Aunque la esperábamos desde hace varios meses y conocíamos buena parte de sus especificaciones, la presentación oficial de la nueva D810 de Nikon ha provocado un revuelo considerable. Y lo ha hecho, sobre todo, porque muchos usuarios consideran que sus predecesoras, los modelos D800 y D800E, han sido superados demasiado pronto para tratarse de dos cámaras profesionales.
Por otra parte se está debatiendo si las mejoras introducidas en el nuevo modelo tienen suficiente entidad para justificar que Nikon haya lanzado ya está cámara. Y es que se trata de un «refresco» de sus predecesoras y en ningún caso un modelo completamente nuevo, algo que sus creadores reconocen abiertamente a través de la designación de la cámara. En cualquier caso, en mi opinión, las mejoras introducidas en la D810 merecen mucho la pena y pueden marcar la diferencia. Me explicaré.
Filtro OLPF, no; pero chip Expeed 4, sí
El sensor que incorpora la D810 es «nuevo». Su resolución efectiva es 36,3 megapíxeles, la misma del captador que usan los modelos D800 y D800E, pero, a diferencia de estos, no incorpora el filtro óptico de paso bajo. Tanto la D800 como la D800E lo tenían, aunque esta última tenía el antialiasing desactivado. Es probable que se trate del mismo sensor que incorpora la A7R de Sony, un captador que destaca por su elevada nitidez y extraordinario nivel de detalle (no os perdáis nuestro análisis de la estupenda A7R), por lo que es evidente que el cambio de este componente merece la pena.
Por otra parte, el procesador de imagen de la D810 es un chip Expeed 4, el mismo que incorpora la D4S, cuyo incremento de rendimiento contribuye a que esta cámara pueda disparar en ráfagas de 5 FPS a la máxima resolución y 7 FPS en modo de recorte DX, frente a los 4 y 5 FPS respectivamente de sus predecesoras. Aunque esta mejora no tendrá la misma importancia para todos los fotógrafos, la capacidad de la D810 de grabar vídeo Full HD con una cadencia máxima de 60 FPS también es apetecible (las otras dos cámaras no superaban los 30 FPS).
Sensibilidad, enfoque y más
En mi opinión, la mejora de la sensibilidad es uno de los principales argumentos a favor de la D810. Su rango ISO se extiende entre 64 y 12.800 (32 y 51.200 en modo ampliado), unas cifras claramente más holgadas que las de sus predecesoras, que debían conformarse con un rango ISO de 100 a 6.400.
Otro dato importante: el enfoque de la D810 es idéntico al de la D4S. Ambas utilizan el motor Advanced Multi-CAM 3500FX, sin duda una de las razones por las que esta nueva cámara ha mejorado sus cifras en disparo continuo. Y aún hay más. La pantalla LCD TFT de la D810 tiene más resolución (1.229.000 puntos frente a los 921.000 puntos del monitor de sus predecesoras), y el micrófono integrado es estéreo en la D810 y monoaural en las D800 y D800E.
Revolucionaria, no, pero sí «evolucionaria»
Las D800 y D800E siguen siendo dos grandes cámaras. Que Nikon haya lanzado la D810 no tiene por qué animar a todos los propietarios de sus predecesoras a cambiar su cámara, o, al menos, a mirarla en adelante con cierto recelo. Como acabamos de ver, esta última incorpora algunas mejoras heredadas directamente de la D4S, por lo que el cambio para mí solo tiene sentido si alguna de las novedades más relevantes, que en mi opinión son la ausencia del filtro OLPF y la mejora de la sensibilidad, juegan un papel determinante para un determinado fotógrafo.
El panorama me parece muy diferente para aquellos fotógrafos que tenían intención de comprarse una D800 o una D800E, y se han topado con la D810. Esta última es más cara, pero, sinceramente, creo que quien pueda permitirse el desembolso adicional hará bien en quedarse con el modelo nuevo. Pero esta es solo mi opinión. Será un placer leer las vuestras en los comentarios del post.
En Xataka Foto | Nikon D810, toda la información acerca de la nueva DSLR Full Frame con ISO mejorada
Ver 10 comentarios