El miedo es uno de los principales elementos que no nos permite avanzar como fotógrafos. Debido a él, nuestra práctica se atrasa, nuestros objetivos pierden valor y la calidad de nuestro trabajo no llega a su máximo potencial. Para evitar quedarnos atrás, debemos luchar contra el miedo de hacer fotografía. Así que aquí os traemos algunos consejos para enfrentarse a este problema.
Identificando las caídas
El miedo a hacer, usualmente, es un sentimiento que llega de manera desapercibida. Imaginamos nuestros proyectos o ideas para una toma, imaginamos un viaje, un contacto, una estrategia… pero el tiempo pasa y esas ideas mueren entre peros o hasta ques que retrasan el hacer y lo llevan al olvido.
Lo que ocurre en estos casos es que queremos justificar nuestro miedo con una razón lógica para no enfrentarnos a la toma. La excusa más usual siendo nuestra capacidad económica, la cual muchas veces puede ser solucionada planeando la producción de manera meticulosa. El tiempo, el clima, la necesidad de otros son otras de las razones más populares. La razón menos común pero existente es la de no sentir motivación para ello.
Esta última es una de las más cercanas a la realidad, pero ¿de dónde viene esa falta de motivación? El miedo.
Hay un factor al que ningún fotógrafo se quiere exponer: El fracaso. Este es el miedo que nos detiene en su mayoría. Muchas veces esa falta de motivación se debe a fracasar y, antes de enfrentarse a ello, lo que hacemos es evitar el hacerlo del todo.
Para poder enfrentarse a esta falta de motivación el primer paso es identificar qué es lo que nos da miedo en nuestro proceso. Esto puede ser el nivel de planificación, pensar que se requieren elementos especiales o simplemente pensar que no estamos al nivel para hacer la toma de la manera que nos imaginamos.
Enfrentando los retos
Enfrentarse al fracaso es obligatorio si queremos avanzar en nuestra profesión. Nos enfrentamos a ello en cada momento de nuestro camino fotográfico. Al aprender estamos en constante enfrentamiento contra la estética, la composición y el concepto. Elementos que solo pulimos fallando, entendiendo y puliendo en el camino. Luego, en nuestra carrera profesional, los miedos son aún más fuertes cuando tenemos que enfrentarnos a nuestros clientes.
Pero es ahí donde debemos enfocar nuestra motivación. Fracasamos para poder aprender y mejorar. Fracasamos porque si no lo hacemos nos quedaremos estancados en todas nuestras ideas dentro de una profesión que vive cambiando, que vive evolucionando.
Al ir exponiendo nuestro trabajo a ello, no solo encontramos los elementos de mayor valor en nuestras imágenes; también encontramos nuevas formas de superar las complicaciones. También encontramos el gusto de enfrentarnos a retos cada vez más complicados, que pueden ser desde exponernos a un público pequeño a concursar en competencias de fotografía o incluso planear nuestro primer libro fotográfico.
Exponerse y enfrentar el miedo es un proceso de acciones, que mejoren nuestro flujo. Como si fuera un deporte, al principio puede que nos de flojera y que no lo hagamos de manera consciente, pero hacerlo con constancia y tratando de superarnos cada día más encontraremos que evolucionamos de manera acelerada y cada día se hace más fácil.
Los ejercicios de valor
Algunos de los ejercicios que podemos realizar para entrenar nuestro estilo fotográfico y eliminar el miedo de hacer fotografías es:
Hacer ejercicios de estilos fotográficos: Explorar estilos que no pertenecen al nuestro nos pone en la posición de investigar, enfrentarnos a los límites técnicos o estilísticos, aprender habilidades y expandir nuestra visión sobre la fotografía. Es uno de los retos más sencillos de realizar, pues podemos elegir estilos y referentes que nos llamen la atención, haciendo más llamativa la experimentación.
Planear una sesión semanal: Hacer es crecer y mejorar. Entre más fotografías hagamos de manera consciente y planeada, más aprenderemos a identificar los elementos de nuestro estilo. Si queremos disminuir el miedo a no hacer las fotos de manera completa, podemos hacer listados de los elementos que necesitamos y retarnos a conseguirlos y producir la sesión en tiempo record. Esto nos ayudará a aprender organización, a reducir nuestro miedo a no estar preparados para las tomas, mejorar nuestra recursividad y volvernos ágil en la producción fotográfica.
Planear series continuamente: Este sería el siguiente nivel del punto de arriba. Para complementarlo, incluso puede ser una excusa ideal para comenzar a participar en concursos fotográficos. Enfrentar el miedo a exponer nuestro trabajo.
Ingresar a foros: En ellos exponemos nuestro trabajo, lo que nos enseña a ser más abiertos de mostrar nuestra visión. Al hacerlo, podemos discutir sobre técnica, concepto, narrativa y encontrar nuevas formas de complementar nuestro trabajo o mejorar nuestros flujos de trabajo. Podemos encontrar ideas, podemos aprender formas de optimizar nuestra producción. Enseñamos a través de nuestra experiencia y aprendemos de la experiencia de nuestros colegas. Aprendemos por compartir mientras perdemos el miedo a hacerlo.
Esto es todo por esta ocasión, esperamos estos consejos sean de utilidad para enfrentarse a los miedos y realizar trabajos magníficos. ¡Hasta la próxima!