En el mundo de la fotografía y la imagen, el manejo de color es uno de los elementos de mayor importancia. Por eso, las herramientas de colorimetría son tan necesarias en nuestros sistemas y flujos de trabajo. Sin embargo, en la fotografía, parece que la única herramienta que nos dan las compañías sigue siendo el histograma.
En el pasado, hemos hablado sobre por qué creemos necesario que los scopes de vídeo lleguen al mundo de la fotografía. Dos años después, todo sigue igual, salvo por la fabulosa adición de estos elementos a Affinity Photo.
Tiempos reducidos y mayor calidad
Lo que hace a los scopes de vídeo tan útiles en el flujo de trabajo es que son guías más completas de cómo está distribuida la información alrededor de nuestra imagen. El histograma es útil y el histograma de canales es un complemento más completo. Sin embargo, el histograma en su versión actual es una herramienta que solo nos muestra el estado general de la exposición en nuestra imagen.
Por eso, en el mundo vídeo esta información es complementada con otras herramientas: El vectorscopio, la forma de onda y el mostrador RGB.
Un cambio leve en el histograma se identifica más fácil en un vectorscopio.
Con una forma de onda es más sencillo definir puntos de blanco, negro y ajustar el contraste general de la imagen; además de identificar puntos alrededor de la imagen que estén generando problemas. Con el mostrador RGB logramos identificar y ajustar de manera más fácil dominantes de color. Y el vectorscopio es una herramienta que nos puede ayudar a encontrar pieles naturales de manera fácil y rápida.
En nuestra entrada anterior entramos más en detalle sobre cada una de esas herramientas.
Sin embargo, lo más importante de estas es que, al ser más específicas para identificar propiedades de la información de la imagen, nos permite potenciar la intención de nuestras imágenes, aprovechar su información al máximo y corregir problemas de manera rápida; disminuyendo los tiempos de edición de una imagen y dando mayor seguridad sobre los ajustes realizados.
Son tan útiles que algunos fotógrafos pasan por procesos complicados para agregar estas funciones en su flujo de trabajo, como es el caso de Sean Gallaher.
Aunque la información es similar, el forma de onda nos deja ver más claro la distribución de información y el contraste.
Que Affinity los incluya en su programa de edición es un gran alivio. Siendo la principal competencia de Photoshop, además de no tener que entrar en el sistema de suscripción, estos monitores de información lo hacen aún más llamativo para quienes buscan salir de Adobe e ingresar a alternativas de herramientas de edición.
Si son tan útiles, ¿por qué no lo agregan los software de fotografía?
En foros podemos encontrar que, quienes hemos trabajado con herramientas de vídeo, tenemos estas dudas desde hace mucho tiempo. Y, sin saber la respuesta oficial de ninguna de estas compañías, lo que se intuye es que quienes controlan el diseño de los software no salen de la tradición.
El fotógrafo siempre se ha valido del histograma, es la única herramienta que lo acompaña en la era digital. En vídeo, el mantener ciertos parámetros para poder transmitir en televisión y cumplir con estándares generó en nosotros una necesidad de herramientas más específicas.
Con el mostrador RGB podemos ver las dominantes de manera rápida y sencilla.
La complejidad técnica de agregar estas herramientas son mínimas. Affinity, con menos años de experiencia en el mercado, cuenta con estas herramientas. Adobe tiene estas herramientas en su software de vídeo y existía antes cuando tenían una aplicación de colorización específica. Capture One y On1 cuentan con algunas herramientas similares a las de vídeo (como las ruedas de color). Entonces, si pueden llevar algunas de sus herramientas al mundo foto, ¿por qué no las de colorimetría?
Tal vez con el crecimiento de la tendencia de que los fotógrafos no solo pertenecemos a este mundo, sino también al de la imagen en movimiento, cada vez haya una demanda más grande por incluir estas herramientas en software de fotografía. La respuesta de que el histograma es más que suficiente es un bloqueo de los fotógrafos a entender que la industria y las necesidades evolucionan. Que es hora de complementar nuestras herramientas para ofrecer un trabajo de mayor calidad y para facilitarnos la vida en la postproducción.
Lo pedimos en 2018 y lo volvemos a pedir en 2020. Ojalá para 2022 ya no haya que pedirlo más.