El post que viene a continuación es fruto de la sensación personal que tengo entorno al mundo que rodea al fenómeno de la lomografía, además de ser una opinión personal e intransferible.
Después de este disclaimer, empecemos a despotricar (tranquilos, solo un poco).
A raíz de esta entrada en el interesante blog de Juan Luis Polo, me he decidido a escribir lo que pienso sobre la lomografía. Ya os hemos hablado de lo que es la lomografía aquí, en XatakaFoto, por lo que no me entretendré en explicarlo, parto de que ya sabéis de qué se trata. Lo que sí pienso hacer es remarcar las que creo que son sus dos características visuales más llamativas:
- Viñeteado bastante destacado.
- Alta saturación de los colores.
Nada criticable en estos aspectos. Es lo que hay con las fotos lomo y hay que asumirlo. Estas características, per se, no son negativas. Lo serían siempre consideradas desde la globalidad de la fotografía.
Pero el fenómeno lomo va más allá de hacer fotografías con cámaras defectuosas que producen ciertos resultados. Existe una lomolifestyle. Sí, con sus "reglas" y decálogos. Si no me crees, aquí tienes las 10 LomoReglas (nos detendremos con calma en una de ellas más adelante) e incluso un bonito y largo decálogo de 95 puntos de Gerald Matt, un miembro de la Sociedad Lomográfica, que presentó en el WorldLomoWall de Londres durante el año pasado. Puedes leerlo en el blog a-z fotográfico y os lo recomiendo encarecidamente. Ha logrado mantener una sonrisa en mi cara durante un buen rato. Y que nadie se lo tome demasiado a pecho, es irónico y autoparódico (o almenos eso es lo que me ha parecido a mi). También lo utilizaremos posteriormente.
Una vez hemos nombrado los aspectos técnicos de la lomografía por un lado y hemos referenciado la filosofía de la lomolifestyle, necesito cambiar un poco de tema para enlazarlo más tarde con el mundo lomo: ¿Qué es lo que me gusta en una fotografía?
El tema puede dar para un libro entero, pero aquí vamos al grano. Cuando me hago esa pregunta, yo respondo que lo que me gusta en una foto es que me despierte una sensación. Asco, belleza, paz, soledad, tristeza y un interminable etcétera. Y ¿cómo se logra despertar una sensación? Pues me atrevo a responder que utilizando las siguientes herramientas:
- La técnica.
- Captar el momento adecuado.
- El significado que tiene aquello fotografiado.
- La belleza de los elementos fotografiados (entiéndase belleza como la particularidad de las formas, algo que llama la atención. Yo soy algo feo y a veces salgo bien en las fotos...).
Volvamos a hacer un giro hacia la lomografía. En un principio, con ésta, sólo podemos tener problemas en el primero de los cuatro puntos anteriores. Podríamos hacer buenas fotos (perdón, mejor dicho, fotos que puedan despertarme una sensación y por lo tanto gustarme) con el resto de herramientas disponibles. Pero esto es una verdad a medias, ya que para lograr utilizar bien las tres últimas herramientas hay que tener alguna noción técnica (donde colocar el sujeto, enfocarlo, exponerlo adecuadamente, etc, o almenos tener alguna idea del resultado final para poder romper estas mismas reglas), si no, la fotografía se convierte en algo aleatorio, fruto de la casualidad. Aún así, supongamos que no es necesario el conocimiento técnico. Existe un problema con la filosofia de la lomografía. Concretamente con la regla número seis del movimiento lomográfico, la única a mi modesto entender, que chirría (y mucho). Y es que dice así:
No pienses. (...) Directamente disparas, Don't think, diviértete y déjate sorprender de todas las oportunidades que te ofrece.
¿Divertido? Seguramente. ¿Interesante para los espectadores de estas fotos? Responde tú mismo. No pensar, algo, lo mínimo, convierte la fotografía en un resultado probabilístico no en un proceso.
Y por si no fuera poco, en el decálogo que hemos citado anteriormente, hay dos punto realmente interesantes que rezan lo siguiente (en el apartado analógico vs. digital):
4. Recela de los fotógrafos digitales: su falta de imaginación es contagiosa.
9. Evita asociarte con fotógrafos digitales. Son la mala suerte personificada. Carecen de imaginación y de pasión.
Repito que se debe leer en clave de humor, que no se enfade nadie, pero si hay algo que me cansa de la lomolifestyle es esta pretensión de que se trata de una corriente altamente imaginativa. Disparar sin ton ni son, a expensas de que la suerte produzca un resultado interesante, me parece una carencia patológica de imaginación. Llevar la cámara a todos los rincones y disparar a cosas poco usuales es muy original, pero disparar por disparar es tontería.
Me gustaría destacar, por si lo parece en lo anteriormente escrito, que el uso de la técnica en la fotografía tampoco es un fin, sinó un medio. Romper las reglas también puede producir un resultado magnífico. Ignorar los tres tercios, centrar horizontes, subexponer, sobreexponer, buscar trepidaciones... Pero hacerlo con un objetivo, con un plan, aunque el resultado no sea el esperado o planeado.
Aún así, las buenas fotos hechas con una lomo me gustan. Quizás me acabe comprando alguna. Pero os aseguro que, antes de hacer una foto, pensaré (luego existo).
Os sugiero que hagáis una búsqueda de fotografías interesantes y atractivas hechas con una lomo en, por ejemplo, el grupo de flickr lomo Spain. Hay unas cuantas, de verdad.
Fotografía | Flickr de capitan-patata
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