricoh ha puesto «toda la carne en el asador». La Pentax K-3 original, que llegó al mercado en noviembre de 2013, es una cámara equilibrada que destaca por su robustez y gran calidad de imagen (si tenéis curiosidad y no lo leísteis en su momento, no os perdáis nuestro análisis). Sobre el papel, la nueva K-3 II tiene estas mismas cualidades, pero aventaja a su predecesora en varios parámetros clave a los que merece la pena que prestemos atención.

Al igual que el modelo original, la nueva DSLR de Pentax tiene un cuerpo sellado capaz de proteger sus delicados componentes electrónicos del polvo y las salpicaduras, un enfoque automático de 27 puntos y un sensor APS-C de 24,35 megapíxeles efectivos. Sin embargo, se desmarca de su predecesora gracias, sobre todo, a su tecnología de mejora de la resolución, denominada Pixel Shift Resolution System, y también por el sistema de estabilización más avanzado de la familia K hasta la fecha. Veamos la nueva K-3 II en detalle.

Pentax K-3 II: sensor y procesador de imagen

El captador integrado en esta cámara es un dispositivo CMOS APS-C con una resolución efectiva de 24,35 megapíxeles que trabaja codo con codo con un procesador de imagen Prime III idéntico al que podemos encontrar en el interior de la 645Z, la DSLR de formato medio de Pentax, lo que nos permite hacernos una idea de su muy notable capacidad. Juntos, estos dos componentes permiten a esta cámara, según Ricoh, ofrecer un nivel de ruido mínimo incluso al utilizar valores de sensibilidad muy elevados, que en este modelo alcanza 51.200 ISO.

Por otro lado, al igual que la K-3 original, esta nueva DSLR carece de filtro óptico de paso bajo, por lo que para combatir el muaré sus diseñadores han vuelto a apostar por un filtro de simulación de antialiasing que, en teoría, ofrece el mismo nivel de reducción de este efecto que un filtro OLPF. Para lograrlo aplica unas vibraciones microscópicas al sensor a nivel de subpíxel durante la exposición, lo que nos permite no solo activar y desactivar esta tecnología cuando queramos, sino también ajustar su intensidad para adecuarla a las necesidades de cada captura.

Estabilización y resolución mejorada

El sistema de estabilización implementado en el cuerpo de la K-3 II recurre a un nuevo giroscopio que, según Ricoh, garantiza una mayor estabilidad y una compensación de las vibraciones más eficaz que la estabilización integrada en otros modelos de la marca, capaz de alcanzar los 4,5 pasos de velocidad de obturación. Además, esta tecnología puede utilizarse sin problemas con un abanico de ópticas bastante amplio.

Otra de las innovaciones interesantes introducidas por los ingenieros de esta marca en esta DSLR es su tecnología de «súper resolución», diseñada para capturar cuatro fotografías de la misma toma, pero desplazando en cada una de ellas el sensor un píxel. Lo más interesante es que, a diferencia del filtrado Bayer convencional, este sistema recoge toda la información de color en cada píxel, lo que, al parecer, permite a esta cámara resolver el detalle con mucha precisión, y, a la par, arrojar una gama cromática amplia y minimizar el ruido con valores de sensibilidad elevados. Como podemos intuir esta estrategia tiene una filosofía similar a la utilizada por Olympus en su OM-D E-M5 Mark II para generar fotografías de hasta 40 megapíxeles a partir de un sensor de 16 megapíxeles.

Enfoque automático y control de la exposición

Del AF de la K-3 II se encarga un sensor SAFOX 11 que utiliza 27 puntos de enfoque (25 de ellos en cruz colocados en el centro del área de captura). Lo interesante es que el punto central y los situados justo encima y debajo de este están diseñados para detectar el flujo de luz de las ópticas con apertura máxima f/2.8, lo que ayuda a esta cámara a enfocar con más precisión cuando se utilizan aberturas considerables. Por otro lado, Ricoh defiende que la combinación del algoritmo de enfoque automático de este modelo y el sistema de análisis de las escenas en tiempo real de Pentax permiten a esta cámara ofrecer un enfoque automático continuo muy eficaz y con una gama de luminancia amplia (-3EV a +18EV).

El componente responsable del análisis de las escenas en tiempo real es un sensor RGB de medición con 86.000 píxeles diseñado, además de para controlar la exposición con precisión, para ajustar el balance de blancos, y, como acabamos de ver, también para incrementar la eficacia del enfoque automático. Otro dato interesante: la K-3 II es capaz de capturar un máximo de 8,3 imágenes por segundo y recoger mediante el disparo continuo hasta 23 fotografías en formato RAW y 60 en JPEG.

Visor, GPS y otras características

Los espejos del pentaprisma de esta DSLR han sido tratados con una nueva cobertura que incrementa el brillo de las imágenes que podemos observar a través del visor óptico de esta cámara, que, por otra parte, tiene un factor de ampliación de 0,95x y una cobertura cercana al 100%. Otra característica apetecible de la K-3 II es que incorpora un GPS que, además de recoger información acerca de la ubicación, la altitud, el huso horario y la dirección de disparo, puede trabajar codo con codo con la tecnología de estabilización de la cámara para facilitar el seguimiento de los cuerpos celestes en astrofotografía. Esta interesante innovación se llama Astrotracer.

Cambiando de tercio, el monitor LCD TFT integrado en la K-3 II tiene un tamaño de 3,2 pulgadas, una resolución de 1.003.700 puntos y su relación de aspecto es 3:2. Además, esta cámara puede grabar vídeo Full HD con una cadencia máxima de 60 FPS en modo entrelazado o 30 FPS en progresivo, incorpora dos ranuras para tarjetas SD compatibles con soportes SDXC UHS-I y soporta HDR sobre RAW.

Pentax K-3 II, precio y disponibilidad

Ricoh nos ha confirmado que el cuerpo de la K-3 II costará 999 euros, aunque también estarán disponibles tres kits diferentes. El primero incorporará el objetivo 18-55 mm WR y tendrá un precio de 1.099 euros; el segundo incluirá la óptica 18-135 mm WR y costará 1.399 euros, y el último apostará por el objetivo 16-85 mm y valdrá 1.499 euros. Llegarán a las tiendas a lo largo del próximo mes de mayo.