En esta ocasión me toca a mí abrir el duelo, que nuevamente comparto con mi compañero Santiago Díaz. En esta ocasión vamos a tratar una foto de Fábio Costa, que amablemente subió al hilo que tenemos en nuestro grupo de Flickr para que propongáis imágenes para fotocríticas.
Antes de leer el resto del post, os aconsejaría ver su foto en Flickr al mayor tamaño posible, y analizar vosotros mismos qué os sugiere la imagen, y cuáles son sus puntos fuertes y débiles. Así, no sólo podréis entender mejor nuestros comentarios, sino que también podremos entre todos (nosotros inclusive) aprender a hacer críticas constructivas de las fotografías, algo básico para valorar nuestro propio trabajo.
Como siempre, ambas críticas están escritas a ciegas, sin que ninguno de los contendientes sepamos qué ha escrito el otro.
Sin mas, os dejamos con las nuestras dos visiones de la foto. Esperamos vuestros comentarios sobre nuestros puntos de vista, y sobre la imagen de Fábio. ¡Que comience el duelo!
Análisis de Javier Prieto
Lo que más me gusta
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La foto tiene varias lecturas que surgen progresivamente a medida que la vamos mirando: primero vemos una serie de palomas, cada vez menos desenfocadas y cada vez más pequeñas, hasta que la línea que trazan, y su distancia con respecto al espectador, nos lleva hasta la pareja que se está haciendo una foto.
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Así, la sensación de tridimensionalidad está perfectamente lograda gracias al uso de la profundidad de campo y a los juegos de tamaños. Si lo unimos a las líneas que forman los pájaros, que tienen como punto de fuga a la pareja, hacen que el orden de lectura esté perfectamente claro.
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Siguiendo con las líneas, las horizontales y diagonales de los escalones le dan una perspectiva distinta a la foto, situándonos en un contexto, y ayudando a definir cómo y dónde se encuentra cada elemento.
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El blanco y negro, muy puro y contrastado, ayuda a aislar la imagen de elementos innecesarios, y refuerza las texturas. Dudo que el color hubiera añadido nada a la imagen.
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La pareja, ajena a las palomas que van hacia ellos, juega con una cámara haciéndose una foto. No están especialmente felices, ni tienen ninguna pose irreal: simplemente, tienen un pequeño momento de intimidad en medio de un gran espacio vacío, ajenos al resto del mundo. Creo que sería una perfecta imagen para publicitar cámaras fotográficas, por ejemplo.
Lo que me gusta un poco menos
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En general, es difícil buscarle ningún “pero” a la foto, ya que capta un momento único y difícil de repetir. Así, cualquier propuesta de cambio de composición que afecte al momento de la toma tiene poco sentido. Por tanto, todo lo que viene a continuación son sugerencias o posibildades que sé que muchos no apreciarán, y que por tanto son más que discutibles.
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Vemos incompletas las alas de las palomas que están en los extremos de la imagen. Con respecto a las que están en primer plano, poco se puede hacer, pero la de la parte inferior, por ejemplo, podría simplemente haberse recortado.
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Llevando más allá este último punto, quizá se podría recortar toda la parte inferior, ya que contiene muy poca información. En concreto, se podría eliminar la paloma de debajo, y todo el espacio en blanco hasta las dos que tiene encima, dejando un formato panorámico. No es una decisión fácil, en cualquier caso, porque puede hacer la foto más confusa al perderse los espacios vacíos, así que se podría dejar sólo para cuando se vaya a presentar en un formato pequeño (como la web) donde no sea tan fácil apreciar los detalles.
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A muchos (no es mi caso) no les gustará un blanco y negro tan contrastado, sin detalle en las sombras. Teniendo en cuenta la gran cámara que se ha usado, seguro que se puede lograr algo más de detalle en los tonos bajos, si es necesario.
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Por último, y siguiendo con posibilidades que no todos los fotógrafos tomarían, se podría recurrir al clonado para algún punto como la paloma negra que parece ocupar el lugar que tendría la cabeza de la más grande que aparece en primer plano, y que da un efecto un tanto extraño.
En la galería de fotos de París del autor encontramos otras excelentes imágenes en blanco y negro, con altos contrastes y motivos geométricos
Análisis de Santiago Díaz
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En general creo que ésta es una fotografía muy buena y sobre todo correcta, aunque quizá a muchos os pueda parecer excesivamente amable, lo cual no tiene por qué ser malo, refiriéndome a esa “amabilidad” característica de la fotografía publicitaria por ejemplo.
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La escena fue capturada en el momento preciso. Los dos humanos de la imagen tienen la cabeza erguida y sonríen, pero además están haciendo algo interesante: él da de comer a las palomas y ella le hace una foto a él. Esto puede parecer una tontería, pero los que os dedicáis a “robar” fotos callejeras sabréis que no es tan fácil conseguir que todo esté en su sitio en el momento de accionar el obturador, pues es habitual que alguien mire hacia abajo, haga una mueca extraña o simplemente adopte una postura que al congelar parecerá antinatural.
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El encuadre empleado puede parecer arriesgado pero creo que en el fondo es bastante académico, aunque no sea tremendamente estricto. La regla de los tercios nos lleva la vista a dos puntos fundamentales: por un lado, el hombre con su pareja y las palomas comiendo a sus pies; por otro, la gran paloma en el plano más cercano que vemos desenfocada y dirigiéndose hacia ellos, hacia el alimento. El resto de las palomas que se dirigen al punto caliente forman una diagonal que podría llegar a dar cierta fuga, aunque ésta no es muy clara y creo que si lo fuese más podría redondear del todo la imagen, pero habría que verlo. Todo ello sobre un fondo de mosaico perfectamente nivelado (no sabemos si en toma o en postproducción, pero nos da igual) compuesto por escalones blancos y que están formando la diagonal de fuga contraria con las intersecciones de los peldaños. Yo diría que tiene bastantes elementos, pero no llegan a sobrecargar gracias al “aire” que deja sobre todo en la zona inferior derecha, que permite que la foto respire.
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A nivel técnico, me gustaría ver más detalle en la ropa de los protagonistas, pero el autor ha escogido explotar el poderoso recurso del alto contraste, aprovechando la gran escalinata blanca, y también debido al tamaño relativo de las dos personas en la imagen funciona perfectamente ya que lo más a fondo que llegaremos viéndola a un tamaño normal es a fijarnos en su lenguaje corporal y sus rostros. Además, ha sabido sacar textura a la escalinata y me gusta mucho el toque que le da con esas sombras e imperfecciones, pues si viésemos simplemente una escalinata blanca quemada como lienzo no podríamos fijarnos cómodamente en el resto de los elementos.
Foto de cabecera | Juan F. Tur Riera, de nuestro grupo de Flickr
Foto analizada, y tira de fotos | Fábio Costa
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