Hace unos días Olympus presentaba la OM-D E-M5 Mark II, que llegaba sacando pecho por su potente estabilizador, además de otras novedades interesantes. La semana pasada la prensa especializada nos desplazamos a Praga, donde Olympus nos ha permitido tener una primera toma de contacto donde comprobar sus bondades.
A falta de un análisis más extenso y con factores menos controlados, es decir, llevarla al límite y con situaciones menos favorables, de momento podemos tener unas primeras impresiones de su comportamiento que pasamos a detallar.
El diseño y la ergonomía, todo un acierto
Para esta renovación se han reubicado algunos controles que, junto con la alta personalización de los mismos, ofrecen una usabilidad muy elevada. Tanto como una cámara para los más exigentes. Si, además, le incorporamos el grip específico, la polivalencia aumenta aún más y no cabe señalar ninguna pega. Bueno, si acaso el hecho de que tantos controles requieren de una curva de adaptación alta y que no es fácil dominarla en poco tiempo.
En el resto del diseño sabe señalar la solidez de la construcción, su sellado, los controles metálicos y una sensación de gran acabado.
El estabilizador de la Olympus OM-D E-M5 Mark II a prueba
Nada mejor que un escenario lleno de acción para poner a prueba el estabilizador de 5 ejes y comprobar qué tal responde. Es algo que contábamos funcionara con solvencia, no en vano, Olympus lleva incorporando estabilizador en sus cámaras desde hace tiempo y con probada efectividad. La Olympus OM-D E-M5 Mark II posee la última evolución de este sistema que pudimos testear.
La estabilización brilla cuando se trata de la grabación de imágenes en movimiento. Esto es, para grabar vídeos con esta E-M5 Mark II podemos prescindir de los aparatosos accesorios para tal menester. Este sistema integrado es una ayuda muy útil en la grabación de vídeos, uno de los puntos fuertes de este nuevo modelo.
Pudimos grabar escenas de acción donde se apreciaba el gran trabajo del estabilizador. Grabando en carrera, con un protagonista en constante movimiento y sin más ayuda que el propio agarre a una mano de de la cámara. Y el resultado es de gran efectividad. Eso sí, insistir que se realizó la prueba en un entorno muy controlado y dirigido por un experto, pero con todo, el sistema funciona con solvencia.
¿Y para fotos? pues también funciona, aunque aquí no tuvimos oportunidad de realizar pruebas más detalladas, lo cierto es que se pudieron tomar capturas en situaciones de poca luz, con unas velocidades de obturación muy lentas, a pulso, y con resultados, a primera vista, muy convincentes. Aunque dejamos apartada las conclusiones definitivas cuando podamos someterla a una prueba de laboratorio más a fondo.
40 megapíxeles ¿cómo funcionan?
Otro de los puntos llamativos de la E-M5 Mark II es la opción de capturar imágenes de 40 megapíxeles, cuando su captor posee una resolución de 16 megapíxeles. El funcionamiento es simple: realiza 8 capturas en un segundo que combina para dar como resultado una imagen de alta resolución.
Aquí cabe señalar que parece tratarse de una primera aproximación a este terreno por parte de Olympus, con una opción que queda algo escondida en los menús pero que tras activarlo requiere de un segundo en las capturas. Esto limita mucho su uso, ya que para pode sacarle partido debemos realizarlo a objetos estáticos y mantener un pulso muy firme. O mejor aún, utilizarlo en un entorno iluminado para la ocasión y ayudado de un trípode y disparador. Así, los resultados parecen consistentes aunque, insistimos, conlleva un tiempo de un segundo más el procesado y guardado lo que no parece algo práctico para situaciones improvisadas.
Parece ser que Olympus ya está trabajando en mejorar este sistema para reducir el tiempo y evitar el uso de trípode o apoyo firme para aumentar sus opciones.
Calidad de imagen de la Olympus OM-D E-M5 Mark II
Con entornos de poca luz y con ayuda del estabilizador, sensibilidades elevadas y la gran luminosidad y calidad de ópticas Zuiko de gama alta, los resultados de las muestras realizadas brillan por sí mismas. Es cierto, que si cuentas con un entorno tan apropiado y bien iluminado (además de modelos), todo resulta más fácil. Pero aun así, pudimos hacer pruebas con velocidades bajas y valores ISO altos logrando resultados muy convincentes. Para poder constatarlo, Olympus ofrecía la posibilidad de imprimir copias a gran tamaño donde comprobar la verdadera calidad de imagen que ofrece la E-M5 Mark II.
Aunque ha sido solo una aperitivo y nos ha dejado con ganas de más, la calidad de imagen en conjunto con las mejores ópticas del sistema ofrecen una garantía de calidad.
Conclusiones
En conclusión, esta toma de contacto con la Olympus OM-D E-M5 Mark II nos ha servido para comprobar el buen trabajo del fabricante japonés con la serie OM-D, una evolución que va puliendo y mejorando con cada nuevo modelo y deparando una cámara muy completa.
Se trata de un modelo muy bien compensado y equilibrado, con diseño resistente y sólido, tamaño y peso ligeros, buen enfoque incluso en situaciones difíciles y, ahora como extra, un sistema de estabilización más avanzado que eleva sus opciones. Sin olvidarnos que, a pesar de renunciar a la grabación en 4K, incluye mejoras en la grabación de vídeo que los más exigentes agradecerán.
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En Xataka Foto | Olympus OM-D E-M5 Mark II: una renovación con potente estabilizador y mejoras en vídeo
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