Al igual que ha ocurrido con la Olympus E-PL2, las características de la XZ-1 habían sido filtradas prácticamente en su totalidad, y su presentación en el CES no ha hecho más que confirmarlas. La expectación ha sido alta, y ha venido detrás de dos números que Olympus se ha encargado de destacar en el frontal de la cámara: f1.8.
Como ya ocurrió con la recientemente analizada Samsung EX-1, la combinación de un buen sensor con un objetivo luminoso y estabilizado promete unas buenas capacidades para trabajar en baja luz con bastante comodidad. En este caso, su objetivo 4x cubre unas focales equivalentes a 28-112mm en formato completo, y tiene una también excelente apertura máxima de f/2.5 en su extremo teleobjetivo.
La óptica lleva la firma Zuiko, bien conocida para los amantes de la marca (de hecho, se trata de la primera vez que una compacta lleva su nombre). Es una lástima que no hayan sido capaces de alcanzar los 24mm en el lado angular, porque habría terminado de redondear las capacidade de la lente.
Mirando los controles de la cámara, encontramos una disposición bastante conocida, similar a otras cámaras Olympus. El cuerpo parece bien organizado y distribuido, aunque a primera vista se echa de menos una empuñadura más pronunciada. En general, todo parece acercar la cámara más a la gama Pen que a la de consumo de la compañía.
De manera similar a como trabajan algunas compactas Canon, o las nuevas EVIL de Samsung, el anillo de control de la óptica, junto con la rueda que acompaña a la cruceta trasera, permiten ajustar los parámetros de la cámara de una manera rápida y cómoda. Esta característica desgraciadamente hace que la cámara tenga un perfil algo más abultado que alguna de sus competidoras, aunque siempre sin abandonar la categoría de las cámaras pequeñas para llevar en el bolsillo.
Comparando físicamente la cámara con su competencia, también destacan un diminuto flash integrado (que a primera vista parece elevarse bastante sobre el cuerpo), y una zapata de flash, que permite acoplar el magnífico (y bastante voluminoso) visor electrónico VF2 de la marca, al igual que en sus hermanas mayores de la gama Pen.
El resto de detalles de la cámara entran en lo que podíamos esperar para su gama. Así, podemos destacar su sensor de 10 Mpixels, similar al de la Panasonic LX5 y capaz de grabar fotos en RAW y vídeo a 720p, su pantalla OLED de 3", y su ISO máximo de 6400.
En breve veremos qué es capaz de ofrecer esta cámara. Se espera su llegada el mes que viene por 470 euros.
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