Se acerca el fin de año. A veces parece que no hemos avanzado mucho, nos sentimos estancados en un punto estético que no queremos. Parece que el tiempo y el esfuerzo invertido en nuestro arte no fue efectivo. Sin embargo, no es así. Respiremos y miremos hacia atrás para ver cómo progresó nuestro trabajo fotográfico en el año.
El crecimiento progresivo
En el pasado hemos hablado sobre qué podemos realizar para mejorar nuestro estilo y acciones que podemos hacer para motivarnos a hacer más imágenes y seguir creciendo en nuestro camino artístico. La fotografía impone muchos retos y la exploración no siempre es una pendiente lisa.
En épocas de fin de año es usual que nos preocupemos más, que no notemos el progreso porque nuestra mente está enfocada en el poco tiempo que queda para acabar el año. Y, cual entrega a cliente de última hora, ataca el estrés de que no terminamos, ni avanzamos y que no hay recompensas inmediatas. Sentimos que todo lo que hacemos es para nada.
Pero podemos hacer balances, ver esos progresos. Podemos enfocarnos en mirar qué hicimos mes a mes y comparar la primera imagen del año contra la última y ver cómo evolucionó nuestro estilo. Entender qué técnicas aprendimos, qué estilos de color aplicamos o creamos y cómo enfocamos nuestro trabajo para conseguir arrancar en el mundo profesional o incluso conseguir más clientes para nuestra firma.
Y no está mal si hay caídas, no está mal si no nos gustan nuestros cambios. Nuestra búsqueda de la perfección debe seguir adelante. Cada elemento que analicemos sobre nuestro trabajo nos ayuda a entender hacia dónde evolucionar, hacia dónde enfocar los esfuerzos para este año que viene.
Si me siento conforme con los estilos de mi trabajo, entonces tal vez mi enfoque debe ser el de mejorar mi negocio fotográfico. ¿No me gusta cómo están quedando mis fotografías de producto? El enfoque debe ser el de aprender nuevas técnicas de iluminación y edición fotográfica.
Este periodo debe ser de análisis y de establecer metas.
Forjando un futuro
Como hemos mencionado antes, el principal objetivo que debemos tener cada año, cada mes y cada día es no crear excusas y arrancar a hacer fotografías. La única forma en que mejoraremos es haciendo, analizando lo que hacemos y mejorando los elementos que queremos perfeccionar.
Estos días en los que sentimos que el progreso no existe, debemos enfocarlo en encontrar temáticas para nuestras series, planeando nuestras estrategias de obtención de clientes, entrenando nuestras habilidades para perfeccionar cada imagen. Nuestros objetivos deben ser para crecer.
Está bien sentir que no avanzamos, es un signo de querer más de nosotros, de querer más de nuestro trabajo. Sin embargo, no utilicemos eso como una excusa para rendirse y quedarnos quietos… que la sensación de estanque sea la motivación de salir de un pozo de arena movediza a seguir creando imágenes más impresionantes.