Foto | Jack Amick
Si hay un aspecto en el que mucha gente se equivoca es en que cuando compramos la cámara, cuanto mejor sea el cuerpo, mejores fotos haremos.
Hasta cierto punto esto es cierto, y tenemos que tener presente que el cuerpo, a no ser que lo cambiemos, no nos va a permitir mejor sensibilidad o más ráfagas por segundo. Donde está realmente la calidad es en el objetivo (por supuesto en el fotógrafo en sí también).
Para hacernos una idea, las mejores cámaras réflex y de gamas más alta no vienen con objetivos de kit, sino que se venden los cuerpos por separado. Es ahí donde los fotógrafos eligen comprar nuevos objetivos o seguir utilizando los que ya tenían.
Hexanon 57mm f1.2
Si nos compramos una cámara réflex, y realmente nos apasiona la fotografía, no deberíamos de conformarnos con el objetivo del kit. El refrán dice que el que mucho abarca, poco aprieta; y en este caso se cumple a la perfección.
No tendrá la misma calidad a 50mm (por ejemplo) un todoterreno 18-200mm que un objetivo fijo de 50mm.
Con esto no quiero decir que tengamos que desechar los objetivos zoom por completo. Nada más lejos de la realidad. Hay buenísimos objetivos zoom de todas las marcas.
La calidad de nuestro objetivo depende de lo que queramos gastarnos. Puede que no queramos gastarnos más de 700 Euros en un objetivo, o puede que tengamos un presupuesto de 10,000 Euros. En función de lo que gastemos, obtendremos mejores o peores objetivos.
Leica R180/2.8 Apo
Lo que sí tenemos que tener muy en cuenta es que donde realmente se gasta el dinero siendo fotógrafo profesional o aficionado, es en la cristalería de la cámara.
De nada sirve comprarnos una Nikon D300s si queremos acoplarle el objetivo 18-55mm que traía en el kit nuestra antigua Nikon D40. Las posibilidades del sensor de esta cámara estarán muy infrautilizadas por un objetivo de gama baja.
Como muestra de lo que os estoy comentando en este artículo, las fotos que lo están ilustrando son todas tomadas con cámaras con sensor Cuatro Tercios y sus correspondientes adaptadores para montarles objetivos de la talla de Carl Zeiss o Leica. Además, hacen presencia algunas marcas de las que, personalmente, no había oído hablar en mi vida; pero viendo la calidad que ofrecen, sin duda merece la pena buscar en el mercado de segunda mano. Me refiero a firmas como Hexanon, Dallmeyer o Kinoptik
Hexanon 57mm f1.2
Y es que, últimamente están muy de moda los adaptadores para monturas Carl Zeiss y Leica para cámaras EVIL. Como podréis suponer, si alguno de estos objetivos tuviera algún automatismo, automáticamente se vería anulado al conectarlo a una de estas cámaras.
Sin embargo, creo que lo que se pretende a la hora de tomar fotos en estas situaciones no es de rapidez, sino de tomarse el tiempo necesario y disfrutar de la fotografía.
Es más, el uso de objetivos angulares y luminosos como son estos Carl Zeiss y Leica, queda muy bien estéticamente en este tipo de cámaras, gracias a que su tamaño es bastante reducido, creando un conjunto bastante retro, si nos atrevemos a montar un Leica Summilux o un Carl Zeiss Tessar en una Olympus E-PEN1
Kinoptik Paris 50mm f/2.0
Hablando desde los extremos, aquí podemos ver como una cámara con un sensor pequeño, gobernada por un buen objetivo nos podrá dar mejores resultados que una Full Frame con un objetivo de gama baja.
Foto de cabecera | Flickr
Fotos que ilustran el post | Micro Four Thirds User Forum
Ver 12 comentarios