Ahora es muy difícil ver una fotografía en papel. Casi imposible. Todo se hace en las pantallas. Pero no hace mucho, mucho tiempo, las podíamos tocar con nuestras propias manos. Y eso era otro mundo. El mundo digital ha roto con este vínculo carnal con la imagen. Y muchos se plantean si la fotografía es mejor digital o en papel.
La fotografía estaba hecha antes de un metal precioso. Venía de la plata. Los negativos estaban recubiertos de este metal que reaccionaba con la luz. Daba mucho juego su aire desigual, su textura... Y cuando trabajábamos en el cuarto oscuro y lográbamos domar la incisión de la luz en su superficie, era una sensación perfecta entre las manos.
Algunos recordamos todavía el tacto del papel, el olor de los químicos. Es verdad que era demasiado intenso algunas veces, pero parecía algo vivo. Y sobre todo y ante todo, era algo único e irrepetible... Sí, podíamos apuntar tiempos, tapados, diluciones y disoluciones, pero cada copia tenía algo personal e intransferible. Todo esto se ha acabado con los nuevos tiempos. Ya no tenemos que hablar de copias, sino de clones.
En el siglo XXI ya no se imprimen apenas las fotografías. Se ven a través de pantallas, la mayoría de las veces de dudosa calidad y en entornos hostiles, llenos de reflejos y de luz. Por no hablar de las pantallas de alguna marca donde lo importante es que brillen los colores lo máximo posible porque parece más bonito. Es complicado ver bien una fotografía digital, sin dominantes, sin excesos, tal cual es.
¿Pantalla o papel?
Hoy en día hacemos una fotografía y nos sentimos obligados a colgarla enseguida. En muchos casos no hay reposo alguno. Incluso hacemos un disparo de la foto que estamos haciendo para avisar que la vamos a poner. La pasamos rápido por el filtro Valencia o el que esté de moda en estos momentos y listo. A por otra.
En otras ocasiones nos lo tomamos con más calma. Cambiamos el encuadre y cuando tenemos un rato por la noche, editamos en el teléfono y lanzamos la fotografía al ciberespacio. Y buscamos los likes. Y otros fotógrafos dejamos pasar un tiempo, pasamos las imágenes al ordenador, las revelamos y las ponemos en la red social que más nos guste...
![Pixel O Tinta Iii](https://i.blogs.es/dfcaf3/pixel-o-tinta-iii/450_1000.jpg)
Son tres formas de comportarse con la fotografía. Todas válidas, por supuesto. Pero en ninguna hemos tocado la imagen. No hemos tenido un contacto carnal. No nos hemos manchado. No tenemos las manos con olor. Y eso es algo que perdemos cuando nos olvidamos de imprimir nuestras imágenes.
Trabajar en pantalla es más limpio, sin duda mucho más ecológico (la de papel que tirábamos antes) pero hacerlo solo con píxeles implica la pérdida de contacto. Es más preciso, más matemático. Menos humano si me dejáis decirlo. Todo es tan ordenado en una pantalla FullHD que puede llegar a aburrir, a perder la intensidad de lo real.
La vuelta al papel
Cuando aumentas al máximo solo ves cuadrados de distinto color e intensidad. Perfectos con sus cuatro lados iguales. Si te alejas ves la fotografía, pero da miedo pensar que todo lo que miras es solo una matriz. Sin embargo, si aumentas con un microscopio un negativo nunca sabrás lo que puedes llegar a ver. Granos de plata de distinto grosor, diámetro y condición. Con la tinta de impresión no es lo mismo, desde luego, pero puedes deslizar el dedo por el papel y sentir la textura y el volumen.
![Pixel O Tinta Ii](https://i.blogs.es/ef3858/pixel-o-tinta-ii/450_1000.jpg)
El papel da vida a las fotografías. Empiezan a contar su propia historia con las huellas que se van dejando. Es indescriptible la sensación de sujetar un baritado recién salido de la impresora y ver lo que pesa. Y si puedes juntar una serie a la que has dedicado tiempo, te sientes como dios. Sufres si se cae, si se dobla o si alguien es capaz de tocarlo sin guantes (si te vuelves un poco extremista).
Son dos formas de sentir la fotografía. Cada una, como siempre pasa en las cosas buenas de la vida, tiene sus pros y sus contras. Pero considero que ver, tocar, sentir una buena impresión de un trabajo cambia por completo tu relación con la fotografía. ¿Vosotros qué pensáis? ¿Tinta o píxel? ¿Qué más da? ¿Es importante o no? Ya nos diréis en los comentarios.
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alan14
Sí Fernando, el revelador, el baño de paro, el fijador y, decenas de nombres más a muchos les sonará poco menos que a un lenguaje como menos algo extraño. Pero "los antiguos" hemos disfrutado de aquellas únicas experiencias y sabemos qué era todo aquel mundillo y, además, también conocemos y usamos el de los píxeles, somos, digamos privilegiados por haber vivido ambos sístemas del apasionante mundo fotográfico.
Respecto a lo de las fotos en papel, la gandulería hace que no tengamos más copias en ese soporte porque, facilidades para ello las tenemos y no son más caras que en aquellas épocas.
Un saludo para todos.
francescfoto
Pixel, por supuesto. Me permite todo el control de la fotografia que antes lo tenia Fotoprix. Por no hablar del precio y tamaño.
mikelbilbaogoros
La fotografía actual se mueve también en la dirección de los nuevos tiempos. Para la mayoría la velocidad en el proceso y la inmediatez en el resultado se ha convertido en la nueva religión que empapa todas nuestras actividades. Y la fotografía no es ajena a esta tendencia. Y algo nos perdemos en ese viaje. Ese íntimo disfrute de procesar, esperar y ver finalmente como esa imagen iba apareciendo milagrosamente en la cubeta donde se bañaba ese papel en blanco. Entre ese olor de los químicos de los que hablabas......
Pero por otro lado están las ventajas de lo digital. El mayor control sobre el resultado final del que habla francesc, el ahorro en materiales,...
Por apuntar algo más añadir que imprimir en casa copias de alta calidad tiene, entre otros, el "problemilla" de tener que hacer una buena calibración entre el ordenador y la impresora y eso a veces desanima un poco a los aficionados.
mytaylorisrich
Por lo que leo en los comentarios creo que no se ha comprendido muy bien lo que dice el artículo, que no es si digital o químico, si no tinta o pixel. Lo que plantea es si se imprimen o no las fotografías, cosa que sólo se puede hacer con una fotografía digital.
Yo lo tengo claro: pixel. Los tiempos han cambiado y actualmente imprimir una fotografía, salvo casos muy concretos es una pérdida de tiempo y dinero. Esa fotografía acabará en un cajón, donde con el tiempo la tinta se degradará y la fotografía perderá su color. Pocas acabarán en un portarretratos o en un marco y si no las protegemos también acabarán mal.
En cambio una fotografía en píxeles ocupa poquísimo espacio y no se degrada. Si la colocamos en la "nube" la podemos tener disponible en cualquier momento y lugar y, si permites que otros las vean, pueden ser vistas por muchísima más gente que una copia en papel. Personalmente me importan un bledo los "me gusta" "like" o lo que sea, pero es cierto que me gusta que la gente vea mis fotógrafías, aunque no diga nada o se calle por educación y compasión.