“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” (Libro del Génesis.1.27). Supongo que no hubo ninguna instántanea de aquel primer momento. En otras culturas se cuenta de otras formas. En la comunidad científica se rumorea que el origen de la especie humana comienza en un fenómeno físico conocido como Big Bang. Sea como fuere, tampoco se conoce ninguna instantánea de aquel momento.
Las redes sociales no nacen con la era actual de las llamadas nuevas tecnologías y su revolución. Existen desde siempre. Redes sociales con destinos tan diferentes como los masones o los templarios. Por tanto, explorando el tema que nos ocupa: ¿Es flickr una red social fotográfica? ¿Es una comunidad fotográfica? Me parece adecuado detenernos a pensar en ello.
Fotografía de Frodig en nuestro grupo de flickr
Al principio de los tiempos, fue flickr una forma de compartir esas primeras fotografías de un nuevo hobby. Poco a poco fui subiendo fotos. Realmente no eran muy buenas y mal procesadas. No es que las de ahora sean una maravilla ni mucho menos, pero por lo menos disfruto más y estoy más satisfecho de ellas.
En aquel inicio comenzaron a llamarme la atención unas “chapitas de colores y animadas” que aparecían con gran sorpresa en los comentarios a mis fotografías. Deduje rápidamente que si subía una foto a un grupo y hacía unos cuantos comentarios en mi pobre inglés tal vez recibiera más. Caí en el juego, lo admito. Poco a poco se convirtió en una adicción sin yo saberlo. Incluso comentaba con mi gente cercana cuántos comentarios tenían ellos y cuántos había logrado yo. Sin saberlo, sin ser consciente de ello, estaba enrededado en la teleraña. Lo peor aún no había llegado, la amenaza del Explore se cernía sobre mi cabeza.
Explore: Del inglés, explorar o descubrir algo
Bien es cierto, que poco a poco, me preocupó el asunto de mejorar mis fotografías y fui contactando con grupos donde se debatía sobre fotografía. Mientras seguía con la cortesía social del “me comentas, te comento”. Lentamente te das cuenta que flickr no deja de ser una red social como cualquier otra. Pero en ese momento de pensamiento, llegó alguien y me envío un correo o me puso un comentario, no lo recuerdo exactamente, pero me dijo algo así como: “Enhorabuena. He visto tu foto en el explore”.
Yo no sabía que era eso ni a que se refería pero gracias a google rápidamente encontré la información. Por lo visto un algoritmo de flickr seleccionaba automáticamente 500 fotografías y las ponía en un lugar destacado. Dado que se suben una cantidad enorme de fotografías a flickr cada día, me hizo especial ilusión. La fotografía que estaba seleccionada era bastante mala, por cierto, y estuvo poco tiempo destacada. Pero ahí quedó en ese archivo.
Fotografía de Ruhey en nuestro grupo de flickr
Según iba creciendo mi lista de contactos comencé a fijarme que la gente indicaba si una foto “había sido explore”. Como parte de ese proceso simbiótico, empecé a hacer lo mismo. Tal vez así tuviera más comentarios constructivos. En febrero llegó mi primer frontpage. Según cuenta una leyenda urbana, esta honorable mención es para aquellas fotos que ocupan los primeros lugares dentro de esas 500 fotorgafías seleccionadas. Claro que me hizo ilusión. Pero, ¿mi aventura fotográfica iba por el buen camino? Creo que no. En un periodo de 3 meses ocurrió que, casi cada vez que subía una foto, al poco tiempo aparecía en el explore. Había gente que me preguntaba continuamente: ¿cómo lo haces?. No sabía que contestar. No tengo acciones de flickr ni nada por el estilo. Explorar, descubrir algo nuevo cada día, se había convertido en un recuerdo guardado en un cajón antiguo.
Volver a la base de todo
Pero me di cuenta que había dejado de un lado lo importante. Volví a retomarlo todo y a estudiar fotografía de nuevo. Releí los libros que tenía en casa. Busqué otros referentes fotográficos que no estuvieran en flickr. Descubrí que subir una foto cada día y esperar un gran número de comentarios no era lo único importante. ¿Es importante o es un aliciente para aumentar nuestro propio ego? Comencé a comentar en las fotografías diciendo lo que realmente me parecían, aquello que me gustaba y aquello que no. A mi manera y con mi humilde saber fotográfico. Las reacciones fueron de todo tipo.
Desde entonces pocas fotos más de mi galería han vuelto a estar en el explore. Aunque ha dejado de importarme. He encontrado mi estilo. Ni bueno ni malo. El mío. Aunque tal vez no es el estilo de explore 2.0. No dejo de pensar que hay buenísimas fotografías dentro de la selección del algoritmo pero ya no me obsesiona estar ahí. Dentro de poco llegaré a las 250.000 visitas en mi galería, pero ¿significa algo? ¿me darán algún tipo de reconocimiento? ¿tiene más mérito que una galería que haya tenido solamente 5.000 visitas? Taxativamente no.
Fotografía de Andre Delhaye en nuestro grupo de flickr
En este momento, sin embargo, puedo decir claramente, que soy plenamente feliz con mis fotografías, seguramente malas, aunque sí, soy feliz fotográficamente hablando. A día de hoy disfruto como un chiquillo hablando con mis amigos y tomando ese café calentito después de levantarnos a las 6.00 am para disfrutar de un buen amanecer. Pero gracias a flickr he conocido mucha gente que comparte mi pasión por la fotografía y eso es algo bueno, también.
Fotografía de portada | Alfonso Domínguez Lavín
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