Hace tiempo que la fotografía dejó de ser una afición elitista, propia de bolsillos pudientes y seseras doctas en cuestiones artísticas. Esta democratización, impulsada por la sociedad de consumo a la que pertenecemos, ha llenado de cámaras las casas, calles y estanterías de cualquier tienda que se precie.
Cuando un producto tiene un nicho de mercado acotado y limitado en el número de clientes potenciales, nos encontramos que éstos presentan conocimientos amplios y suficientes sobre el producto que van a comprar. En cambio, cuando un producto tiene por posible comprador potencial a casi cualquier persona, un gran número de éstos necesitarán la opinión y el consejo de terceras personas. Es ahí, en el contexto de la duda, donde los premios como los que otorgan EISA, TIPA o cualquier otra asociación pueden ayudar a inclinar la balanza de uno de los dos extremos, pero… ¿son realmente útiles?
Los premios que conceden al mundo de la fotografía las asociaciones EISA y TIPA son los más reconocidos, publicitados y, a veces, hasta polémicos. Se otorgan cada año y se reparten entre un indeterminado número de categorías que se crean, renuevan o desaparecen en función de las fluctuaciones del mercado, que al fin y al cabo es quien manda.
El modo de funcionamiento de estas asociaciones, a la hora de fallar los premios, es exactamente el mismo. Ambas cuentan con la colaboración de revistas y publicaciones especializadas, así como de portales en internet, los cuáles reciben el material a evaluar (cámaras, objetivos, accesorios…). Una vez analizados los candidatos, se celebra el cónclave del que saldrán los ganadores.
Hasta aquí todo parece normal. Unos señores reciben un producto, lo analizan y luego evaluan. Podríamos decir, incluso, que nosotros también lo hacemos aquí de vez en cuando, con la salvedad de que nosotros, cuando evaluamos algún producto, no osamos poner una etiqueta que diga “Mejor Relación Calidad/Precio“ o “Compra Recomendada“.
Si observamos la lista de los últimos ganadores de los premios EISA vemos que salen con premio Canon, Casio, Epson, Fujifilm, Nikon, Olympus, Panasonic, Pentax, Samsung, Sigma, Sony, Tamron y Vanguard. ¡Cuántos premiados, enhorabuena a todos! Y digo bien, “todos”, porque parece que no se han olvidado de nadie.
Ahora observemos los premiados por TIPA: Canon, Casio, Epson, Fujifilm, Nikon, Olympus, Panasonic, Pentax, Samsung, Sigma, Sony, Tamron y Vanguard. Como los chicos de TIPA son más generosos y tienen más categorías, también ha caído algo para Phase One, LG o JVC.
Resulta extremadamente sospechosa la existencia de tanto premiado, no hay ninguna firma que se pueda quejar, puesto que, al menos uno de los incontables productos que presentan anualmente, ha sido premiado y reconocido internacionalmente por estos profesionales del sector, rigurosos e independientes, claro. Por cierto, Leica no tiene premios, no sabemos si porque no está a la altura de Canon o Fujifilm o por qué.
Categorías
¿Cómo conseguimos premiar a todas las firmas para que no se enfade ninguna? Creando tantas categorías como sean necesarias. Si ya nos parecen absurdas las etiquetas que usan las firmas para catalogar a sus propias cámaras, las categorías a premiar nos parecerán el mayor de los disparates.
Encontramos, por ejemplo, que hay hasta cinco tipos de cámaras compactas: Mejor cámara compacta general, Mejor cámara compacta de iniciación, Mejor cámara compacta para expertos, Mejor cámara compacta con superzoom y para los chicos de EISA, hasta Mejor cámara compacta “Social Media”, ideal para tus fotografías de Facebook…
EISA y TIPA comparten la opinión de que la Nikon D7000 ha sido la mejor DSLR Avanzada del año, perfecto. Ahora vamos a poner a esta Nikon en contexto y compararla con la Pentax K5, cámara con la que comparte fecha de salida, características y hasta sensor. Pentax etiqueta a su K5 como profesional, mientras Nikon etiqueta a su D7000 como avanzada, pese a ser casi idénticas, ¿por qué? Porque Nikon tiene que vender, también, una D300s y una D800, Pentax no. ¿Qué etiquetas hemos de creer entonces? Ninguna, ni las que ponen las asociaciones ni las que ponen las firmas.
Para TIPA, la mejor DSLR para expertos es la Olympus E5, una cámara que para Olympus es profesional, máximo exponente de un sistema fracasado y con un precio tan fuera de mercado que la ha sacado de los escaparates. ¿De verdad esa es la mejor DSLR para expertos del año?
Estos premios y los que otorgan otras asociaciones, revistas y demás medios no hacen sino confundir al comprador. Si estáis en el, infinitamente complejo, momento de elegir qué cámara comprar, nunca lo hagáis en base a estos premios. Coged las cámaras, tenedlas en la mano, probadlas, si podéis, comprobad los resultados reales que ofrecen pero nunca os dejéis influenciar por las pegatinas de estos premios porque os estaréis plegando al engaño.
Más información | Premios EISA | Premios TIPA
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