La historia de nuestra vida se escribe con recuerdos, y ni que decir a día de hoy cuanto interviene la fotografía para crear dicha historia... No hay acontecimiento importante ni situación que nos enamore la cual no queramos congelar para la posteridad y poder mostrársela a todo el mundo (sobre todo en redes sociales).
No hay duda, la fotografía está siempre muy cercana en estas cosas para todo el mundo, incluido los fotógrafos o aficionados a la misma. Y justamente de estos dos últimos grupos vamos a hablar para ser más exactos en este tipo de situaciones.
Soy fotógrafo sí, pero no las 24 horas del día
Salir de fiesta, ir a bodas, comuniones, bautizos, reuniones familiares... y un sin fin de situaciones en las que la fotografía es una de las perfectas herramientas para poder congelar el momento. Pero, es obvio que, por muy buenas y avanzadas que sean las cámaras y los miles de modos automáticos que tengan, alguien tiene que apretar el botón. Y he aquí que es donde llegó la pesadilla para los que nos dedicamos a la fotografía (tanto profesionales como aficionados).
Fotografía de Gemma Bou
"Qué haga la foto Paco que es el fotógrafo". Cuantas veces hemos oído esa demoledora frase, la cual esperas que cuando sale una cámara a flote no se anuncie a los cuatro vientos. Y es que en dicho momento, parece que el tiempo se para y dichas palabras resuenan a cámara lenta como si del infierno procedieran. Es cierto, seamos claros, odiamos no poder disfrutar de todos esos momentos sólo porque sabemos que nuestro "trabajo" continúa estemos donde estemos.
Soy fotógrafo sí, pero me gusta disfrutar también
Es obvio, somos fotógrafos porque nos gusta la fotografía, no tengamos ninguna duda al respecto; pero igual que a todos los demás, nos gusta descansar o en su defecto ganar dinero por lo que debería ser nuestro trabajo. Soy de los que piensa que siempre podemos hacer un pequeño favor, pero de ahí a ser el reportero oficial de la familia (hablemos de reuniones muy grandes, no de cosas pequeñas que requieran de un sentimiento de mucho apego), de amigos o incluso de conocidos hay una línea demasiado grande.
Nos gusta disfrutar, nos gusta ser participes de todos esos momentos fuera de nuestro trabajo, y es que al igual que todas las demás personas que dejan su trabajo de lado en dichas situaciones, nosotros también lo necesitamos muchas veces... Aunque claro, eso no siempre se cumple.
Fotografía de Pablo
Soy fotógrafo sí, pero también me gusta vivir otras opciones
En definitiva, se acerca ya un mes en el que estas situaciones van a ser los perfectos cebos para ello. Si estas leyendo esto y no eres fotógrafo piensa en nosotros, los que llevamos una cámara encima como si de brocha para un pintor se tratara. En caso de que seáis parte de los sufridores, enseñadlo a vuestros allegados, lo mismo con un poco de suerte pasáis unas Navidades como hace mucho no las vivíais.
Recuerda, somos fotógrafos pero no 24/7. ¿Y a vosotros, os ha pasado alguna vez?
NOTA:
El artículo ha sido realizado en una tesitura muy exagerada, sarcástica y en clave de humor. Obviamente todos nos sentimos muy bien ejerciendo nuestra profesión y haciendo uso de nuestro hobbie en muchos momentos fuera de nuestras horas laborales. Lamentablemente si es cierto que, hay gente que no sabe darse cuenta de que a veces queremos descasar y vivir muchos momentos como si la fotografía no formará parte de nosotros; pudiendo así, formar parte de los fotografiados en vez de estar siempre detrás de la cámara.
Vivid la fotografía cómo os guste, incluso si os encanta ser siempre el fotógrafo en cualquier situación; a la postre, esta reflexión sólo quiere dejar constancia que también nos gusta ser personas como cualquier otro, nos dediquemos a esto o no.
Fotografía portada | sairacaz en nuestro grupo de Flickr
Ver 44 comentarios