Si eres fotógrafo/a seguro que alguna que otra vez te has visto en algún problema de pareja por culpa de tu afición. Seguramente porque, ya sea estando de viaje o en cualquier otra situación, es fácil que hayas hecho esperar a tu chica/o más de lo debido porque estabas aguardando la luz adecuada para una toma. Pues para evitar problemas, ahí van unos consejos para los acompañantes de los fotógrafo/as.
Se trata de unas pequeñas “reglas” que la pareja formada por Sally (periodista) y Luke Collins (fotógrafo) establecieron para evitar esos problemas que pueden suceder por culpa de la fotografía. Unos consejos que contaron en su blog para ayudar a otros que tengan que pasar por situaciones similares y que nos han parecido interesantes, y estamos seguros que más de uno las habréis sufrido y os pueden ayudar.
En su relato, Sally comienza hablando de cómo vivir junto a Luke le ha llevado a participar en expediciones fotográficas por todo el mundo y de cómo ha estado en sitios increíbles y asistido a bellas escenas que de otro modo nunca hubiera visto. Claro que también cuenta cómo ha pasado horas esperando en el coche, leyendo guías turísticas o jugando al Candy Crush. “Vale la pena” dice, pero “a veces ser la pareja de un fotógrafo puede ser difícil”. Por eso, sigue contando, “después de varias discusiones relacionadas con la fotografía, que creo que incluso Ansel Adams y su esposa tuvieron que superar, hemos establecido algunas reglas básicas” que comparte con todo el mundo:
Tener un plan establecido
La planificación es clave para evitar los problemas. Según cuenta Sally, si un día su marido quiere fotografiar un sitio al atardecer y ella había pensado hacer una cena que requería más preparación de lo habitual, procura dejarla hecha antes para no interferir en el trabajo de su pareja. Además, es importante tener una agenda compartida en el que vayan apuntando sus citas con la mayor antelación posible. Si el fotógrafo reserva un día entero para fotografiar una boda, su mujer lo sabrá de antemano y no planificará nada. Pero si algún día hay apuntado un cumpleaños o celebración familiar, él se asegurará de no trabajar ese día para no perdérselo bajo ningún concepto.
Prepárate para posar
Siempre que el fotógrafo estrene algo de equipo nuevo, su pareja tiene que armarse de paciencia y prepararse para ello, respirar hondo y posar sin rechistar. No hace falta prepararse y ponerse guapa/o ni tampoco poner cara angelical, sólo dejarle que disfrute y no impacientarse cuando tarda una eternidad en ajustar el equipo y luego “examina la foto con el ceño fruncido y la cara arrugada como si fuera una imagen terrible.”
Lleva siempre un libro a mano
“Disfruto de los paisajes hermosos… pero por un rato. En lugares particularmente épicos, el fotógrafo va a querer permanecer una o dos horas en el paisaje y te cansarás de seguirle y mirar la misma montaña y las nubes que se mueven lentamente”. Por eso Sally recomienda llevar siempre un libro en la guantera o el bolso, para dejar al fotógrafo a su aire sin aburrirse demasiado mientras tanto.
Dale un toque cuando llegue el momento
Muchas veces a los fotógrafos se les va “el santo al cielo” y se pasan demasiado tiempo en un sitio. Cuando esto ocurre, Sally llama a su chico con un “Luuuuke” y este ya sabe que eso es una advertencia para decirle que le da cinco minutos para que acabe y se marchen del lugar.
Decide cómo organizar los días
No es difícil que un fotógrafo pueda querer convertir las vacaciones en una expedición fotográfica. Esto puede ser genial porque signifique ir a lugares increíbles en momentos en los que la luz es espectacular. Pero la pareja del fotógrafo puede sentir que están perdiendo tiempo de estar juntos y que sólo van a donde el fotógrafo quiere. Por eso, esta pareja decidió que el amanecer y el atardecer eran los momentos para hacer fotos, pero el resto del día estaría reservado para ellos: “tomando una cerveza, visitando un museo o una galería, o simplemente estando juntos, haciéndonos un selfie con el teléfono como una pareja normal.”
Limita el tiempo de retocar fotos
Es fácil ponerse a hacer algo y que se te pase el tiempo con ello sin hacer caso a tu pareja. Sally cuenta como a ella le pasa cuando se pone a coser, a escribir o a jugar con algún videojuego. Y muchas veces Luke le busca y le interrumpe porque quiere estar con ella. Por supuesto lo mismo pasa al revés, cuando a veces el fotógrafo resulta absorbido por el ordenador editando y retocando fotos. En esos casos, cuenta la autora, hay que saber parar y compartir tiempo con la pareja, ya sea estando de vacaciones o en casa.
“Luke es fotógrafo, es su vocación y su pasión. Y si has leído hasta aquí, tengo la sensación de que tu pareja también es un fotógrafo hardcore. Te llevará a algunos viajes hermosos y locos ¡pero eso no significa que no puedas establecer algunas reglas básicas!” concluye Sally. Evidentemente son unas reglas básicas que no se pueden aplicar en todos los casos (ya sabéis eso de que "cada pareja es un mundo") pero como punto de partida quizá hasta puedan evitar algún que otro divorcio...
Luke/ Sally Collins | Página web | Instagram | Facebook
*Foto de portada | David Marcu
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