La luz es la herramienta principal de nuestra profesión. Muchos de los que trabajamos en estudio nos acostumbramos a usar iluminación de descarga para realizar nuestras imágenes y por ese motivo la invitación de exploración del mes es a jugar con distintos tipos de fuentes de luz disponible en casa.
Las exploraciones son buenas, nos ayudan a aprender y entender elementos del arte que a veces creemos obvias. Este es un ejercicio que puede ayudarnos a entender los problemas que vienen al mezclar distintos tipos de luces, a ver más sus propiedades y a encontrar nuevas formas de iluminar nuestras escenas.
Si ilumina, sirve
En estos ejercicios nos hemos ido a lo pequeño, ya que es más fácil para hacer exploraciones caseras. Las fuentes utilizadas se pueden conseguir en cualquier súper, pues son principalmente bombillas LED de casa, con algunos papeles celofán para tintar. También hay iluminación del móvil, su pantalla y linterna. Así que fácilmente se puede adaptar la exploración a un espacio de estudio.
Los primeros retos de iluminar con las luces caseras es que son limitadas en rango o posición, algunas con pantallas que tintan la luz, como puede ser una tela crema. Además, las distintas bombillas presentan variaciones leves de tono, incluso si son de la misma marca compradas al tiempo. En muchas ocasiones, nos encontramos con diferencias en la temperatura de color dependiendo si son bombillas para la habitación, la sala u otro espacio. Los amantes del indice de reproducción de color sufrirán mucho con los resultados que dan muchas de estas fuentes.
Estos retos nos plantean entender cómo ayudan, o no, al registro de nuestros sujetos en cámara. A pesar de las pantallas de difusión o su construcción, la mayoría de las fuentes que encontramos en casa son puntuales, así que encontrar cómo difuminarlas para obtener una luz más suave es otro elemento a pensar.
Entre estas exploraciones nos encontramos con la dificultad de la potencia de las fuentes. En este caso, los sujetos son estáticos, lo que permite ir a largas exposiciones y jugar incluso moviendo las fuentes a mitad de toma para generar efectos en las imágenes. Pero en otras ocasiones, este elemento de potencia de luz implicará subir la sensibilidad, o irse a aperturas mayores.
Al ir mezclando los problemas que se encuentran en las fuentes comunes, encontramos también nuevas herramientas para solucionar las limitaciones de estas fuentes. A su vez, nos enseña a aprovechar fuentes profesionales de mejor forma, complementando sus propiedades según lo que observamos.
Experimentar con fuentes caseras, e incluso armar nuestros propios sistemas puede ser una manera interesante de aprender sobre las propiedades de las luces con las que trabajamos. Incluso son formas llamativas de aprender a encontrar soluciones rápidas a situaciones complejas de iluminación. Así que con la práctica y jugar a retarnos en estas iluminaciones, aprenderemos a desarrollar más nuestro arte.