Tener un estilo fotográfico es un arduo proceso de crecer, experimentar y determinar aquellos elementos que muestran de manera correcta nuestra visión. En este proceso, el tratamiento de color de una imagen es fundamental. Con la llegada de la era digital, la corrección de color en laboratorio ha desaparecido lentamente, la edición digital gobierna y, aun así, solo tenemos una herramienta que nos permite ver técnicamente las propiedades de nuestras fotografías: el histograma.
En ocasiones pasadas les hemos hablado de cómo leerlo y curiosidades acerca de él. Sin embargo, esta herramienta está muy limitada para ayudarnos a tener un control completo sobre el color de nuestra imagen. Cuando me encuentro editando una fotografía, muchas veces me encuentro que extraño el poder ver mejor la parte técnica de cómo está mi fotografía. Requiero las herramientas de la corrección de color de vídeo.
Soy videógrafo y, al hacer una corrección en DaVinci u otro software, utilizo las extensiones de histograma, vectorscopio, forma de onda y mostrador RGB. Son cuatro herramientas que ayudan a controlar de manera técnica la corrección de color. Aquí les explicaré para qué sirven y por qué creo necesario que deberían estar en los software de edición fotográfica.
Números y más números
La herramienta que más debéis conocer es el histograma. Es muy útil a la hora de mostrarnos el contraste y la exposición global de la imagen. Nos muestra en un eje los niveles de luminosidad por color en una escala (en vídeo de 0 a 100, en fotografía de 0 a 256) y, en el otro, el porcentaje de estos niveles en el total de la imagen. Con esta herramienta podremos ver qué tan bien aprovechamos el rango dinámico de la imagen.
La siguiente herramienta es la extensión de forma de onda. Esta herramienta tiene similitud con el histograma. Cuenta con un eje Y que tiene una escala de 0 a 1023, y representa el nivel de luminosidad. Sin embargo, se diferencia del histograma en cuanto a que el eje X representa dónde en la imagen está ubicado esos niveles.
Como ejemplo, en la imagen de abajo podemos ver a su lado la forma de onda. Cuando creamos un punto negro o un punto blanco, podemos ver como en la forma de onda se crea un hueco o un tope en tan solo esas áreas de la imagen. Que en un histograma se representarían como una línea en el negro y una línea en el blanco.
La importancia de esta herramienta es que dentro de ella podemos ver si hay zonas que estén contaminando la imagen, que puedan llamar la atención por contraste o simplemente ver la distribución lumínica de los sujetos expuestos en ella. Desde esta herramienta podemos definir también nuestros puntos de negro o blanco, si las sombras o los brillos están cortadas o saber en qué parte de la imagen lo hacen y controlar esos ajustes.
En un apartado similar, el mostrador RGB funciona de manera similar que el forma de onda, pero separa los canales de color. De esta manera, podemos encontrar fácilmente si el color está balanceado o si hay un tono que predomina en la imagen o en un área específica de ella.
Como ejemplo, vemos las imágenes de abajo. La imagen original tiene un balance para hacer lucir la foto más fría, y se nota en el canal azul estando muy sobre los otros dos canales. La imagen del medio está con un balance neutro, y se puede notar que los colores están más balanceados en proporción. La última imagen está más cálida, y se nota como la dominante rojiza y el verde se sobreponen sobre el azul.
Finalmente está el vectorscopio. Esta herramienta sirve como un mapa de la crominancia de la imagen. Entre más saturado el color, el mapa mostrará un espectro que parte del centro hacia un punto en la rueda. Una imagen monocromática mostrará un punto en el centro del círculo.
Como ejemplo, podéis ver que la imagen de abajo tiene dos tendencias de tono. Podéis ver que, debido a la piel y el cabello, hay un espectro que va hacia un punto entre el rojo y el amarillo. Mientras que, por el fondo, vemos que sale otra línea predominante hacia el cyan.
Esta herramienta es particularmente buena para la piel. Como podéis ver, hay una línea prolongada que sale entre el amarillo y el rojo. Los tonos de piel se encuentran en ese rango, por lo que una piel natural mostrará en un retrato un espectro saliendo hacia ese punto. También es una herramienta útil para saber qué tan saturados tenemos los tonos y si hay posibilidad de que estén recortados.
¡Que lleguen ya!
Entiendo que el arte de retocar color está mucho en la visión del fotógrafo, requiere entrenar bien el ojo y saber controlar los parámetros para dar naturalidad a la escena. Pero el ser artistas no nos exime de saber técnicamente qué hacemos. Estas herramientas son extremadamente útiles para entender los cambios que realizamos en nuestras imágenes.
Para una serie fotográfica, estas herramientas pueden ser la base para que el color esté perfectamente tratado de manera pareja de foto a foto. Las pequeñas diferencias que el ojo a veces no nota y que en una impresión o proyección se hacen notar ante el público son fácilmente controlables con esa mezcla.
El histograma es una herramienta que es extremadamente útil, pero que queda coja para otras funciones. Es hora de traer las extensiones a los software de edición de fotografía.
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Imágenes | Sergio Fabara
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