Somos tan dueños de nuestro silencio como esclavos de nuestras palabras. Esta máxima, desde hoy, quedará grabada a fuego en lo más profundo del encargado de redactar en el perfil que Nikon tiene en Facebook. Tenía, esta persona, como encargo, ensalzar la calidad de los Nikkor, los objetivos de la firma nipona y no se le ocurrió mejor forma de hacerlo que lanzando una afirmación incendiaria:
<blockquote>
<p>Un fotógrafo es tan bueno como el equipo que usa</p>
</blockquote>
El comentario ha enfurecido a las masas, que no ha tardado demasiado en dejar patente su disconformidad con casi 3000 réplicas. Nikon ha tenido que volver a escribir para pedir disculpas. No pasa nada, ha sido mitad error humano y mitad fenómeno troll, ese que se alimenta de la ignorancia y la mala fe. No hay mal que por bien no venga y todo ha acabado generando un necesario debate generalizado. ¿Cuánto nos limita nuestro equipo?
He decidido ilustrar toda la publicación con fotografías que he considerado interesantes, realizadas con cámaras que no se consideran profesionales y por supuesto de, vosotros, nuestros lectores. Será la mejor forma de hacerle ver al empleado de Nikon lo equivocado que está.
¿Qué es una cámara profesional?
Deberíamos empezar por preguntarnos qué es una cámara profesional. Puede haber muchas respuestas pero la que creo se acerca más a la realidad es obvia: Una cámara profesional será aquella con la que hagamos trabajos remunerados y/o profesionales, cosa que no tiene por qué ser lo mismo. En definitiva: no existen cámaras profesionales. Existen fotógrafos profesionales en tanto y en cuanto tienen en el ejercicio de la fotografía su profesión, independientemente del precio que pagaron por su cámara.
Voy a poner como ejemplo de desinformación al respecto a Nikon. Como todos sabéis esta firma empieza a etiquetar a sus modelos como profesionales desde la D300S en adelante, dejando fuera de este rango a la nueva D7000 aun cuando esta última supera en muchos aspectos a la anterior. En un foro discutían sobre esto mismo y alguien decía que la D7000 no podía ser profesional porque el cuerpo no era tan sólido en su construcción como el de la D300S. Vale, aceptamos pulpo como animal de compañía.
Improvisemos un ejemplo. Un profesional quiere una cámara para fotografiar jarrones de barro en interior y cree conveniente que la D7000, por su gestión del ruido y su rango dinámico, le será una buena elección ¿por qué habría de comprar una D300S? ¿porque está mejor sellada? Eso está muy bien si fotografías el Rally de Grecia o tormentas de arena en el desierto, pero… ¿es necesario pagar un sobreprecio por una funcionalidad que no es imprescindible? Lo dudo.
Ya lo he dicho en otras ocasiones, las etiquetas que las firmas ponen a sus cámaras no son ni siquiera orientativas, son producto del marketing más agresivo. Cámaras hermanas se venden como profesionales en unas estanterías y como avanzadas en otras. Hablo, por ejemplo, de la Pentax K5 que para Pentax sí es una cámara profesional cuando comparte muchas de las especificaciones de la D7000 de Nikon.
Con cualquier DSLR actual, sea del nivel que sea, podremos realizar fantásticas fotografías y hasta trabajos profesionales aunque no cualquier trabajo, eso es algo que nos lo dará la experiencia. No puedes pretender hacer grandes cosas en ausencia de luz con una cámara que no gestione bien el ruido pero sí, en cambio, con luz. Y por supuesto, hay que invertir en ópticas más que en cuerpos, fundamental.
El equipo, para acabar, no nos limita tanto como nosotros mismos, nuestros miedos y prejuicios. Si te enfrentas a una escena con la idea de que no serás capaz de fotografiarla bien con tu cámara te aseguro que no lo conseguirás. Primero has de dejar las ideas preconcebidas a un lado y completar el puzzle con las piezas que tienes a tu disposición, no con las que crees que necesitarías.
Fotos | SluTteR | Zú Sánchez | Tadeu Dreyer, todas de nuestro Grupo de Flickr
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