Sobre la falta de sinceridad en la fotografía

Sobre la falta de sinceridad en la fotografía

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Sobre la falta de sinceridad en la fotografía

La fotografía es una afición maravillosa. Y muchos tenemos una profesión estupenda. Es una forma de expresarse y de contar cómo vemos el mundo. Nunca es una verdad absoluta, por supuesto. Pero al menos tendríamos que poder decir que lo que captamos en la fotografía pasó. Sobre todo si nos dedicamos a la fotografía periodística.

La fotografía es la única manifestación artística que te obliga a estar presente en el sitio que inmortalizas. Al menos era así antes de la época digital, en la que los montajes no eran tan relativamente sencillos...

El tema es que la mentira en la fotografía, el montaje, está presente desde tiempo inmemorial. Pero es ahora, cuando todos tenemos una cámara, cuando es más fácil encontrar el fraude en este mundo. Y ya lleva tiempo sonando la alarma sobre la deriva en la que se está convirtiendo nuestra afición.

La supuesta realidad en el mundo de la fotografía

Cuando vemos una fotografía en un periódico confiamos en que nos cuente la verdad, lo que está pasando en el lugar de la noticia. O que el espectáculo natural que estamos viendo es real... Pero en algunos casos no es cierto. Y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Después de muchos años dando clases, viendo fotos y sobre todo hablando con fotógrafos que han tenido la suerte de viajar a los lugares más recónditos del mundo, me doy cuenta de que muchas de las imágenes que pueblan las redes son escenificadas. No hay ningún problema salvo que se avise. O a lo mejor no hace falta. Eso es lo que me gustaría saber. ¿Tienes que contar con pelos y señales cómo has hecho tu trabajo o no hace falta?

Mccurryi ¿Esto hay que explicarlo si trabajas para la agencia Magnum?

Cada vez es más popular hacer viajes fotográficos en los que te llevan a los sitios más famosos del lugar en el mejor momento, a la hora perfecta. Y te enseñan cómo hacer la fotografía en cuestión que vemos colgada en todos los sitios. ¿O creéis de verdad que el pescador de cormoranes de barba blanca siempre está ahí con su farolillo esperando a que los peces lleguen? ¿A lo mejor está ahí para que los turistas le hagan unas fotos?

Currysii El pescador de cormoranes

¿De verdad creéis que los niños monjes están saltando siempre por los templos o que tienen la sana costumbre de pasear siempre con un elegante paraguas por las calles? ¿No es más probable que alguien les dé unas cuántas monedas para pasearse de semejante forma?

En los carísimos viajes de una prestigiosa revista te llevan, junto con decenas de fotógrafos más, a los lugares más fotogénicos y recónditos del mundo. En principio vas de la mano de uno de sus importantes fotógrafos... La realidad es que te llevan a la hora indicada a los monumentos o paisajes y luego, si tienes suerte, te puede ver una foto dicho fotógrafo. La mayoría de las veces lo hacen sus ayudantes que solo te programan la cámara para que la técnica sea perfecta...

Parece que nadie tiene ya tiempo para experimentar. Solo lo tenemos para ganar dinero para comprar las mejores cámaras. Aprender es algo del pasado. Muchos aficionados no quieren saber quiénes son los fotógrafos del New Deal, quieren hacer la foto que han visto en las redes en el fin de semana que tienen libre.

Es otra forma, perfectamente válida, de entender la fotografía. Aquí lo importante es la técnica, conocer la receta para lograr algo que les gusta.

Es otra forma, perfectamente válida, de entender la fotografía. Aquí lo importante es la técnica, conocer la receta para lograr algo que les gusta. Y aunque es una filosofía que no comparto, es buena si sirve para disfrutar. Sobre todo porque es pura afición.

El problema de la mentira en la fotografía

Pero todo esto se complica cuando vemos que los autores de las fotografías son profesionales. Y más todavía cuando entregan sus trabajos como periodísticos. Ahí está el matiz y el gran problema de la fotografía actual.

Cada uno puede hacer lo que quiera con su cámara y su ordenador. Pero si cobras por tu trabajo, si tu función es documentar la realidad tienes que partir de la honestidad. Un periodista escribe como ve la realidad, va al lugar del conflicto, encuentra fuentes y teclea las crónicas en cualquier habitación de hotel.

El fotoperiodista hace lo mismo. Pero habla con su cámara. Y sus lectores conocen lo que está pasando al lado de su casa o a mil kilómetros de distancia. Pero si escenifica la escena, igual que puede hacer un fotógrafo que no vive de sus disparos porque no se lo debe a nadie, está mintiendo.

Currysi Cómo me gustaría saber la historia real

Esto lo que pasa con un prestigioso fotógrafo que todos conocemos. Al parecer, después de descubrirse que en sus fotografías se borran objetos con la ayuda de sus becarios photoshoperos, dice que él nunca ha hecho fotoperiodismo sino fotografía de autor. Solo a partir de este momento cambió su forma de explicar a los demás este mundo.

Personalmente ha sido duro enterarse de que muchas de sus fotografías de la India, donde los hombres visten elegantes frente a un muro azul o en las que pulcros maquinistas llevan un tren de vapor delante del Taj Mahal, realmente podrían ser escenas preparadas, montadas y escenificadas, para ilustrar un libro turístico para promocionar la zona...

El mundo no es perfecto pero los fotógrafos lo intentamos ver así. Al igual que cualquiera que quiera contar cómo ve las cosas que le rodean. Y se puede hacer de muchas formas. Pero enseñando todas nuestras armas. Y siendo sincero al mostrarlas.

Yo creo que todos nos sentiríamos decepcionados si viéramos a Jimmy Page tocando en play back... Pues así es como me siento yo ahora cuando veo las fotografías de Steve McCurry. Creía que era genial, ahora no lo sé.

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