Terminando la semana pasada, Flickr realizó algo muy poco común para una empresa: una carta de auxilio a sus usuarios para salvar la plataforma. La plataforma comprada por SmugMug en 2018 puede ser salvada si los usuarios acceden a todos los beneficios de la cuenta pro con el bono de descuento que llegará el 26 de diciembre. Sin embargo, este grito representa más que el estado financiero de SmugMug; representa el estado de las redes de fotografía.
El antaño que no volverá
Flickr es y será para muchos de nosotros una plataforma donde publicamos nuestro trabajo con el fin de compartir con una comunidad que observaba, criticaba y nos daba consejos sobre cómo avanzar en nuestro camino fotográfico. Era una plataforma que nos permitía experimentar y cuya delgada línea entre un sitio que podía funcionar como portfolio y red social lo hacían muy atractivo.
Sin embargo, la gran caída de Flickr comenzó al no evolucionar de acuerdo a las necesidades del mercado. Decidieron no competir como red social ante instagram, tampoco se transformó en una plataforma de venta de imágenes en línea para competir en el mercado de páginas de stock y tampoco abarcaron el mercado de ser una página especializada en la creación de portfolios web como 500PX, Behance o el mismo SmugMug. En si, Flickr no agarró una identidad especial dentro de las necesidades en línea del mercado fotográfico.
Es muy probable que varios de los usuarios que seguimos inscritos en la plataforma lo estemos por la pura nostalgia de no dejar de lado esa vieja comunidad, inscritos en grupos que ya no suben ni una foto, con galerías que ya no reciben ni una sola visita (salvo que alguien siga buscando imágenes bajo licencia creative commons ahí). Flickr es una plataforma que ha mejorado en rendimiento tras ser adquirida por SmugMug, pero cuya falta de identidad la ha llevado a su caída.
Sin embargo, su principal problema no es si algunos usuarios migramos o no a Flickr Pro. El principal reto para la plataforma de fotografía es renovarse para mantenernos dentro de ella.
Un cambio radical
Las redes sociales de fotografía perdieron ante el azote de la creación de contenido. Plataformas como Pinterest se volvieron recopilatorios de imágenes para tableros de referencias. Instagram se volvió un depósito donde la competencia no es de calidad sino de corazones y popularidad, donde la comunidad es más destructiva que realmente crítica y donde el aprendizaje se ha reducido a un mínimo.
Actualmente las redes más amigables para los fotógrafos serían aquellas como Behance, que también actúa como portfolio, y Tumblr y Exposure, que tienen un complemento a modo blog que permite acompañar las imágenes con historias. Sin embargo, ninguna de estas redes sociales está 100% pensada para el mercado creativo. Incluso Behance y 500Px, carecen de elementos necesarios como el usuario final e indicadores de mercadeo no medibles para ver cómo nos ven realmente nuestros clientes.
En ese aspecto, lo que permite que existan las distintas redes y que la comunidad creativa se mantenga fiel a ellas es el valor agregado que cada una tiene para el fotógrafo: Pinterest funciona perfecto para crear referencias estéticas; Instagram es una muy buena red social para poder identificar indicadores no medibles que pertenecen al usuario final; Behance es una buena plataforma de mercadeo que funciona tanto como portfolio como sitio donde puedo compartir con más personas de la comunidad creativa; Tumblr es un lugar ideal para compartir con nichos y además utilizar paralelamente como blog fotográfico; Exposure es de los más nuevos, pero tiene un carácter que apela muy bien a los fotoreporteros y a los fotógrafos de calle por su enfoque en historias.
A pesar de que no existirá jamás una red social o una plataforma perfecta y totalmente rentable para fotógrafos, es un alivio saber que podemos diversificar las herramientas a través de plataformas. Y es bueno que ellas se especializan, pues así pueden enfocarse y hacer evolucionar sus herramientas para nuestro beneficio.
Flickr es una gran paltaforma cuya versión pro da muchos beneficios: unos meses de PHlearn gratuitos, analíticas, cargas ilimitadas a muy alta resolución, un sistema de visualización de imágenes a 6K, descuentos en plataformas como Pixsy y SmugMug. Pero es una plataforma tibia que no tiene un propósito específico y llamativo.
Si SmugMug quiere poner a Flickr a competir y no mandar mensajes de ayuda cada trimestre financiero, su estrategia no debe ser la de vender paquetes de Flickr Pro. La estrategia debe ser darle identidad y enfocar la plataforma.
Su mejor apuesta sería la de volver a Flickr un competidor directo de su propia marca como plataforma de portfolio web, ya que es uno de los puntos más fuertes que siempre ha tenido Flickr y SmugMug ya cuenta con un sistema de infraestructura que permitiría establecer páginas web bajo Flickr. Sin embargo, la mejor forma de enfocar es viendo las necesidades de sus usuarios. Entre tanto análisis financiero que los llevó a pedir ayuda debe existir un indicador de uso que puede darles el camino correcto a seguir.
¿En qué les gustaría ver transformados a Flickr?
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