Renovarse o morir, una de las frases que tanto nos han acompañado a lo largo de la historia, es una de las frases que más se están pronunciando en estos últimos años dentro del mundo fotográfico. Durante años, la fotografía fue un mundo dedicado a unos pocos, como bien comenté en el otro artículo (La fotografía actual…¿un capricho o falta de verdadera información?), y es por ello que durante la época en la que la fotografía química era la dueña y señora (pues no había otra), la posibilidad de realizar fotografías estaba destinada a unos pocos; ya que quitando las compactas de la época, en las que se ponía de manifiesto el maravilloso “usted solo apriete el botón, nosotros hacemos el resto” de la marca Kodak, todo el resto del mundo fotográfico era visto por lo demás como un pequeño gremio.
Ahora, esta clarísimo que esto ha dado una vuelta de 180º. Y es que a día de hoy la palabra fotógrafo, no lleva asociado (en términos generales) un trabajo, sino únicamente la disposición de las herramientas para ello. Desde que la tecnología se ha hecho más accesible para todos, y más en concreto las cámaras digitales, la necesidad de las personas que disponen de cámaras fotográficas por aprender a usarlas ha sido cada vez mayor; y es que ya se sabe Si x personas disponen de una cámaras (por regla general), x personas querrán saber usarlas. Si hoy día la cantidad de personas que disponen de ellas se ha multiplicado por mil, quiere decir que habrá una cantidad mayor que desee aprender a rentabilizar su adquisición.
Fotografia de DANiMANTiS en nuestro grupo de flickr
Es por eso que este hecho, ha generado una cantidad cada vez mayor de lugares donde es posible aprender fotografía (ya sea reglada o no), y es que el negocio no solo se ha visto en las empresas dedicadas a su venta, sino también en otros muchos ámbitos. Lógicamente, si comparamos estos hechos con los dados hace unos 50 años, nos daremos cuenta, que hoy los aficionados/profesionales, tenemos una suerte increíble, pues las facilidades son mayores tanto para el aprendizaje como para documentarnos sobre dicho tema. Pero claro, no para todo necesariamente ha sido beneficioso, y es que el oficio de fotógrafo, se ha visto perjudicado en cierta manera. El miedo que pudiera tener una persona sin conocimientos previos a adquirir una cámara reflex (por poner un ejemplo), hoy se solventa con la ya más que sabida “información útil”, y la facilidad del “ensayo-error”; principio que antes ocurría en menor medida pues antes en la fotografía se aprendía a base de gastar y gastar dinero, ya que para poder ver los resultados de uno mismo, había que “invertir” un dinero obligado.
Fotografia de David Aparicio en nuestro grupo de flickr
Y es por todo esto, que la perdida de miedo, el abaratamiento de costes, y un sin fin de variables, hacen que la gente que se dedica a este mundo, no haya visto con muy buenos ojos, comportamientos producidos en estos años en el sector. Uso del ordenador como herramienta fotográfica, intrusión en el sector por parte de personal aparentemente no cualificado, etc… Aspectos que no dejan de ser válidos desde un punto de vista de un profesional, pero que tampoco reflejan el momento en el que vivimos. Es cierto que cada vez es más fácil encontrarnos con el típico primo que se acaba de comprar su reflex, y que suelta la típica frase de “Yo te hago las fotos de tu boda, que los fotógrafos son muy caros y yo con mi cámara hago las mismas fotos”, pero también es algo que no podemos remediar, y es que igual que la fotografía avanza, avanza con todas sus consecuencias.
Son muchos los que critican prácticas, en vez de realizar críticas constructivas, carentes de información, sólo y exclusivamente por el mero hecho de no saber realizarlas. Pongamos un ejemplo tan claro como la edición digital, y es que mucha gente sigue pensando que una fotografía puede arreglarse en su totalidad solo sabiendo edición, sin darse cuenta que aspectos como la iluminación, toma etc… son importantisimos para una buena edición; como otros tantos aspectos. Vamos que es necesario saber de fotografía, para poder dar un buen producto, a pesar de la edición.
Fotografia de Rodrigo Rivas
Y es por eso, que considero que igual que muchos fotógrafos son fieles al formato actual (formato digital), y a sus cosas buenas; deben saber que también conlleva, como todo, su parte mala, la cual puede ser esta para ellos. Aún así los tiempos cambian, pero seguimos vendiendo nuestro producto, y con la globalización la información, en todos los campos, llega a más personas, y es algo que no va a cambiar (al menos de momento), por lo que aquellos que vivan de la fotografía deben esmerarse más, y si realmente son válidos conseguirán mantenerse. Cierto es, que el profesional no adquiere el mismo significado que hace años, pero sinceramente ¿en qué sector lo tiene ya?
Fotografia de Beatriz AG en nuestro grupo de flickr
Hoy en día, hay que hacer muchas pequeñas cosas para poder vivir de tu trabajo, y es que la fotografía ya no solo se compone de darle a un clic; y ese ha sido también el lado positivo, ha generado trabajo relacionado con ella, que antes ni existía, la única diferencia, como en todo está en saber buscarse la vida; y es que nos guste o no, cada vez hay que aprender más de todo, pero no ser maestro de nada, quizá ahi resida el quid de la cuestión. Es renovarse o morir, el problema es que si dedicamos el tiempo a negar la renovación, no encontraremos el tiempo para realizarla. Los tiempos cambian, y al igual que hoy hay gente que escucha Lady Gaga (con la gran cantidad de arreglos musicales que llevan sus canciones) y lo llama música; yo sigo poniendo mi disco de El Fary y dejando patente que para mí también lo es, aunque hayan pasado 25 años.
Fotografía Portada | Roger Costa
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