Como es usual en la imagen, las tendencias van y vienen. Durante los últimos años, la fotografía ha estado influenciada de la década de los ochenta y principios de los noventa. Sin embargo, no ha traido consigo el estilo fotográfico de la época, sino que ha tomado elementos de su arte hermana, el cine.
Como muchos otros fotógrafos, he seguido esta tendencia dentro de la exploración de referentes para mi trabajo. Así que en esta ocasión os hablo de los elementos del estilo de los 80’s en la fotografía actual y mi experiencia siguiendo aquel camino.
Los cómo lograr…
Sin lugar a dudas, la mayor influencia del estilo de los 80’s viene del cine de ciencia ficción y el uso de fuentes continuas visto hasta principios de los noventa. Con el nacimiento de una era influenciada por la creciente cultura digital, el mercadeo y las ciudades que comenzaban a llenarse de letreros neones y otras fuentes luminosas, el cine de los ochenta creó una imagen saturada, con exceso de información y colores.
Esto se ve reflejado en la actualidad en fotógrafos que buscan obtener estas atmósferas. Ya sea dentro del tratamiento de color, para obtener fotografías más misteriosas y con un ambiente retrofuturista. Y otros que han aprovechado el concepto de exponer con luces continuas aprovechando la noche y la carga visual de estos espacios. Esto se ve reflejado en el crecimiento de los fotógrafos urbanos que migran a la noche, tanto para retrato como para capturar las ciudades y los momentos curiosos dentro de ella.
Arrancando con la edición, es donde más se puede ver aprovechado este tipo de influencias. Ya habrán visto tutoriales como el de arriba, donde explican cómo conseguir esta modificación de colores para obtener imágenes estilo ‘cinematográfico’ u ‘ochentero’. Básicamente consiste en seguir un paso similar a nuestro tutorial para conseguir un look teal and orange, pero buscando un duo de colores magenta y cyanes. O también buscando crear colores más ácidos dentro de la imagen.
Estos métodos varían según cómo os guste editar más. Sin embargo es una tendencia que hemos visto en fotógrafos como Liam Wong, de quien hablamos hace un tiempo, y otros como Xavier Portela. Enfocados en la fotografía urbana, los escenarios tienen un estilo similar al de trabajos cinematográficos como el de Christopher Doyle en películas como ‘Fallen Angels’ y 'Chunking Express'.
Por el lado de la toma, las luces LED nos han dado una nueva posibilidad de jugar con luz contínua. Al estilo de la carga retrofuturista, los carteles publicitarios se están utilizando como puntos visuales para crear contraste y acompañar al sujeto. Los haces de luz con la neblina y el humo crean ambientes misteriosos. Con tiras de LED se crean letreros personalizados. Y fuentes inusuales como pantallas de ordenador o televisión se pueden aprovechar para crear retratos llamativos.
Por este camino vemos tutorial tras tutorial de cómo conseguir retratos de onda neón y vemos fotógrafos que aprovechan la neblina y los haces de luz para crear ambientes retrofuturistas, como Andreas Levers, de quien hablamos hace un par de meses. No es de extrañarse que una de nuestras herramientas principales tenga de portada este estilo ochentero.
La vida ochentera
Como algunos fotógrafos, el meterme a esta tendencia hace parte de un paso por la nostalgia de la época. El retrofuturismo es un estilo que me gusta mucho por mi fanatismo a mucho del cine de la ciencia ficción. Desde que estoy metido en el mundo de la imagen, me ha gustado la filosofía detrás del uso de ciertas fuentes, como la de Christopher Doyle y los neones.
Al entrar a explorar la tendencia ochentera, encontré que tiene elementos muy interesantes para experimentar. Por un lado, el trabajar más oscuro obliga a aprovechar y observar mejor el espacio y la luz disponible. Es un buen ejercicio para entrenar el ojo y experimentar el ver el espacio detenidamente, ver cómo distintos tipos de fuentes producen dominantes distintas, jugar con ello y sobretodo salir a recorrer el mundo en horas inusuales. Ahora, quienes tienen cámaras más actuales tienen el beneficio de poder ir a sensibilidades más altas sin ruido, lo que les permite tomar más instantáneas, así que ahora hay menos excusa de explorar la noche.
Pero encontré que mi acercamiento a esta tendencia pasó rápidamente porque no había nada que pudiera narrar verdaderamente con este estilo. El tratamiento de color y las escenas que buscaba eran enfocadas en el efecto de que creía que las fotos molaban, pero poco a poco me fui desencantando y, viendo en retrospectiva, no había un verdadero gusto de mi parte por alterar el estilo para volverlo más personal.
Siento que explorar tendencias puede ser interesante, pues enseña técnicas y procesos que quizás no conocemos. También dan un espacio a reflexionar la estética personal contra los demás seguidores del estilo. Sin embargo, es importante avanzar, así que si exploráis una tendencia tratad de ver si de verdad lográis encontrar algo propio. Si sentís que no lo lograsteis, tal vez lo mejor sea llevarse el aprendizaje y explorar nuevos estilos.
Imágenes: Sergio Fabara, Captura de pantalla Lightroom CC Classic, Andreas Levers, Liam Wong, Xavier Portela