Se ha hecho de rogar (la versión anterior tiene casi cinco años) pero por fin Olympus ha presentado su nuevo modelo de gama media, la Olympus OM-D E-M5 Mark III. Es decir, la que se sitúa justo en el medio de su catálogo, pensando tanto en aficionados avanzados como semiprofesionales, y que llega prometiendo ser “compacta, ligera y repleta de funciones avanzadas”.
Así, la presentan como la cámara que quiere “hacer olvidar la incomodidad de los equipos voluminosos y los límites de la fotografía con smartphone”. Para ello, la cámara ofrece “muchas de las más avanzadas tecnologías para la imagen de Olympus en un cuerpo muy ligero y de tamaño reducido […] Presenta un exterior sellado contra las inclemencias del tiempo, un autoenfoque de alto rendimiento y un potente sistema de estabilización de imagen. Además, también cuenta con otras versátiles funciones para conseguir una alta calidad de imagen y con una amplia variedad de opciones para fotógrafos y amantes del vídeo”.
Principales cambios
A pesar de todo, aparentemente la cámara no ha cambiado mucho y sigue ostentando ese diseño que hace tan reconocibles las Micro Cuatro Tercios de esta casa (que por cierto está celebrando sus 100 años de historia) inspirado en las clásicas OM de carrete. Así, hay que fijarse bien para notar las novedades que a nivel externo se manifiestan sobre todo en la parte superior, donde la rueda de modos se ha desplazado a la parte derecha haciendo que la fisonomía cambie ligeramente.
Por lo demás, con el fin de mejorar el agarre se ha producido un ligero aumento del tamaño del grip y se ha rediseñado la parte trasera, para que el pulgar encuentre mejor acomodo, y algún cambio más, como el añadido de un nuevo botón ISO. Todo esto en un cuerpo que, una vez más, presume de resistencia al polvo, las salpicaduras y la congelación, “para que sus usuarios puedan concentrarse en obtener buenos resultados sin tener que preocuparse por el tiempo”.
Eso por lo que toca al exterior porque, lógicamente, la “chicha” está por dentro a pesar de que los cambios no sean tampoco revolucionarios. De hecho, resulta curioso que dos de las cosas más destacadas sean las mismas de las que presumía la anterior versión: Vídeo y sistema de estabilización. Por lo que toca a lo primero, como era de esperar la cámara da el salto al 4K en formato 30p de alta definición y presume de estabilidad a la hora de grabar “al combinar la estabilización en cinco ejes con la estabilización electrónica”.
Por lo que toca al estabilizador, se ha diseñado un nueva unidad de estabilización de imagen en cinco ejes de tamaño reducido que permite una compensación de hasta 5,5 pasos (medio más que el modelo anterior), que pueden llegar a 6,5 si se combina con objetivos estabilizados.
Sensor y procesador heredados
Según la firma, “el secreto de la E-M5 Mark III reside en la combinación única del sensor Live MOS de 20,4 megapíxeles con el procesador de imagen TruePic VIII de alta velocidad”, y lo cierto es que ambos componentes son heredados de su hermana mayor, la OM-D E-M1 Mark II. Y esto, que puede decepcionar a algunos que esperaban un aumento de resolución, es una buena noticia si consideramos que aquella cámara es un modelo de tipo profesional.
También es heredado el sistema de enfoque de detección de fase y con 121 puntos de enfoque con cruz (antes eran 81) y con “diferentes opciones para establecer un área de enfoque en grupo o individual”. Además, el algoritmo ha sido mejorado con respecto a los modelos anteriores, “evitando que el autoenfoque salte de forma inesperada al fondo incluso en escenas de perspectiva mixta con sujetos cercanos y lejanos”.
En cuanto al visor, mantiene la misma resolución de la cámara anterior (2,36 millones de puntos) lo que hace pensar que se trata del mismo componente con las lógicas mejoras. Por lo demás, desde Olympus destacan otros puntos clave de la cámara como su obturador mecánico capaz de disparar hasta 1/8000 seg, la posibilidad de carga USB directa en el cuerpo, y funciones como Live Composite, Pro Capture, Horquillado y apilado de enfoque y Disparo de alta resolución. Este último ya fue novedad en la E-M5 Mark II pero entonces el resultado se quedaba en 40 Mpíxeles y ahora sube a los 50.
Por último, hay que mencionar sus dimensiones (125,3 mm x 85,2 mm x 49,7 mm) y un peso (366 gramos solo el cuerpo) inferior al modelo anterior.
Precio y disponibilidad
La Olympus OM-D E-M5 Mark III saldrá a la venta a mediados del próximo mes de noviembre (aunque desde hoy mismo se puede reservar en la web oficial) en dos acabados (negro y plata o solo negro) y con un precio recomendado de 1.199 euros solo cuerpo. Esta cifra subirá a 1.899 euros si se adquiere la cámara junto al objetivo M.Zuiko Digital ED 12-40 F2.8 Pro, y a 1.799 euros si se quiere el M.Zuiko Digital ED 12-200 F3.5-6.3.
Más información | Olympus
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