Explorar el mundo es una meta que está en casi todos nosotros como fotógrafos. Conocer nuevos lugares, empaparse de sus paisajes, explorar culturas maravillosas y vivir experiencias únicas nos ayudan a crecer a nivel artístico de manera impresionante. Es por ello que no hay que extrañarse que más y más gente esté migrando al paisaje, el estilo de vida y la fotografía de viaje como meta de vida.
Entre las delgadas líneas de estos estilos de fotografía, algunos se pierden buscando el éxito inmediato. Sin embargo, el amplio cubrimiento de estos estilos fotográficos requieren que se creen estrategias para crecer y entender cómo comercializar el viajar por el mundo.
La vida del viajero
Hace poco os dimos algunos consejos al iniciar una vida profesional en el mundo de la fotografía. En este apartado mencionamos que uno de los primeros pasos es definir un mercado y sus posibles clientes. El campo de fotógrafo de estilo de vida es uno de los que mejor ejemplifican cómo se logra esto.
Los fotógrafos de estilo de vida y aventura son aquellos que mediante sus imágenes antojan al público a vivir el mundo y lo que tiene para ofrecer. El método para llegar a ello es definir una línea clara y sistemática de imágenes que seguirán la línea de negocio: usualmente un hobbie o un elemento representativo.
En este apartado, algunos ejemplos llamativos pueden ser la secuencia de imágenes de GirlEatWorld, donde el enfoque es la comida en un contexto cultural. A través de sus publicaciones podemos ver que su modelo de negocio se mantiene a través de mención de empresas y programas turísticos que piden que haga series sobre la comida de una ciudad o región específica.
También está la cuenta de SukiCat, donde vemos lo bien que lo pasa este gato paseador. Visitano locaciones llamativas y siendo tierno, el modelo de negocio de esta cuenta se enfoca en promocionar mercancía relacionada con los viajes de Suki y las alianzas con productos que aparecen en las imágenes: mantas, morrales, ropa. Sin embargo su método no es el de la mención directa, sino el de concursos de premios para los seguidores y compradores de mercancía de Suki.
Vemos también el caso de Sorelle Amore, quien ha dominado el mercado de estilo de vida a través de autoretratos y su concepto de ‘Advanced Selfies’. Consiguiendo que su negocio crezca a partir de grupos hoteleros y resorts que la invitan a viajar a locaciones, su canal de YouTube donde indaga más el estilo de vida como viajera y la venta de presets de Lightroom y tutoriales sobre cómo ser un fotógrafo de viaje.
En estos casos vemos que los lugares que se visitan parecen estar en un segundo plano. Lo más importante es el elemento temático que nos lleva a esos sitios. Para este mercado, las fuentes de ingreso son aquellas empresas que ofrecen productos de viaje y la participación en campañas de turismo de ciudades, regiones y grupos hoteleros.
Viaje y turismo
El siguiente grupo del que hablaremos es el de los fotógrafos de viaje. En este apartado, hay una línea delgada con el fotógrafo de paisaje. A pesar de que ambos están mostrando lugares magníficos, el enfoque comercial es muy distinto, lo que lleva a no definir una línea fotográfica que apele a los consumidores de un estilo u otro.
Para enfocar el objetivo del fotógrafo de viaje debemos pensar en una sola palabra: turismo.
El principal mercado que queremos explotar en la fotografía de viaje es antojar al público a visitar las ciudades, sus maravillosos monumentos, sus calles, su experiencia que los hace sentir fuera de casa pero en un espacio controlado y seguro. Por ello, nuestros principales clientes vendrán de la industria del turismo: editoriales buscando imágenes para sus guías turísticas, entidades gubernamentales que buscan promocionar el turismo en su ciudad, tiendas de recuerdos que actualizan sus postales de los sitios y vistas icónicas de la ciudad y agencias de viajes y turismo que necesitan mostrar las experiencias que se viven a través de sus servicios.
En este estilo de fotografía nuestro potencial sistema de distribución principal son las páginas de imágenes de archivo. Las editoriales y compañías de turismo dependen de ellas para publicaciones generales.
Crecer en este mercado permite que luego nos acerquemos a editoriales más especializadas que nos compren un proyecto fotográfico realizado en una ciudad. Este crecimiento también nos permite que nos acerquemos a entidades gubernamentales y culturales que promuevan el crecimiento turístico de la ciudad.
El arte del paisaje
Finalmente nos metemos en la fotografía de paisaje. Para mi, la rama de viajar por el mundo más satisfactoria y artística. Además la que se encuentra en el intermedio entre el estilo de vida y el turismo.
En este estilo de fotografía nos enfocamos en explorar la naturaleza, en capturar momentos y espacios únicos. El público que mira nuestras imágenes pasa a un segundo plano, pues no estamos vendiendo un producto o un lugar, sino compartiendo fragmentos del mundo.
A través de nuestras imágenes estamos invitando a más personas a explorar el mundo, generar conciencia sobre cómo los humanos influenciamos el medio ambiente y a crear un documento histórico de cómo evoluciona la geografía. El mercado principal de este estilo de fotografía son los concursos. Sin embargo editoriales especializadas al estilo National Geographic suelen ser donde promovemos nuestro trabajo. Algunas publicaciones científicas suelen contratar fotógrafos que acompañen a los científicos en expediciones para ayudarlos a complementar su trabajo con registro fotográfico.
El mundo del turismo y la aventura también se suman en estos campos. Los promotores de escalada, caminatas y campamento aprovechan este estilo de fotografía para vender sus recorridos. Las compañías de equipo de exploración y fotográficas suelen tomar a los fotógrafos de paisaje como embajadores de marca, promocionando con ellos su alcance alrededor del mundo.
Este estilo fotográfico es uno de los que más requiere paciencia y sacrificio. Explorar el mundo requiere tener visión, planear y suerte. El fotógrafo de paisaje que destaca no lo hace por ir a lugares extraños, sino por tener la calma necesaria para esperar la luz correcta, llegar al sitio indicado y capturar una imagen que transmita emociones. Esta práctica solo se logra al experimentar lo que este mundo tiene para ofrecernos y puede ser un proceso lento.
En cualquier caso. Estamos en una era muy especial que nos permite recorrer el mundo con mayor facilidad. Ojalá muchos sigáis el camino de conocer el globo.