Hace unos días nos encontrábamos con la buenísima noticia de que Foma, empresa checa fundada en 1921 va a presentar un nuevo carrete pancromático llamado Foma Retropan Soft 320. Hay quien piense que presentar una nueva emulsión hoy por hoy es un movimiento muy arriesgado incluso para las grandes marcas como Kodak o Ilford, destinado a perder dinero en investigar y producir un nuevo producto, pero por lo que parece hay un mercado al que le interesa disponer de nuevas opciones creativas.
Ante la situación de 'revival' que está sufriendo la fotografía química, lo que me pregunto es, ¿existe sitio para la innovación en la fotografía química? ¿qué riesgos puede conllevar el lanzamiento de un nuevo carrete o cámara destinado a la fotografía química?
El 'revival' de la fotografía química
Muchos fotógrafos que no han tenido la oportunidad de experimentar con la fotografía química están viendo cómo durante los últimos años se está viviendo una vuelta a los procesos fotográficos tradicionales, con personas como Señor Archer que los han elegido como base para su trabajo. En mi caso, me gusta disparar con fotografía química para mis proyectos personales debido a que es un proceso más complejo, que requiere una mayor implicación del fotógrafo y me permite tanto apreciar las herramientas que nos brindan los nuevos equipos, como alejarme de todos los usuarios de cámaras réflex digitales que se crean una página web poniéndose 'Photography' y ya son fotógrafos.
Nuevos carretes, cámaras y accesorios para fotografía química
Suelo comprar carretes de Ilford, Kodak o Fuji y debido al completo catálogo de productos del que disponen, nunca me había planteado la idea de que una marca lanzase un nuevo carrete como el Foma Retropan Soft 320. Disponemos a través de fabricantes tradicionales de otros no-tan-tradicionales como Lomography de una amplia gama de productos con los que conseguir resultados más formales o con los que poder experimentar.
Algo parecido pasa con los lanzamientos de cámaras u objetivos. Ni Canon ni Nikon se plantearían lanzar una nueva cámara de carrete, porque muchos pensarán que esta moda es anecdótica y minoritaria. Sin embargo, hemos visto que durante estos dos días el lanzamiento del Kickstarter de las nuevas pinhole Ondu Mark II que han arrasado al conseguir en tan sólo dos días los 20.000 dólares que pedían para financiar los nuevos modelos.
Otros movimientos bastante interesantes podrían ser el lanzamiento del nuevo objetivo LC-A Minitar-1 Art 32mm f./2.8 para Leica M o las nuevas cámaras que de tanto en tanto anuncia Lomography. Fuji también se atrevió a lanzar su línea Instax con aire retro, e incluso hay quien ha desempolvado alguna vieja Polaoid y la ha equipado con papel de The Impossible Project. No parece entonces que el mercado de la fotografía química sea tan pequeño, ¿no?
¿Hemos subestimado a la fotografía química?
Tal vez nos estemos equivocando, y este movimiento minoritario tenga mucha más trascendencia filosófica y económica de lo que pensamos. La fotografía digital nos ha ofrecido unas facilidades abismales para llegar a mucha más gente, más rápido y más eficiente, pero también ha desmaterializado y despersonalizado la fotografía.
Esta vuelta al materialismo fotográfico ha enganchado a gente que le gusta y quiere invertir su dinero en realizar fotografías empleando técnicas vetustas que requieren un conocimiento más profundo de los materiales y herramientas con las que se trabaja, desde los carretes a los líquidos de revelado, pasando por la ampliadora o los filtros de contraste. Me gusta saber lo que hago y por qué lo hago, pero me aborrece entrar a un programa de edición para ajustar sliders o cargar plugins repetitivos.
Por mi parte, si bien no es una urgencia disponer de una gama de productos demasiado amplia para mis pequeños proyectos personales, me resulta una buena noticia. La fotografía digital nos permite un trabajo mucho más preciso, rápido y flexible que la fotografía química, pero también nos ha arrebatado poder tocar nuestros trabajos tras unas horas de laboratorio, especialmente a aquellos que nunca pudimos fotografiar de forma consciente con carrete. Tal vez la fotografía no sólo se disfrute con la vista, sino también con el tacto y esta sea la razón por la que se suele escuchar que la fotografía química 'tiene alma'.
Sitio Oficial | Foma
Fotografía de portada | Edvvc
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