Quizá el primer caso de firmware personalizado del que tuve noticia fue el de la Canon 300D, la primera reflex digital realmente popular de la historia (al alcazar la barrera psicológica de los mil dólares). Por aquel entonces, Canon dominaba el mercado con poderosísima 10D, y su juguete recién llegado venía con un set de características perfectamente definido para causar impacto en el mercado sin competir con su hermana mayor.
La polémica llegó cuando hackers rusos editaron el firmware de la cámara (para entendernos, su software interno), activando muchas de las características que la diferenciaban de la 10D, dejando las diferencias sólo donde el sentido común decía que tenían que estar: en los elementos más físicos y mecánicos. Entre las posibilidades que se destaparon estaban la selección del modo de autoenfoque, el modo RAW+JPG o el bloqueo de espejo.
Al igual que en otros ámbitos de la informática, es importante puntualizar que el término “hacker“ no tiene en absoluto connotaciones negativas: se utiliza para denominar a aquellos a los que la curiosidad les lleva a exprimir los sistemas un paso más allá que el resto de los usuarios, descubriendo capacidades indocumentadas y ampliando las que vienen de serie.
Por supuesto, a las empresas no tiene por qué gustarles esto, y el caso de la 300D es sólo un pequeño hito en la historia de los dispositivos electrónicos que fueron recortados de prestaciones para colocarlos en un segmento determinado. En muchos casos es simplemente más barato reducir las características a posteriori que fabricar dispositivos completamente distintos.
Vamos a hacer un repaso de algunos de los casos más conocidos de firmwares motificados, centrándonos en los que han llegado hasta la actualidad. Quién sabe: quizá descubráis que vuestra cámara puede ir mucho más allá de lo que jamás habíais pensado.
Reflex Canon: De destapar opciones a crearlas
Magic Lantern introduction from Trammell Hudson on Vimeo.
Después del caso que os contábamos más arriba, pasaron unos años de sequía sin modificaciones destacables de software, hasta que llegó Magic Lantern. Esta linterna mágica está orientada especialmente a la Canon 5D Mark II y la 550D, pero algunas de sus capacidades pueden aplicarse a la 500D, 50D y 60D, con algunas otras cámaras en estudio, como la 7D.
Aplicado al peso pesado de la marca, la cámara se convierte en una 5D Mark Free, una bestia aún mayor en la grabación de vídeo, mirando de tú a tú a las poderosas Red One. Sus mejoras afectan sobre todo a la grabación de sonido, con medidores de audio en pantalla y la capacidad de deshabilitar el control automático de volumen.
En todas las cámaras añaden también alguna que otra característica interesante para la fotografía, como nuevos valores de ISO, intervalómetros, histograma en tiempo real, o mejoras en el enfoque (por ejemplo, se puede configurar la cámara para que haga fotos automáticamente cuando un objeto entre en foco).
Compactas Canon: Toda una historia de éxitos underground
Si en la gama con espejo de Canon tenemos algunas cámaras sueltas soportadas, en las compactas el abanico es enorme, y son muy pocas las que se le escapan al CHDK (Canon Hack Development Kit): Podéis ver la extensa lista en la parte derecha de su página web.
Leyendo la WIKI de este software, es sencillamente sorprendente todo lo que han sido capaz de añadir a estas cámaras: capacidades RAW avanzadas (podemos generar un JPG de cualquiera que nos interese, por ejemplo), controles manuales en cámaras que no los tenían, velocidades de disparo y de sincronización de flash especialmente rápidas o lentas, nuevos modos de horquillado, un nuevo interfaz totalmente personalizable, etc.
Esta última palabra (”personalizable“) quizá sea la que mejor defina a este software, porque no sólo podemos cambiar menús, tipos de letra, o añadir y quitar cosas a la pantalla de captura de fotos, sino que podemos desarrollar nuestros propios scripts para ampliar los que vienen de serie, como el del intervalómetro. De hecho, hay desarrollados juegos y aplicaciones interesantes para la fotografía como una calculadora de profundidad de campo.
EVIL de Panasonic: A la conquista del vídeo profesional
El hacking también ha alcanzado el mercado de las cámaras EVIL, y en concreto ha tocado de cerca a Panasonic. En la página del GH1/GF1/G1/G2/GH2 hack (nombre descriptivo donde los haya) tenéis disponible un firmware que, pese a que no realiza cambios tan destacados como los del punto anterior, han hecho mucho ruido en el mercado del vídeo: Sólo hay que ver el titular que Michael Reichmann le dedicó en su análisis con la GH1, “Esto lo cambia todo“.
En este caso su característica estrella son los altísimos bitrates con los que nos deja trabajar tanto en MJPEG como (especialmente) en AVCHD, tanto que la máxima limitación que tendremos para usarlos será la velocidad de nuestra tarjeta SD. Estos firmwares, por ejemplo, hicieron que la pequeña GF1 “modificada” superase en prestaciones a la poderosa GH1 “de fábrica”, lo cual desató las iras de Panasonic, que bloqueó su aplicación en posteriores versiones de la cámara.
También son de destacar pequeños detalles interesantes para los importadores de cámaras y accesorios oficiales y no tan oficiales, ya que desbloquea las cámaras japonesas para que puedan tener menús en otros idiomas, y permiten usar baterías clónicas.
En la siguiente parte del artículo veremos qué implicaciones tiene todo esto, y qué podemos esperar para el futuro.
Fotos | Davide Restivo | MIKI Yoshihito
Ver 31 comentarios