El blanco y negro no es verdad. No es real. Salvo que tengas un problema de la visión, nadie ve en escala de grises. Pero la fotografía en blanco y negro tiene el estigma de ser considerada vetusta por muchos fotógrafos y como paradigma de la creación por otros. ¿Quién tiene razón? ¿Qué es lo que nos lleva a pasar un archivo a blanco y negro?
La fotografía digital nace en blanco y negro. El sensor capta la luminosidad de la escena y por la transformación que sufre la información a través de la matriz Bayer RGB (y otras), vemos la imagen en color... un color irreal, interpolado. Inventado al fin y al cabo.
Pero seguimos haciendo fotografías en color. Y muchos las cambian a blanco y negro por diversos motivos, desde los más banales hasta los más profundos. No es, desde luego, algo gratuito. Y no es tan fácil saber cuándo debemos dejarla con los rojos y los azules a la vista o intentar plasmar toda una serie de valores del gris.
El blanco y negro debe tener una justificación. Y nunca debería ser para hacerla más artística, como se puede pensar al leer las instrucciones de alguna que otra aplicación. Tiene valor por sí mismo y conseguir una buena copia final no es baladí.
Motivos para pasar una fotografía a blanco y negro
No es el momento de indicar cómo hacerlo. No vamos a repetir que la cámara siempre debe disparar en modo color, salvo que seas el feliz poseedor de una Leica M Monochrom o de un teléfono móvil Huawei de gama alta.
Vamos a conocer los motivos por el que podemos convertir una fotografía en blanco y negro, más allá del paso típico que todos hemos dado de hacerlo porque sí. El motivo principal debería estar claro para todos. Pero por si acaso lo vamos a decir: siempre que hayas imaginado la fotografía, o la serie, en escala de grises. Si tenemos claro desde el principio que lo vamos a procesar así, tendremos muchas de las cosas que vamos a contar ahora en cuenta. Y aviso que como siempre, la libertad de elegir de cada uno es lo que hace que nuestros trabajos sean nuestros. Esto es solo una guía.
Y no podemos olvidar que en sus orígenes el blanco y negro digital era poco menos que algo prohibido por la escasa calidad que se podía conseguir frente a los preciosos baritados. Algunas asociaciones se negaron a aceptar en sus concursos estas nuevas copias, hasta que los resultados hablaron por sí solos. Hoy nadie pone en duda la calidad. Así que manos a la obra.
- Hay que tener claro si el color aporta algo a la fotografía. El buen color es aquel que funciona como el blanco y negro, donde ningún color destaca por encima de otro o están dentro de la misma gama. Si has fallado en algo tan complejo, tu salida es pasar la fotografía a blanco y negro para evitar el protagonismo desmedido de algunos tonos sobre otros. Si estamos fotografiando una escena fría y de repente al fondo pasea alguien con un abrigo rojo y no es el punto de interés tenemos un problema serio. La solución es pasar la imagen a blanco y negro.
- Si no queremos complicarnos la vida a la hora de trabajar y asegurarnos unos cuantos buenos disparos lo mejor es olvidarse del color. Sé que es algo por lo que muchos fotógrafos se llevarán las manos a la cabeza. Pero si nos dejamos una variable en la recámara todo será más sencillo.
- El blanco y negro llega antes al espectador. Si evitamos distracciones, y el color es una de ellas, lograremos más intimidad con aquel que mire nuestras fotografías. Simplifica, y por lo tanto potencia, la historia que queremos contar. Las imágenes periodísticas nos llegan dentro porque son, en gran medida, en blanco y negro. No podemos olvidar el trabajo de los grandes como Natchwey o Sebastiao Salgado.
- Está claro que para hacer fotografía en blanco y negro debemos tener una técnica depurada, para no caer en un blanco y negro plano sin volumen. Exige un gran trabajo para conseguir expresar todo lo que perdemos con la ausencia de color. Pero una vez dominemos el proceso, nuestras fotografías no volverán a ser iguales.
Espero que la fotografía de blanco y negro no os dé más dudas que elegir las curvas y los contrastes que necesita. Y que nunca más hagáis una foto en blanco en negro porque sí, si no porque sabéis todo lo que puede dar por sí misma.
En Xataka Foto|Cómo debería ser el blanco y negro en fotografía