Mucho da qué hablar en los últimos tiempos, siempre, la fotografía basada en la utilización de dispositivos móviles. Cierto es que muchas marcas, como Nokia, veíamos, se han marcado ofrecer en sus productos de este tipo las mejores cámaras posibles. Esto hace que, sobre todo la fotografía callejera o incluso, en algunos casos, la fotoperiodística esté cambiando de forma rápida. Pero como leía el otro día ¿puede un fotógrafo profesional llegar a sustituir su cámara de siempre por un smartphone?
No hablo ya de de tener una cámara de apoyo que puedes llevar a cualquier sitio siempre que en un caso determinado pueda reflejar una particular y determinada situación y pueda ponerla en conocimiento del resto del mundo gracias a su posibilidad de conectarse a internet a través del smartphone. Nokia y Samsung también, a través de su Samsung Galaxy Camera, lo han dejado claro. No digamos Apple con su apuesta continuada en este sentido y sus modelos iPhone. Cámara y teléfono o teléfono con cámara, da igual. Nos guste o nos guste, la cosa cambia. Pero, repito la pregunta: ¿puede un fotógrafo profesional sustituir su cámara por un smartphone?
Desde Somos iPhone, leía el otro día el caso de Kevin Russ un fotógrafo profesional de Estados Unidos cuyo objeto de trabajo son los paisajes y la vida salvaje de todo el oeste de Estados Unidos, usando únicamente como herramienta de trabajo su iPhone e Instagram (a pesar de la polémica que ya conocemos todos, por cierto).
Este fotógrafo de naturaleza y paisaje vive exclusivamente de vender sus imágenes a través de sus perfil en Society 6 pero, además de en Instagram, mantiene una gran presencia en Tumblr y Flickr en las cuales cuenta, también, con gran número de personas que le siguen. A mayores también tiene cuenta o iStockPhoto. Ni que decir que Facebook y Twitter resultan otro apoyo imprescindible en su labor de venta y promoción del producto que ofrece.
Vistas las imágenes de Kevin Russ, si son buenas, si nos dicen algo, si nos transmiten algo, ¿por qué deberíamos preguntarnos si usa o no un iPhone? ¿Importa? ¿Tal vez nos obsesionamos con tener los mejores y más caros equipos de fotografía y apenas sabemos usarlos?
En mi humilde opinión, y, a pesar que no soy un enamorado de la fotografía móvil en general, reconozco que tal vez aquellos de nosotros a los que nos gusta la fotografía deberíamos hacer una pausa de vez en cuando para aprender tanto viendo trabajos de los demás, leyendo un buen libro de fotografía o yendo a algunas exposiciones. En definitiva bebiendo de buena fotografía que comparando manuales, tablas y datos de aparatos electrónicos. Lo uno no quita lo otro pero tal vez todo debería ser más equilibrado.
Cierto es que tal vez no puedas hacerte posters de 15 metros de ancho usando un iPhone como herramienta fotográfica de trabajo pero si el cliente pide unos tamaños no demasiado grandes es una opción como otra cualquiera. Si el trabajo es interesante ¿qué más da? Queda claro que el dispositivo móvil debe dar unos mínimos de calidad de imagen, cosa por otro lado que muchos smartphones ya cumplen aunque aún cuenten con limitaciones para ciertos tipos de fotografía.
Un último ejemplo que conozco en persona. Recuerdo la primera vez que supe de un proyecto similar que iba a llevar a cabo de nuestro compañero Rodrigo Rivas en Nueva York con su iPhone, al principio pensaba : "¿y lo vas a hacer todo con el iPhone?" En cuanto empecé a ver su trabajo mientras lo publicaba en su muro de Facebook, me callé y tuve que felicitarle. Porque como os he dicho siempre el don está en la mirada del fotógrafo, ... pero se nos olvida demasiado. Rodrigo no se ha olvidado de su Canon EOS 5D MKII, como Kevin Russ, pero seguro que e un par de meses le vemos haciendo diabluras con su iPhone de nuevo en Nueva York.
¿Puede un fotógrafo profesional sustituir totalmente su cámara de siempre por un smartphone? No lo sé, es una elección muy personal pero sí pienso que ambas cosas pueden ser compatibles.
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