Fotógrafo de Instagram sorprendido al descubrir que su objetivo funciona también con una apertura distinta de ƒ1.4

Fotógrafo de Instagram sorprendido al descubrir que su objetivo funciona también con una apertura distinta de ƒ1.4
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Nueva York. Un fotógrafo especializado en retratos con luz natural se sintió aterrado cuando accidentalmente tocó un dial de su cámara y ajustó el diafragma de su flamante (y caro) equipo a ƒ5.6. Ross Watkins, quien se autoproclama Natural Light Instagram Photographer (osea, “fotógrafo de luz natural en Instagram”), cuenta que el incidente ocurrió cuando estaba haciendo un retrato a una modelo para colgar en su perfil de Instagram:

Estábamos haciendo unas tomas para mi Instagram, ya sabes, luz natural, hora dorada, cosas chulas para obtener un bonito bokeh cuando, no sé cómo ocurrió, creo que toqué algo sin querer y, de repente ¡todo mi bokeh desapareció!

Watkins cuenta que su primera reacción fue llamar al teléfono de soporte técnico:

Llamé al servicio técnico y les dije que mi equipo estaba estropeado. ¡Todo mi hermoso bokeh se ha ido de repente! ¿Por qué otras hay más cosas enfocadas además de mi modelo? ¿Por qué mi cámara ha bajado automáticamente la velocidad de obturación? ¿Qué clase de objetivo barato es éste que me vendieron? ¡Mis seguidores no entran en mi página para ver los edificios detrás de mis modelos!

La especialista en soporte técnico Jenny Potterweight cuenta su versión de la historia:

Un tipo llamó diciendo que su equipo estaba roto, así que le preguntamos cuáles eran los síntomas. Dijo que la “función bokeh” se había estropeado, lo cual resultaba muy confuso. Le pedimos que nos lo aclarara y comenzó a despotricar acerca de que las imágenes no eran “dignas de su perfil” y que ya no eran ‘bokehlicious’, lo que realmente tampoco nos aclaró mucho. Por eso, le dijimos que nos enviara una imagen de muestra por correo electrónico.

Así lo hizo, y nos llegó una foto que, sutilmente, había llamado ‘DondeestaelBokeh!.jpg’, pero que parecía una foto completamente normal. Una pose de modelo algo irónica, hecha en una ciudad con luz de atardecer. Verificamos los datos EXIF y comprobamos que el disparo se había hecho a ƒ5.6, lo que explicaba porqué la imagen tenía una cierta profundidad de campo.

El fotógrafo “daminificado” termina la historia y cuenta lo aprendido de este episodio:

El soporte técnico me devolvió la llamada y me pidió que volviera a poner la óptica en ƒ1.4, que repitiera la foto y viera si el resultado era el esperado. Yo no tenía ni idea de qué me estaban hablando… ¿Es que mi cámara tiene algún tipo de control de bokeh incorporado que funciona con números extraños? ¿Por qué? ¿Qué significan esos números? Me dicen no se qué de "Profundidad de campo"... ¿Eso qué es? Creo que estaban borrachos ¿Qué es eso de la profundidad de campo? ¿Qué tiene eso que ver con mi maravilloso bokeh?

En fin, de todos modos, al final logré cambiar esos números extraños y mi bokeh regresó y pude seguir publicando mis maravillosas fotos en Instagram. Pero no me ha gustado nada eso del ƒ5.6 y de la “profundidad de campo”. He hecho una marca y bloqueado el dial del objetivo para que no vuelva a repetirse esta pesadilla...

¿Qué os parece la historia? Evidentemente esto podría haber sido un buen relato para publicar el pasado viernes, Día de los Inocentes, pero hemos preferido dejarlo para hoy con el fin de acabar el año con una sonrisa. Porque, efectivamente la historia es una invención publicada originalmente en FStoppers y que queríamos compartir con vosotros. ¿Moraleja? Hacer fotos es sencillo, saber hacerlas no tanto. ¿O qué os parece a vosotros? Saludos, gracias por leernos y Feliz 2019.

Foto de portada | Andrei Panfiloiu

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