A través de FStoppers descubrimos este vídeo en el que podemos ver una idea que solo se le puede ocurrir al departamento de marketing de una marca fotográfica, en este caso el de PhaseONE, para demostrar que sus respaldos de formato medio digitales son mucho más resistentes que los de Hasselblad.
Esa estupenda idea consiste en dejar que un elefante pise un respaldo de PhaseONE y otro de Hasselblad y demostrar que el suyo sí resiste y sin embargo el de la competencia no... en fin, "peleas" entre marcas que nos sirven para reflexionar un poco acerca de la durabilidad de nuestro material.
La mayoría de nosotros intentamos cuidar el material lo mejor que sabemos, evitamos golpes y caídas, nos esforzamos para evitar la humedad y los hongos, cuidamos nuestros objetivos al máximo, intentamos que no entre polvo en el sensor y si entra, nos las apañamos para limpiarlo, etc. Pero los accidentes o los descuidos ocurren y con demasiada frecuencia.
Personalmente, cuando compré la cámara que tengo actualmente, estuve un tiempo para decidirme entre dos modelos, técnicamente uno mejor que el otro. Al final escogí el que en principio tenía peores cualidades técnicas (menos megapíxeles, no grababa vídeo...). Entre otros motivos, uno que hizo que la balanza se decantara hacia la "cámara menos buena" y me ayudara a decidirme, fue la robustez en la construcción del cuerpo.
Hoy en día comparar dos modelos de cámara de diferentes marcas pero de la misma gama es una labor muy complicada, ambas serán buenas cámaras por el mero hecho de estar en el mercado actual. Seguramente sea cual sea nuestra elección, estaremos encantados y aún así, seguro que en algún momento echaremos en falta alguna característica que la otra cámara sí nos ofrecía, pero las cosas son así.
Aprovechando que la relación calidad/precio de las cámara actuales es prácticamente igual en todos los modelos que comparemos, podemos "ignorar" por unos instantes todas las características técnicas y centrarnos en pequeños detalles que pueden hacer que nuestro desembolso, la mayoría de veces muy elevado, se vea compensado por una alta durabilidad del material que compremos.
Suele decirse que una cámara que funciona perfectamente tras cinco años de uso intenso ha dado ya un alto rendimiento. La evolución en la tecnología hace que transcurridos esos cinco años (incluso antes) nuestra cámara esté totalmente obsoleta, pero si somos capaces de sacar buenísimas fotografías hoy con nuestra cámara, ¿Por qué no podemos serlo igualmente dentro de cinco años? Y aunque ese sea otro tema, está totalmente relacionado con éste.
Foto de Rickru en nuestro grupo de Flickr
Creo que podríamos aprovechar el vídeo para pensar un momento en la importancia que le damos muchas veces a si la cámara que vamos a comprar tiene 12 o 14 megapíxeles, si toma 3 o 3,2 fotos por segundo y otras cosas de este estilo, cuando no notaremos prácticamente ninguna diferencia entre una y otra opción y sin embargo dejamos de lado otros factores que también pueden ser interesantes.
Podríamos fijarnos por ejemplo en el material con que está construido el cuerpo y los objetivos, sistemas de limpieza de polvo en el sensor, disponibilidad de fundas protectoras en el mercado, calidad del servicio técnico y algunas cosas más que pueden ayudarnos a alargar la vida de nuestra cámara.
No es necesario que nos muestren cómo un elefante pisa un respaldo digital de muchos miles de euros y lo destroza, es muy probable que aplaste el noventa por ciento de las cámaras y también es probable que el noventa y nueve por ciento de nosotros no meta la cámara bajo ningún elefante. Basta con ofrecer más detalles sobre el tipo de construcción de las cámaras, pero para eso los consumidores debemos darle la importancia que se merece.
Pocos de nostros conocemos qué tipo de aleaciones de metal son más resistentes, si realmente el metal que se usa es el más resistente o sin embargo lo usan por su ligereza, etc. Si el consumidor solicita esa información y se comprueba que de cada vez se le da más importancia, las marcas terminarán fabricando cámaras de gama baja y media al mismo precio o muy semejante pero con mejores materiales y no se limitarán a fijarse en esos detalles en el material tope de gama.
Siempre estaremos a tiempo de cambiar el material por uno más actual, lo malo es tener que cambiarlo porque se rompa por un pequeño golpe o porque le entre un poco de agua si tomamos fotos bajo una ligera lluvia o si le entra un poco de polvo por culpa de un sellado poco efectivo.
¿Qué pensáis vosotros? ¿Le dáis importancia a características como la resistencia a golpes o el grado de sellado del cuerpo o pensáis que como seguramente la cámara estará obsoleta y os compraréis otra antes de que se rompa, eso no tiene importancia?¿Prefieres pagar un poco más para una cámara más resistente o prefieres mejor precio aunque sea a costa de una menor durabilidad? ¿Conocerán nuestros nietos la cámara que usamos hoy?
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