La crisis del escritor también tiene reflejo en nuestro mundo, el de la Fotografía. Últimamente, atravieso esa fase. Me encanta, me apasiona la fotografía, me acompaña cada día. Veo el mundo a través de un visor. Compongo escenas mentalmente y las guardo durante unos momentos. Pero no las fotografío o lo hago muy poco.
La última vez que pasé por esta fase acababa de sufrir el robo de mi equipo fotográfico entre otras pertenencias. Una fase que duró varios meses. Un dolor que provenía del hecho de haber perdido recuerdos de mi familia, de momentos especiales que solo guardo en mi memoria.
Proyectos y objetivos: medidas para seguir adelante
Para mí, la fotografía es y será siempre un medio de relacionarme con la gente. Aunque, por ejemplo, hace tiempo que no quedo con mi grupo de amigos con los que hago nocturnas - debido, sobre todo, al mal tiempo que ha tenido lugar cuando podíamos quedar - lo que más valoro de esos ratos donde hacemos esas pocas fotos nocturnas, es el tiempo que pasamos hablando de fotografía, de probar esto o aquello, de poner en práctica algo de lo que hemos visto en un vídeo, mientras esperamos pacientemente que pasen los minutos de la larga exposición.
Cuando la fotografía no es un medio de vida sino una afición, un hobby, una manera de disfrutar la forma de enfrentarse a este tipo de situaciones no es muy diferente de lo que debe hacer un profesional para salir adelante con su negocio. En una palabra: Hay que reinventarse.
El año pasado, fue muy productivo en lo personal, gracias a diversos proyectos que llevé a cabo en cuanto a Retratos, una disciplina que, dado el entorno en el vivo, me reporta más satisfacciones que la fotografía de paisaje de la cual soy un enamorado también. Sin embargo, las limitaciones paisajísticas de donde vivo, más que explotadas en los últimos años, creo que habían tocado techo. Es por ello, que, gracias al consejo que recibí hace tiempo de un gran fotógrafo, decidí centrarme en realizar pequeños proyectos temáticos.
El objetivo era alcanzable: Aprender a manejar mejor mi equipo de iluminación y explorar las posibilidades que tenía delante de mí. Relacionarme con la gente. Hacerles partícipes de mi visión y compartir con ellos su afición mediante el objetivo de mi cámara. Sin más. Unos proyectos que iría subiendo a Facebook para compartir con mi gente cercana y en los que involucré a gente cercana a mí. Por supuesto, vinieron otros que no conocía y que, también, enriquecieron el proyecto. Ah, ya me olvidé de Flickr, de 500px o de 1x (donde apenas entré). Me olvidé de aquella presión que sentía de procesar y subir una foto casi a diario.
Nunca pensé en estos proyectos fotográficos al modo de hacer una foto/escena a la semana o cada día, ya que las circunstancias personales, familiares o de trabajo, al menos para mí, tienen prioridad sobre la Fotografía. Es algo bueno, sin embargo, cuando estamos aprendiendo tener proyectos con esa dinámica puesto que nos obligan a mantener una autodisciplina. Pensé en estos proyectos como una evolución natural de mi vertiente fotográfica.
En resumen
Voy a mirar con otros ojos. Dentro de poco, llega el verano otra vez. Y es momento, para mí, de fijar de nuevo objetivos y proyectos. Voy a seguir haciendo retratos, esta vez con nuevas ideas. Seguiré con mi gente cercana. Seguiré con alguno de los proyectos que empecé sobre bailarines, moteros, ciclistas y otra tipo de gente que aún no he logrado fotografiar. De lo único que estoy seguro es que haré algo especial es con mi padre, gravemente enfermo durante los últimos dos años. Espero que tú también te fijes unos objetivos y a la vuelta del verano hablemos de lo que hemos logrado.
Fotografía de portada | Erin Leigh McConnell (CC)
Ver 4 comentarios
4 comentarios
landscapesspain
Hobre, es una situación que a todos nos da de una manera ciclica. Yo después de superar un tiempo en el que no sabía por donde tirar creo que he visto la luz.
Yo pienso que no es malo, pienso que es una etapa que nos lleva a reflexionar y a crecer fotográficamente, he pasado etapas de B/N, pseudomacros y ahora creo que voy a centrarme en captar imágenes cálidas cosa que no abundan en éstos días de puestas de sol y fotos de gatos.
Incluso estoy pensando vender todo y hacerme con una telemétrica y 2 objetivos.
focalcero
Como dices, la desmotivación en fotografía es un mal que se sufre de vez en cuando y contra el que no estamos preparados. De hecho, pienso que cuidar la inspiración y hacer cosas que nos motiven es tan importante como cuidar nuestro equipo. Marcarse unos objetivos, unos proyectos, una hoja de ruta para estar activo cuando la inspiración está de vacaciones es la forma de sobreponerse y salir del bache antes.
Gracias por el artículo, saludos!!
teobarker
Muy interesante, Alfonso. Yo siempre defiendo que la fotografía es un estado de ánimo y que nos relacionamos con ella (o con el mundo a través de ella) en función de cómo nos sentimos. Al menos en mi caso es siempre así.
Creo que las crisis a que te refieres ocurren antes o después, pero no son malas, porque dejar de hacer fotos por un tiempo no es grave ni necesariamente negativo, ya que nos da tiempo para disfrutar de lo que nos rodea de otra manera. Además, seamos honestos, el mundo seguirá existiendo sin nuestras fotos, jeje.
Lo que me parece muy acertado es el consejo de los microproyectos, sin excesivas pretensiones: tener tres o cuatro proyectos en mente e ir buscando/haciendo fotografías para ellos nos puede orientar en ese recorrido por el desierto y darnos muchas satisfacciones.
Voy a hacerte caso y buscar unas cuantas ideas que den cierta coherencia a mi galería :)
adriavidal
Las pasiones, cuando son compartidas con las personas próximas a nosotros, su disfrute se multiplica de manera exponencial! Todo fotógrafo necesita su momento de soledad, intimidad con uno mismo en su proceso creativo, pero nada como una pasión compartida.
Mis objetivos para éste verano son realizar un par de fotografías que ya tengo pensadas pero que por falta de tiempo no puedo realizar ahora. Bueno y lo que surja!