El precio de las obras artísticas siempre fue un tema con su ración de polémica, así que ¿por qué no echar más leña al fuego?
El mundo del arte, como todo mercado existente, se rige por la ley de la oferta y la demanda. Del lado de la oferta, tenemos a los galeristas y las galerías de arte, las “casas subasta”, las ferias y a los propios artistas, que también en ciertos casos – y cada vez más – optan por ofrecer su obra de manera directa, sin intermediarios. En la demanda, principalmente los coleccionistas, que pueden ser públicos o privados (los culpables de esas cifras astronómicas).
Para los curiosos, os contamos algunos de los precios récord que han alcanzado ciertos fotógrafos (la mayoría ya de manera póstuma, lamentablemente) con la venta de una de sus obras o de sus colecciones de obras.
Como decía, también el arte responde a la oferta y la demanda. Esto es, a menor abundancia se eleva el precio, de modo que las tiradas más limitadas – digamos por ejemplo de tres, cinco o siete ejemplares – alcanzan unos precios desorbitados; mientras que por el contrario una de cincuenta ejemplares, resultará más económicas en el mercado, pues es menos “exclusiva” y por tanto menos preciosa.
¿No le veis sentido? Pues muchas veces yo tampoco, pero está claro que así funciona el mundo moderno con todo. ¿Es el único criterio? Por supuesto que no. Además de su exclusividad esto, la tasación de un producto artístico – incluida la fotografía – contempla muchos más factores que juegan un papel determinante, como por ejemplo y sin ir más lejos el tipo de soporte físico (incluyendo materiales, estado de deterioro, longevidad,...), la antigüedad de la obra original, o principalmente su contenido: a nivel icónico (visual) y simbólico (significado).

<h2>El precio del arte: subastas récord del mundo</h2>
Pero vamos a ver algunos de los ejemplos más flagrantes de lo que se puede llegar a pagar por una fotografía (o conjunto indisoluble de ellas, en algún caso):
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Andreas Gursky: 2.277.000 euros – año 2007.
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Cindy Sherman: 1.364.930 euros – año 2000.
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Edward Weston: 816.000 euros – año 2004.
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Gustave Le Gray: 718.000 euros – año 1999.
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Lewis Carrol: 694.339 euros – año 2001.
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Dorothea Lange: 596.880 euros – año 2005.
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Man Ray: 416.460 euros – año 1998.
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Richard Avedon: 294.410 euros – año 2000.
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Laszló Moholy-Nagy: 294.410 euros – año 2000.
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Edward Steichen: 231.994 euros – año 2006.
<h2>El precio del arte: subastas récord de autores españoles</h2>
¿Cómo os quedáis? Eso en cuanto a artistas internacionales. ¿Y qué pasa con los nuestros, los españoles? Bueno pues hay un salto significativo de rango de precios, pero no dejan de ser precios elevados para “una foto”.
<h4>En el mercado nacional:</h4>
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Joan Fontcuberta: 6.000 euros – año 2005.
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Alberto García-Alix: 5.000 euros – año 2007.
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Ramón Masats: 2.800 euros – año 2008.
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Rafael Navaroo: 2.000 euros – año 2008.
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Isabel Muñoz: 1.300 euros – año 2009.
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Cristina García Rodero: 1.200 euros – año 2008.
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Chema Madoz: 900 euros – año 2006.
<h4>Y en el mercado internacional:</h4>
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Cristina García Rodero: 3.438 euros – año 2003.
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Isabel Muñoz: 3.000 euros – año 2006.
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Rafael Navaroo: 2.800 euros – año 2003.
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Chema Madoz: 2.000 euros – año 2008.
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Joan Fontcuberta: 1.719 euros – año 2003.
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Alberto García-Alix: 1.506 euros – año 2003.
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Ramón Masats: 1.000 euros – año 2002.
Aclarar, que estos datos los saqué de una conferencia sobre este tema a la que asistí el año pasado, por tanto puede haber algún error por mi parte y también probablemente ya se habrán superado en los últimos meses, pero en cualquier caso nos da una idea del panorama actual.
Fotos | Jean-Pierre Dalbéra | libby rosof
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jarritu
Con todo el respeto del mundo, no entiendo este post. Cuando la pintura, la escultura, los libros, la música..., nos quejamos y nos parece mal que la fotografía se equipare a todo esto?
Cuando nació la fotografía en (acordemos) 1839, estuvo subyugada a ser una disciplina cientifica con el único uso de retratar el mundo de una manera fiel y rápida. La fotografía tenía valor unicamente como elemento testimonial, gracias a lo cual la pintura, que había tenido hasta entonces parte de esa responsabilidad, se pudo liberar de ese lastre y empezo a evolucionar de una forma mas expresiva (vanguardias, expresionismo, impresionismo etc etc).
Al contar con un elemento mecánico como la cámara (que al fin y al cabo es la que hace la mayor parte del trabajo) a la fotografía le ha llevado muchos años de desarrollo y "lucha" el ser considerada como un arte más. Y resulta que cuando lo consigue, cuando el mundo se da cuenta de que detrás de una imagen generada por una cámara esta la mirada única de un artista único.....entonces nos quejamos de que la fotografía tengo un mercado de arte como cualquier otra disciplina??
O sea que un sello puede valer millones, y una fotografía no? Anda que......en fin.
javierizquierdo
Joder, os embroncáis tanto que parece perdéis el norte. Olvidáis primero que las grandes cifras del grupo primero suelen referirse a copias vintage, que no es que sean simplemente viejas en el tiempo sino que esa caractrística las puede hacer únicas, o al menos mucho más valoradas que nuevas tiradas posibles. Por el lado contemporáneo desde hace años la foto es la obra de arte, el que quiera que entrecomille obra de arte, que mayor revalorización relativa viene teniendo. No entiendo porque eso os supone un problema para que se disparen acritudes y malos humores.
Salud y saludos.
Jon Diez
La cultura y el arte hace tiempo que son sinónimo de mercancía. Y las fotografías no dejan de ser una inversión más para los especuladores y mercaderes del lujo y un capricho para millonarios excéntricos que no saben cómo malgastar su dinero.
Hablamos de fotografía como si fuera un diamante, un cuadro o una uña de John Lennon. Como que no va conmigo...
lucianoippolito
Gracias por el artículo. A pesar que algunos fotógrafos famosos hayan vendido sus obras a precios astronómicos siento que lamentablemente todavía no se le da la misma importancia a la fotografía o al arte digital que a la pintura o escultura. No digo que no se considere arte, lo que pienso es que la percepción general es que se considera arte pero varios escalones por debajo de las artes tradicionales.
Es bastante desalentador colocar una fotografía tuya en una galería de arte y que al lado haya una pintura que es una porquería, de un autor nuevo y se venda 10 o 20 veces mas alto que tu fotografía. Por este motivo ya estoy tomando mis primeras lecciones de pintura, mis pinturas no serán maravillas pero por lo menos tendrán un rango artístico mucho mas alto que el de mis fotografías, que son el producto de 24 años de trabajo y aprendizaje. Es un poco triste pero es así, hay que aceptarlo y adaptarse.
Un abrazo, Luciano Ippolito
matrecio
El arte en general, y particularmente la pintura, se compra por tres razones: para disfrutar de la estética y sensaciones que transmite la obra, para decorar, para invertir y para coleccionar.
¿Cuánto vale? Pues ni más ni menos que lo que alguien esté dispuesto a pagar.
Los galeristas, casas de subastas, marchantes lógicamente lo que intentan es despertar interés y crear mercado. De eso viven. Y si firman un contrato por el que tal o cual artista les cede su obra o durante cierto tiempo, o se compromete a realizar x obras (en pintura así funciona muchas veces) por supuesto que van a intentar promocionar de la manera que sea su producto, y eso incluye críticos, exposiciones, suplementos culturales de medios de comunicación, artículos, reportajes… La obra de un perfecto desconocido no vale nada, la de un nombre con una reputación sí.
Y lógicamente el artista que intenta darse a conocer seriamente, dedica tanto a más esfuerzo a promocionarse como a realizar su obra. Negarlo es desconocer como funciona el mundo real. Para lograr sobrepasar ese punto crítico en que su nombre llega a ser conocido en el mundillo y despierta interés o respeto por el mero prestigio del que disfruta, no le cabe otra.
En otro plano ¿por qué si no hacemos exposiciones con nuestras fotos? Pues porque no nos basta con reflejar lo que vemos, sino que necesitamos hacer participes a los demás de nuestro punto de vista, con todo lo que tiene de satisfacción de nuestro ego. Y si además se puede ganar dinero, pues blanco y en botella …
Naturalmente aparte del valor como “mercancía” la obra de arte tiene un valor intrínseco pero ¿cómo se distingue una obra de arte de un producto de la promoción? Yo ya he dicho en otros post, que me parece que hay autenticas tomaduras de pelo y autores que se aprovechan de su prestigio para vender humo, pero también hay obras que, no si valdrán lo que piden por ellas, pero sin duda son estimables.
Por cierto, para el autor de la entrada, muy interesante conocer las cotizaciones del mercado de fotografía.
Oscar
Yo siempre digo que la mayoría de veces lo de menos es la obra y sobre todo al principio es estar en el momento justo en el lugar justo y como no, saber venderse. Estar en el momento justo para que un "iluminado" critico o mecenas de "arte" se fije en tu obra o saber llegar a el y claro esta saber vendérsela. Una vez entras en esos círculos todo es mas fácil y empiezas a ser un "ARTISTA" Algunos lo buscan deliberadamente y otros lo encuentran sin mas, es una lotería... Saludos. Óscar
48193
Por eso al final los fotógrafos acaban siendo también ingenieros, profesores, charcuteros... no hay quien viva de esto.
ramireo
No entiendo cuál es el problema con los artistas haciendo dinero.
Ya sea porque crearon una obra para comercializarla, para regalarla o para expresar algo, no hace que sea mejor o peor; si nos gusta una obra y nos provoca cosas ¿qué más da que sea un producto comercial marketinero o una obra muy, muy personal del artista? Quiero decir que mucha gente está de un bando o del otro y critica ferozmente al otro y es terrible, porque se condicionan antes incluso de ver o escuchar una pieza y se pierden de tanto...
En fin, repito que no veo mal que los artistas hagan dinero con las obras. Sino tomen de ejemplo a la industria de la música; yo al menos prefiero mil veces que se hayan escrito obras como Bohemian Rhapsody aunque se haya comercializado a que nunca haya visto la luz o salido siquiera de un cajón. Los beneficios son infinitos para los amantes de la música y con el mismo criterio para los pintores, cineastas, fotógrafos, etc.
doctordoctor
"Estar en el momento justo para que un "iluminado" critico o mecenas de "arte" se fije en tu obra o saber llegar a el y claro esta saber vendérsela."
Como lo sabes? Aguna vez has estado en el momento justo? Tienes algún amigo o conocido que haya estado en el momento justo?
La mayoría de los fotógrafos que está en el articulo son gente que ha dedicado mucho esfuerzo para estar donde están.
reimi
Sin ánimo de ofender, pero no entiendo muy bien como se ha planteado el artículo. Parece que haya algun problema porque a un fotógrafo se le pague cierta cantidad de dinero por una de sus fotografías, ya sea elevada o menos elevada. Las cosas, digase "fotografia" por ejemplo, tienen el valor que cada uno quiera pagar por ellas así que todo es muy relativo. Tan personal y subjetivo como cada par de ojos haya en frente de esa obra mirando. Lo que para mí puede tener un valor altísimo, una foto de Sally Mann o Robert Frank, para otro puede que no valga ni 2 euros (por poner un ejemplo). Al igual digo que he visto fotografías en Flickr por las que pagaria una buena cantidad de dinero y son fotógrafos "desconocidos". No sé, solo un comentario a modo personal. Saludos chic@s.
soyelvis
Aquí el único que piensa en el dinero es Santiago Diaz al escribir semejante estupidez