Formatos, formatos y más formatos. Hablamos de sensores con factor de recorte cuando nos referimos a sensores más pequeños de 24 × 36 mm y a éste le llamamos sensor completo o “full frame”. Está claro que esto no es más que otro convencionalismo que quizás no tenga sentido en la fotografía digital del futuro.
En fotografía química se han usado diferentes formatos de película que, por cuestiones técnicas, siempre eran paralelogramos más o menos grandes cuadrados o rectangulares.
El formato más utilizado era el de las cámaras réflex con una relación de aspecto de 3:2, algunos dicen que es el formato más natural y similar a nuestro modo de ver el mundo que nos rodea. En este sentido he realizado unas pruebas de laboratorio que consisten en mirar hacia el frente y tratar de analizar el entorno o visión periférica y en mi caso me da la sensación más de visión circular, o en todo caso elíptica, que rectangular, siempre limitada por las elevaciones faciales claro: nariz, cejas pobladas, pómulos prominentes, labios carnosos…
Volviendo al tema fotográfico, por otro lado los objetivos son circulares, por lo que la imagen que proyectan es circular. Pues bien, si la imagen que proyecta el objetivo es circular y nuestra visión del mundo es más o menos circular, obstáculos faciales aparte, ¿qué sentido tiene hacer recortes de esa imagen ya sean FF, APS o HIJK? ¿No sería más sencillo poner un sensor circular que abarcase todo el círculo de imagen y luego que cada cual recortase a su antojo? No creo que tenga mayores limitaciones técnicas y los usuarios tendríamos mayor libertad a la hora de fotografíar y encuadrar a posteriori.
Aquí dejo esta última meditación veraniega, a ver que opináis.
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